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Los yatiris son los culpables



© by Paulovich


La Paz - Bolivia, Domingo, 25 de abril de 2010

Felizmente, mis amigos yatiris Calimán y Titirico no fueron incluidos en la delegación boliviana que viaja a Rusia a concretar un crédito millonario que nos permitirá adquirir una planta nuclear, misiles, armamento moderno, aviones y helicópteros destinados a una guerra imaginaria, ese hecho me alegró porque me da la esperanza de que la operación será seria pues los papuchos rusos son más serios que un revólver.

Cuando ellos me hablaron sobre la posibilidad de viajar a Moscú, yo les invité una botella de vodka ruso, bebida que les gustó mucho pues anoche ellos me invitaron otra igual al hacerme saber que ya no viajarían porque el canciller Choquehuanca se había enfadado con ellos porque le habían hecho meter la pata cuando Choquy tuvo que preparar el discurso para el presidente Evo cuando inauguró la Cumbre por la Crisis Climática, lamentable pieza oratoria que hizo sonreír a Bolivia toda y a medio mundo.

El canciller Choquy les había dicho a los yatiris Calimán y Titirico: ustedes son los culpables porque ustedes me contaron que la calvicie es una enfermedad y que todos los europeos serán calvos después del Campeonato Mundial de Fútbol en Sudáfrica.

El yatiri Titirico dijo anoche en la mesa del naiclú Malena que él le contó esa versión al Canciller en una conversación coloquial y que nunca pensó que este la utilizaría en un discurso para el Presidente.

Yo les conté que en tiempos del neoliberalismo los presidentes siempre tuvieron un Ministro a su lado que le escribía sus discursos importantes y que es muy posible que el discurso que dijo el presidente Evo lo hubiera escrito Choquy pues Evo se encontraba en Venezuela y que vino directamente desde Caracas a la Cumbre de Tiquipaya donde se refirió sin motivo a los calvos del mundo.

También Calimán asumió su parte en la culpa del discurso poco serio que comentamos. El yatiri (brujo aymara) refirió que en charla amistosa le había contado al canciller Choquehuanca que un Kallawaya (famosos curanderos paceños) le había dicho que los pollos alimentados con hormonas femeninas las hacía más hembras a las mujeres y también a los varones y que por eso era mejor comer pollos “criollos" y no de granjas industriales. A partir de ese momento todos declaramos que no nos gusta la carne de pollo y que por eso todos los varones de la mesa somos muy machos y que todas las chicas del elenco estable del Naiclú Malena son unas mujeres guapas.

Alguien propuso que, de acuerdo con el pensamiento del presidente Evo, bebiéramos el vodka en tutumas de barro cocido pero nadie le hizo caso porque ya todos sabíamos que el discurso presidencial en la Cumbre fue preparado por el canciller Choquehuanca quien se había inspirado en revelaciones informales de los yatiris Calimán y Titirico.

Todos brindamos con vodka porque otros actos de Gobierno no sean inspirados por yatiris, como lo vengo diciendo hace mucho tiempo y mucha gente cree que lo digo en broma.

Los obispos lo dicen



© by Paulovich


La Paz - Bolivia, Sábado, 24 de abril de 2010

Hay algo que no entienden los políticos de nuevo cuño y es la comunicación que existe entre Dios y los obispos, y entre éstos y el pueblo católico. Es por ello que cuando los Pastores de la Iglesia se reúnen y dicen su palabra, la escuchamos con respeto y acatamos su mensaje que siempre está basado en la verdad.

Mientras millares de ciudadanos se reunían en Tiquipaya para depositar sus oraciones a la Pachamama y ofrendarle mesas con productos de la tierra en sus koas ceremoniales que sorprendieron a los delegados que vinieron de Europa, Estados Unidos, Asia y África, los obispos católicos se reunieron muy cerca, también en Cochabamba, para meditar sobre algunos problemas que afectan a la mayoría católica del pueblo boliviano y sin haber estado allí les aseguro que antes de comenzar sus reuniones siempre lo hicieron orando así: “Ven Espíritu Santo y llena el corazón de tus fieles...”.

Ayer fui convocado a una reunión del Sindicato de monaguillos y sacristanes, campanilleros y apagavelas, entidad afiliada a la Central Obrera Boliviana y a la cual me honro en pertenecer porque en mi niñez y juventud ejercí voluntariamente y en forma ad honorem esa noble, pura y honrada actividad. Allí inicié el conocimiento de que yo también soy parte de la Iglesia siendo un laico y sin vestir como en mis tiempos de monaguillo.

Como siempre, nos reunimos en la Sacristía de la Catedral de La Paz sin previa autorización del Deán y aprovechando la ausencia de los canónigos que a esas horas dormían su siesta que se realiza antes del almuerzo y comenzó con las oraciones del ritual. Luego se procedió a la lectura del documento de los miembros del Episcopado Boliviano.

Escuchando atentamente, me dije: Los obispos tienen toda la razón en denunciar la manipulación de la justicia por parte de las autoridades gubernamentales, algo que ya había sospechado hace bastante tiempo cuando un decreto presidencial designó a muchos fiscales y jueces. Hoy mis sospechas fueron confirmadas por lo que dicen los obispos. Anoté en mi libreta el nombre del fiscal Sosa que hoy está empeñado en perseguir a todos los líderes cruceños, a quienes los sindica de terroristas y separatistas. Mientras escuchaba la lectura del documento episcopal, me solidaricé con el gobernador electo de Santa Cruz, don Rubén Costas, a quien no conozco personalmente pero le respeto y admiro.

Aplaudí batiendo palmas lo que dicen los obispos acerca del incremento en la fabricación de cocaína en el país y el uso de las drogas por nuestros jóvenes; el presidente de los monaguillos me mandó callar y me dijo que estaban prohibidos los aplausos.

No puedo dejar de solidarizarme con la preocupación de los obispos por el problema de la enseñanza religiosa en las escuelas y colegios de convenio, donde los socialistas del Gobierno quieren meter su cuchara y luego van a tratar de meter las manos y los pies dentro del plato. ¿Acaso no sé lo que actualmente sucede en Venezuela y Cuba? Mandé saludos al cardenal Terrazas y salí de la Sacristía tocando campanillas.

Nuestros papuchos rusos



© by Paulovich


La Paz - Bolivia, Viernes, 23 de abril de 2010

Después de mi infortunado viaje a Cochabamba, donde asistí a la multitudinaria Cumbre, retirándome luego de la inauguración al entender que se trataba de un acto político en favor del Socialismo Katarista volví a La Paz, donde pude dormir en mi lecho conyugal de dos plazas y media luego de haber reposado mal en un camastro pulguiento de un alojamiento en la avenida Aroma, y que a pesar de su nombre olía mal, y a comer platos normales y no “medios platos” como tuve que hacerlo en el “Palacio del Sillpanchu”.

Retorné a mis labores acostumbradas y para ello me dirigí a El Alto, donde me gano la vida enseñando a bailar tangos a señoritas y señoras de la alta sociedad alteña. Concluidas mis clases de tango, ingresé a otro de los salones del naiclú “Malena” donde encontré a mis amigos yatiris Calimán y Titirico que también habían vuelto de la ciudad del Rocha River para trabajar en la ciudad del Patana Boy, como hoy se la llama en honor de su nuevo alcalde electo, Édgar Patana.

Allí recibí la noticia de que mis amigos brujos podrían integrar la Comisión que viaja a Rusia para contratar un empréstito millonario a Bolivia para la adquisición de aviones, helicópteros, armamento moderno, misiles y también una planta nuclear que haría morir de envidia a los países vecinos.

Al conocer esa excelente noticia abracé a mis amigos yatiris y pedí al mozo que nos sirviera una botella de vodka ruso para que se fueran acostumbrando a la espléndida cortesía de nuestros “papuchos” rusos.

Los yatiris me preguntaron el significado de la palabra “papucho”, respondiéndoles que cuando yo era joven tuve una enamorada rusa que en sus momentos de amor delirante me llamaba papucho como sinónimo de “papito” y su frase preferida conmigo era: “Papucho, papucho, mátame, por qué eres tan así”.

Los yatiris quedaron asombrados de que yo hubiera tenido una novia rusa y tuve que explicarles que antes de que nuestro Evo fuera elegido Presidente, yo me llamaba Paulovich (nombre ruso que quiere decir “el hijo de Paulo”), cambiando luego mi nombre al de Paulino Huanca para no desentonar con esta nueva época de apellidos indígenas que hoy nos gobiernan.

Al conocer esos hechos, los yatiris me pidieron que les enseñara algunas palabras y frases en ruso para utilizarlas en sus negociaciones en Moscú para conseguir un crédito fantástico que nos permitiera contar en Bolivia con una planta nuclear, misiles, un otro avión presidencial “Antonov”, aviones de pasajeros y de combate, armamento moderno, helicópteros y otras tucuímas.

Como no soy ningún tonto, les pedí a los yatiris que me incluyeran en la delegación que partirá en breve a Moscú y que cuando llegáramos a la capital rusa les acompañaría a conocer la tumba de Lenin y les invitaría chocolate en el café Pushkin. Ellos harán lo posible y todos seremos felices con los papuchos rusos.

Abandoné la cumbre climática



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Jueves, 22 de abril de 2010

Cuando me encontraba muy feliz en Cochabamba asistiendo a la cumbre climática, mi comadre Macacha que es muy inteligente, me dijo en la oreja: “Me parece que todo esto que vemos no es más que el espectáculo más grande del mundo para llamarnos a luchar contra el capitalismo y para imponer en nuestra patria un socialismo katarista”, palabras que me asombraron y no pude entenderlas en su integridad y en su profundidad.

Mientras rebotaba de chola en chola pues las había de todos los colores en un algo que parecía un congreso mundial de aborígenes de todo el mundo, iba de Tiquipaya a Cochabamba y de Cochabamba a Tiquipaya vi a unos pocos delegados nacionales y extranjeros intercambiando discursos y documentos ya preparados con anterioridad para adherirse a los viejos conceptos contra de los constructores de cultura y la civilización occidental representados por los países desarrollados de América del Norte, Europa, Asia y también algunos países africanos donde viven felices millares de cochabambinos que emigraron en los últimos 50 años.

Hubo caos y desorganización, y hasta falta de consideración con centenares de delegados, para no hablar de miles, que tuvieron por alojamiento salas comunes provistas sólo de un colchón para dormir unas horas durante la noche, a quienes se repartía comida durante el día sólo por una vez. Macacha me dijo: “Me daría vergüenza decir a esa pobre gente extranjera y boliviana que yo era la anfitriona y ellos los invitados”.

Yo quise echarle la culpa de todo al canciller Choquehuanca, pero mi comadre me dijo que todo fue culpa del entusiasmo anticlimático. Cuando la multitud adoctrinada no dejó escuchar el mensaje que envió el Secretario General de las NNUU a la Cumbre que se puso a leer la enviada del organismo mundial y todos empezaron a silbar, mi comadre se puso roja de rabia y me dijo “vámonos”, tomándome de un brazo, pero era imposible salir porque estábamos rodeados de fanáticos por todas partes. Estábamos en la apoteosis de la barbarie.

Sobre todo cuando escuché de labios de nuestro presidente Evo que sólo había calvos en los países capitalistas y que los indígenas (todos somos indígenas) teníamos abundante cabellera como él (mostrándola a los 20.000 delegados) y que la Coca-Cola servía en Bolivia para limpiar desagües mientras que la chicha nos proporcionaba buena salud. También nos instó a no utilizar platos de plástico u otros materiales sino platos de barro y utensilios de barro porque cuando éstos se quiebran vuelven a la tierra de donde proceden.

Cuando claramente se nos dijo que el capitalismo es el sistema que causa todos los males del mundo contemporáneo, Macacha, que es una cholita prestamista, honrada, buena y generosa, salió del escenario de la Cumbre Climática como pudo, sacándome con ella luego de haber asistido a un gigantesco espectáculo político del Socialismo Katarista.

Mientras salvamos al planeta



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Miércoles, 21 de abril de 2010

Pregunté a mi comadre Macacha en cuál de las 17 mesas de trabajo demostraríamos nuestra “vocación de servicio” dentro de las deliberaciones de la Cumbre que se realiza en Tiquipaya (Cochabamba) y ella me respondió como buena chola nacida a las orillas del Rocha River: “Naturalmente en la de Finanzas, donde se resolverá el pago de 2,5 billones de dólares que los países capitalistas deberán entregarnos a los países perjudicados por el cambio climático”.

Quise saber sus razones para ello y Macacha me dio a entender que en el mundo todo se arregla con plata, hasta el cambio climático. Y se puso a hacer números sobre lo que le correspondería a Cochabamba como indemnización por el cambio climático, haciendo votos porque nunca cambie “el clima” de Cochabamba, que es el mejor del mundo. Mientras cambiábamos opiniones con otros delegados, se le acercó un paisano suyo que la reconoció y le preguntó por qué había tanta gente boliviana y extranjera en Tiquipaya, respondiéndole Macacha: “Estamos reunidos en una cumbre mundial para salvar al planeta”.

El visitante sonrió y le dijo: “Entonces creo que estarán reunidos unos cien años, porque problemas más fáciles que afligen a los bolivianos no pueden resolver hace cinco años, como la internación y venta de la ropa usada”. Fue un balde de agua fría sobre la cabeza de mi comadre Macacha y de la mía. Era verdad lo que dijo el hombre sencillo que reconoció a Macacha, quien se ruborizó y agachó la cabeza porque se dio cuenta de que nuestro idealismo nos llevaba a salvar al planeta Tierra, mientras el problema de los ropavejeros está sin solución hace muchos años desafiando a la sabiduría política de nuestros gobernantes.

No repuestos de nuestra vergüenza, me saludó un amigo contrabandista que siempre me proveyó de casimires, whisky y cigarrillos. En vez de decirme algo, me cantó una estrofa de la canción ranchera “Volver” a la que le había cambiado la letra, diciendo: “...y volver, volver, volver, a la Aduana otra vez, volveré a contrabandear, quiero volver, volver, volveeeer”. Un problema nacional que lleva más de cincuenta años sin resolverse.

Pero indudablemente, nuestra misión de salvar al planeta Tierra y luchar y luchar porque los industriales del mundo capitalista reconozcan los Derechos de la Madre Tierra es de mayor magnitud y altura. Nuestra enfermedad del contrabando es incurable y tenemos que aprender a vivir con ella.

Para distraerme mientras esperábamos la llegada del presidente Evo, que en la víspera había viajado a Caracas para abrazar al presidente Chávez de Venezuela por una fiesta cívica de su país, prendí la radio y me enteré de lo que sucedía en los LÍpez de Potosí, donde los originarios viven sin agua, sin luz eléctrica y sin caminos.

Es que no se puede arreglar todos nuestros problemas al mismo tiempo. Primero arreglaremos los problemas planetarios y los otros se solucionarán por añadidura. Alguien nos dijo que Evo y otros presidentes invitados llegarán muy pronto. Ya les contaré cómo salvamos al Planeta Tierra en medio de cochabambinos escépticos.

La Cumbre multitudinaria



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Martes, 20 de abril de 2010

Veinte mil delegados debidamente acreditados estaremos reunidos a partir de hoy en Cochabamba, municipio de Tiquipaya, para debatir y solucionar los graves problemas que afectan al planeta Tierra y que derivan del calentamiento de la corteza terrestre producido por efecto del desarrollo industrial del mundo.

Al llegar a la ciudad del Rocha River procuré conseguir mi credencial de Periodista, solicitud que me fue negada por haber presentado una fotografía en compañía de mi comadre Macacha, pues era la única que tenía disponible; felizmente mis amigos los yatiris Calimán y Titirico, que tienen vara alta en el Gobierno, me acreditaron como aprendiz de brujo y recibí mi acreditación como Delegado Oficial ante la Cumbre de Tiquipaya. Solucionado ese asunto principal, mi comadre y yo sentimos hambre, al igual que todos los viajeros que llegan a la capital del valle, y nos lanzamos en busca de un sitio idóneo para el buen yantar.

Entramos al Palacio del Sillpanchu y pedimos dos silpanchos mostrando nuestras credenciales de delegados a la Cumbre de Tiquipaya. Grande fue nuestra decepción cuando el mozo nos dijo que por disposición del canciller Choquehuanca sólo podrían servir “medios platos” en vista del número de delegados que llegarían y que ascendía a 20.000, y que así alcanzaría la comida para todos. Quise protestar contra el canciller Choquehuanca, pero mi comadre me convenció de que era una medida previsora. De todas maneras, la ración del medio sillpanchu nos satisfizo y nos lanzamos en pos de alojamiento.

El Hotel Cochabamba nos negó posada porque estaba completamente reservado para los cuatro presidentes que llegarían con sus séquitos y personal de seguridad, pues cada uno vendría protegido por medio batallón de soldados, especialmente el Presidente de Venezuela y los vicepresidentes de Cuba e Irán. El Hotel Regina estaba también abarrotado y la falta de camas en los establecimientos hoteleros y de hospedaje era patética. Volvimos a la oficina de Organización de la Cumbre y no encontramos respuesta a nuestros requerimientos, decidiendo hospedarnos en un alojamiento de la calle Aroma que, a pesar de su nombre, olía mal. Todo sea por limpiar a la Tierra de los gases tóxicos que emanan “de las chimeneas industriales de los países capitalistas”.

En la oficina de la Cumbre nos enteramos de que la Asociación de Cortesanas y Damas de Compañía de Cochabamba, ante el déficit de camas en esta ciudad con motivo de la Cumbre Planetaria, había ofrecido las camas de sus establecimientos laborales, pero sólo en horas del día, no así de la noche, pues ellas trabajan en horarios nocturnos. Mi comadre Macacha comentó de la siguiente manera: “Me parece muy noble el gesto de esas mujeres”.

Así que somos 20.000 los delegados acreditados, menos mal que no somos más gracias a la erupción de un volcán en Islandia cuyas cenizas cerraron por muchos días los aeropuertos. Mañana comentaremos la inauguración a cargo de nuestro Presidente planetario.

Evento mundial en Cochabamba



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Domingo, 18 de abril de 2010

Yo sabía que el presidente Evo y su canciller Choquehuanca (Choquy para sus íntimos) no se andan en chiquitas para organizar foros mundiales como el que comenzará pasado mañana (martes) en la ciudad de Cochabamba, municipio de Tiquipaya, al que fueron invitados 15.000 delegados y cerca de mil periodistas que acudirán de Europa, América, Asia y África.

Ante la magnitud de este cónclave mundial jamás visto en Cochabamba, mis amigos los yatiris Calimán y Titirico fueron convocados por el Movimiento Al Socialismo para organizar la logística alimentaria y bebestible para atender debidamente a 15.000 invitados ya enterados de la riqueza gastronómica de Cochabamba por el testimonio de millones de cochalas repartidos por el mundo; los brujos deberán también solucionar el problema mingitorial de los asistentes que no son seres angelicales y también están sujetos a necesidades corporales.

No quise involucrarme en el trabajo especializado encargado a los yatiris y fui a entrevistarme con mi amigo el insigne pensador greco-cochabambino Aristóteles Giorgiadis Quiroga, quien no fue invitado a esta cumbre mundial, como tampoco lo fueron los miembros de la Academia Filosófica Pericles formada por clientes habituales del Bar Comercio, noble institución cochabambina.

Aristóteles me dijo que estaba muy preocupado porque supo que la Cumbre de Tiquipaya exigirá a los países industrializados el pago de 2,5 billones de dólares por los daños que causan al planeta con su desarrollo industrial, suma que deberá repartirse entre los países pobres, entre los que está Bolivia, y en el centro de Bolivia, Cochabamba. ¿Qué haremos con tanto dinero...?, me preguntó Giorgiadis y no le supe responder porque me pierdo cuando las cantidades cuentan con más de dos ceros.

Pero como Aristóteles es un greco-cochala casi sabio, me dijo:

“Como tú eres periodista y conoces a todos los gobernantes, diles que instruyan a nuestros delegados en la cumbre que no mencionen por ningún motivo el daño que los bolivianos del Chapare y de Yungas hacen a la Madre Tierra echando residuos químicos que usan para hacer cocaína, degradando así a la Pachamama a la que dicen adorar”.
Callé reverentemente y luego le prometí guardar y hacer guardar ese secreto nacional.

Giorgiadis Quiroga también me dijo:

“Yo como pensador y tú como periodista que no piensa mucho sabemos que en Potosí se explota la plata del Cerro Rico y también extraemos plata, estaño, zinc y oro en toda la zona occidental y también en la oriental. ¿Dónde crees que van a parar los residuos minerales y las aguas tóxicas que generan los trabajos mineros? A nuestros ríos que riegan a la Pachamama. También atentamos contra la tierra y el planeta."

El pensador grego-cochabambino concluyó:

“Estas cosas que te digo no se las cuentes a nadie y diles a nuestros delegados a la cumbre que las oculten celosamente porque de otra manera perderemos millones de dólares de los 2,5 billones de dólares que seguramente pagarán los países ricos a los países pobres”.

Empleados públicos disfrazados



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Sábado, 17 de abril de 2010

El Viceministro de Interculturalidad instruyó a sus subordinados que los días lunes deberán presentarse a trabajar luciendo vestimentas típicas regionales como demostración de que en Bolivia existen muchas culturas. La medida me pareció bienintencionada y pintoresca e hice votos para que se generalizara en todos los ministerios, gobernaciones, alcaldías y también en la Presidencia de la República, Vicepresidencia y en la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional, Multicolor y Folklórico.

Deberíamos ser más auténticos no sólo en el vestir sino en nuestro pensar y en nuestras actitudes ante la vida para actuar más genuinamente en el accionar diario del trabajo, en la política, en el comercio, la industria y hasta en nuestra vida social.

¿De qué vale mostrar al mundo que Bolivia tiene un presidente indígena de raíz aymara y que no habla ni escribe en aymara ni tampoco en quechua, ni viste ponchos ni ojotas? Fraternalmente y con todo respeto —como él siempre dice en sus discursos—, yo le diría si le conociera que atendiera en el Palacio de Gobierno vestido de igual manera que los hombres de su raza, como acaba de sugerirnos a todos el viceministro de Interculturalidad, Miguel Peña, que tenía que ser beniano para recordarnos un poco la autenticidad, aunque sólo fuera los lunes.

Aunque no estoy bajo la jurisdicción administrativa del Viceministro mencionado ni tampoco soy charango de la ministra de Culturas, la señora Zulma Yugar, desde hoy seguiré la instrucción del alto funcionario vistiendo como un cholo cochabambino de acuerdo con las instrucciones de mi comadre cochabambina Macacha, elegante y próspera chola cochabambina. Felizmente, el cholo cochabambino viste casi igual que el cholo paceño, con la diferencia de que el cochala pega a su mujer todos los días, mientras que el paceño sólo lo hace los viernes cuando retorna a su casa con algunos tragos, luego del “cacho negro” que juega con sus amigotes en el bar Chuma y otros menos famosos.

Es que no soy un opositor cerrado a quien todo lo que hace el Gobierno le parece mal. También reconozco medidas buenas que son dignas de aplauso, como la que comentamos y que resulta un llamado suave a la autenticidad que todos deberíamos escuchar.

Vestido como cholo con mi traje negro, mi camisa celeste y mis zapatos amarillos y luciendo una corbata roja y negra fui a buscar a mi comadre Macacha, quien me pidió mi motocicleta Hardley Davidson para pasear y yo le dije: “Nada de motocicletas, hoy pasearemos montados en llamas, pues ‘la llama es la sobria compañera del aymara’, como dijo un gran poeta”, y paseamos en llamas por la tierra avara, mientras mis amigos yatiris continuaban asesorando a nuestros gobernantes para adquirir un avión francés de lujo y otro no menos caro ni sofisticado de fabricación rusa. Sin querer, me pasé en un instante a hablar de aviones de lujo cuando les estaba hablando de llamitas.

Dos aviones presidenciales



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Viernes, 16 de abril de 2010

Leí en un periódico local las declaraciones del Ministro de Defensa anunciando la decisión gubernamental de adquirir dos aviones que costarán algo así como 80 millones de dólares y que servirán para los viajes del Presidente de la República. La noticia me causó asombro y legítimo orgullo nacional, y pensando en que mis amigos yatiris habían sido consultados para tal adquisición, me dirigí a su Consultorio de Adivinación y Brujería en pos de mayor información.

Como casi todos los días, me dirigí a El Alto en mi minibús cargado de pasajeros hasta el tope y al verme sentado entre dos cholas, les dije sonriendo: “Menos mal que muy pronto nuestro Evo viajará en un jet en el que sólo caben 12 pasajeros”; las cholitas no me entendieron, aunque me hicieron sitio entre sus polleras.

Cuando llegué al consultorio de los brujos andinos, encontré que éste había sido convertido en una sucursal de agencia aeronáutica, pues las paredes estaban empapeladas con afiches que mostraban nuevos modelos de aviones que fabrican las grandes compañías para venderlos a países ricos, a empresas muy importantes y a jeques árabes que nadan en riquezas petroleras. El yatiri me enseñó un folleto a todo color en el que vi un avión hermoso encargado por un petrolero de Arabia Saudita con un baño donde los artefactos de porcelana tenían los grifos de oro.

“Los aviones que les hemos recomendado al Evo y a su ministro, el Rubén Saavedra, no son tan caros como parecen, pues sólo cuestan 80 millones de dólares, lo cual no es mucho si tenemos en cuenta la importancia de sus futuros pasajeros”, me dijo el yatiri Titirico.

Soñando en la posibilidad de ser invitado un día a viajar en el avión presidencial, quise enterarme de algunas características técnicas del aparato fabricado en Francia, respondiéndome el yatiri Calimán: “Las turbinas de este modelo son muy poderosas y apenas las enciendes el avión toma velocidad como si fuera un opositor perseguido y la nave se eleva al cielo como si fuera una oración del cardenal Terrazas”, explicación que me satisfizo. Sin embargo, me asaltó una duda técnica y pregunté al yatiri: “Dime, hermanito, ¿cuando el avión está en pleno vuelo puede retroceder...?”. El brujo me miró enfadado y me dijo: “Eres muy Huevastián, los aviones no retroceden”. Para desenojarlo le manifesté que yo le habría aconsejado al presidente Evo un avión que pudiera retroceder en pleno vuelo porque muchas veces se equivoca estando en pleno vuelo y sería un hermoso avión para él que pueda retroceder y así enmendar errores. Y por último te digo que esos aviones que le han aconsejado comprar me parecen una sonsera y además son muy caros porque Evo es el presidente de un país muy pobre y atrasado.

Y salí del Consultorio de Adivinaciones y Brujería sin despedirme de los yatiris pensando en que ellos cobrarán una jugosa comisión de los vendedores de aviones, como ocurre en todo el mundo capitalista y socialista. Caliente como estaba, me fui solo al naiclú Malena a charlar con una cholita qué es un avión.

Estampas actuales de Tarija



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Jueves, 15 de abril de 2010

Soy de aquellos tiempos en los que Tarija me parecía más lejana que Miami y también que Buenos Aires, que entonces era (y sigue siendo) la capital cultural de América Latina, y en prueba de lo que digo recuerdo haber viajado primero a Buenos Aires y Miami antes que a la ciudad de Tarija, enclavada en el deep south.

Nunca olvidaré que hace pocas décadas (cuando yo era joven) me acercaba al mostrador del Lloyd Aéreo Boliviano que estaba en la avenida Camacho para preguntar: “¿Qué día sale su avión con destino a Tarija?” y una señorita, luego de consultar con su rol de itinerarios me respondía: “El próximo avión a Tarija saldrá el jueves”. Hoy todos los días salen vuelos de AeroSur y otras empresas con destino a la ciudad chapaca que hoy celebra su efemérides departamental.

En aquellos años, los tarijeños no tenían prisa para nada y la capital chapaca era una ciudad puesta al sol para secarse luego de unas salpicaduras de agua con las que le humedecía el río Guadalquivir, mientras los trovadores tarijeños le cantaban al amor y a las amancayas bebiendo vino y alimentándose de sol y de luna.

El señor Bell era poco conocido en esa plácida ciudad y eran pocas las familias que tenían un teléfono para comunicarse entre ellas y difundir las noticias que se producían en la villa que fundara Luis de Fuentes, y no era extraño que una dama llamara a la “mocha” (criada que servía en su hogar) y le ordenara: “Mocha, andá a la casa de la señora Carmen y dile que me visite esta tarde para contarle unas cositas de su marido”.

Hoy, casi todos los tarijeños y tarijeñas tienen un teléfono móvil que utilizan en la calle, en su automóvil, o en los cafés y restaurantes.

No exagero al decir que he sido testigo muchas veces de congestiones vehiculares en el centro de la ciudad con uso y abuso de bocinas que dañaban mis oídos, mientras observaba el pasar de los tarijeños desde mi puesto de vigía instalado en una mesa del café “El Gato Pardo” convertido en vitrina de los que llegan a Tarija, o de los que quieren mostrarse.

Miles de automóviles modernos y caros testimonian la nueva prosperidad tarijeña, hoy canalizada por empresarios jóvenes y profesionales en busca de nuevos horizontes. Al pensar que yo conocí una Tarija con pocos automóviles y escasos medios de transporte motorizado, recordé viejos tiempos en los que sólo algunos señores de apellido Navajas sacaban por las calles de Tarija sus automóviles Buick y Chrysler los días que no llovía.

El paisaje humano también cambió en Tarija: han desaparecido del escenario las viejas estrellas que brillaron en el pasado siglo veinte y han aparecido nuevas figuras que acaban de ser elegidas por su pueblo y prometen acelerar más aún el progreso de Tarija, que no está reñido con el viejo espíritu de los trovadores que conocí y que aún hoy siguen cantando a su tierra y a las mujeres tarijeñas, que ya no llevan claveles en la oreja porque podrían perjudicar al teléfono celular que ahora las adorna.

Garantías para un naiclú



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Miércoles, 14 de abril de 2010

Como informó la prensa, en días pasados vecinos de un barrio de la ciudad de El Alto atacaron algunos locales donde se expendían bebidas alcohólicas, rociaron con ellas los muebles y estantería, y los quemaron en nombre de la moral y las buenas costumbres, anunciando que proseguirán con esa campaña.

Al producirse tales hechos fui convocado con carácter de urgencia por mis amigos yatiris Calimán y Titirico en los amplios salones del Naiclú Malena y a la cual llegué en mi motocicleta Hardley Davidson hábilmente conducida por mi comadre Macacha, quien me cargó a su espalda envuelto en su aguayo para que no me derramara en el camino.

La sesión se inició con un discurso del yatiri Titirico, quien describió los hechos acaecidos lamentando el desperdicio de las bebidas alcohólicas que habrían podido ser donadas a unidades hospitalarias para la desinfección de heridas. En frase medular, Titirico dijo copiando a un hombre célebre: “Cuando la multitud ejerce autoridad es más peligrosa que cualquier tirano”.

Un cliente del naiclú Malena de apellido Vargas señaló la necesidad de solicitar garantías al nuevo alcalde de la ciudad de El Alto, Édgar Patana, y al gobernador del Departamento de La Paz, el señor Cocarico, quienes asumirán sus cargos el mes de mayo, para el funcionamiento normal del Malena porque el populacho alteño podría confundir al naiclú con un cabaret cualquiera desconociendo su función cultural y de sano esparcimiento donde se reúnen altas autoridades alteñas, periodistas de diferentes tendencias y señoritas que practican el estriptis no con objetivos libidinosos sino para demostrar que unas pobres alteñas, gordas y flacas, pueden sobrevivir a los 4.000 metros de altura bailando calatas y semicalatas al ritmo de músicas tropicales. Concluyó sus palabras pidiendo un voto de aplauso para las pobres chicas del elenco estable.

El yatiri Calimán dijo a los asistentes que en uno de los salones del Malena funciona desde hace un año la Academia de Tangos Carlos Gardel, dirigida por el señor Paulino Huanca, y tuve que ponerme de pie y agradecer esa mención. Dijo Calimán que se habilitará otro espacio del Malena para conferencias culturales y científicas y que se invitará al canciller David Choquehuanca para inaugurarla con una clase magistral sobre “El sexo de las piedras”.

Otro cliente del Malena propuso que en mérito al pluralismo alteño se nominará a una de las salas culturales con el apelativo de “Soledad Chapetón”, la insigne concejal que acaba de triunfar en las últimas elecciones representando a Unidad Nacional, moción que fue aprobada por aclamación.

Se designó al yatiri Titirico como el principal gestor de Garantías para el Naiclú Malena, trámite que debe llevar a cabo ante su pariente el prefecto Cocarico y también ante su pariente Patana, que es íntimo del presidente Evo, quien le facilitará fondos para El Alto porque Patana no es separatista. La sesión concluyó con un dinner party al estilo alteño.

Juicio a los árbitros



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Martes, 13 de abril de 2010

Al señor Viceministro Nacional de Disparates (Sector de Deportes y Justicia) con “asiento" en las graderías de General del estadio Hernando Siles de la ciudad de La Paz frente al puesto de comidas de doña Flora, experta en la elaboración de las famosas ranga-rangas, también conocidas como ají de toallas.

Paulino Huanca, natural y vecino de esta ciudad con un carnet de identidad Nº 218618 empeñado en el bar Chuma por consumo de comidas y bebidas, y otro capicúa Nº 816881 extendido en Cochabamba (Colcapirua) por un amigo policía cliente permanente del famoso local El Tornillo. Periodista de profesión desde mi tierna infancia y aprendiz de yatiri en la ciudad de El Alto. Casado hace 13.944 días con noble dama natural de Zaragoza (España), descendiente de Agustina de Aragón; presentándome ante su autoridad, con todo respeto digo y expongo.

El pasado domingo 11 de abril asistí como buen hincha del club Bolívar al encuentro de fútbol en el estadio de Miraflores entre mi equipo y el club Wilstermann de la ciudad de Cochabamba, también ciudad de mis amores y de mi comadre Macacha, quien me acompañó al evento deportivo y gastronómico pues ambos gozamos de la famosa ranga -ranga, anticuchos y sándwiches de chola que usted, señor Viceministro, también goza desde el día de su posesión.

Le confieso, señor Viceministro, que fui seguro de que mi equipo el Bolívar ganaría como lo hizo a lo largo del campeonato apertura y otros anteriores, sin ocultar mi orgullo porque triunfamos por 7 a 0 frente a otro rival hace poco tiempo. ¿Y qué pasó, señor Viceministro? Perdimos por 2 goles contra 1.

Ante la derrota grité con el alma:

“Aquí hubo fraude y denunciaré no sólo a los árbitros que dirigieron el encuentro sino al colegio de Árbitros de Bolivia y ante la Asociación Mundial que depende de la FIFA”.
Es por ello que le solicito, señor Viceministro Nacional de Disparates (Sector Deportes y Justicia), para que sean sometidos a juicio los árbitros que le robaron el triunfo al Bolívar, también los árbitros que permitieron las derrotas de otros equipos en diferentes canchas bolivianas porque los del Bolívar no estamos acostumbrados a perder en los últimos seis campeonatos. Yo sé, señor Viceministro, que usted me atenderá porque también en las últimas elecciones los masistas han sido derrotados en algunas capitales y pueblos de Bolivia, y todo se debe a los fraudes que —según ustedes— se produjeron en varias cortes departamentales, cuyos autores serán conocidos por los fiscales.

Es que no hay derecho, señor Viceministro, ustedes nunca perdieron en las últimas seis consultas públicas al electorado, y nosotros los bolivaristas nos encontrábamos invictos en el presente campeonato, y también triunfamos en anteriores competencias.

Ni ustedes ni nosotros podemos perder por culpa de los árbitros y aprovecho la oportunidad para anunciarle que también seguiré un juicio a los árbitros del encuentro que perdió el Bolívar. Ni a ustedes ni a nosotros nos ganará el fraude de los árbitros. Será justicia, etcétera, etcétera.

El Día del Niño



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La Paz - Bolivia, Domingo, 11 de abril de 2010

Mañana se celebra el Día del Niño y me apresto a celebrar esa fecha con gran entusiasmo a partir de hoy. Para ello, y en vista de la ausencia obligada de mi esposa, que se encuentra en la Madre Patria, llamé a mi comadre Macacha, quien vino desde Cochabamba cuando le dije lastimeramente por teléfono: “Comadre, mañana es el Día del Niño y estoy más triste que un huerfanito…”.

Esperé a mi comadre echado en mi “moisés”, pequeña canastita que tengo instalada en mi escritorio donde suelo dormir algunas noches para no interrumpir el sueño de mi esposa con mis molestos ronquidos. Allí me encontraba durmiendo, cuando llegó mi comadre Macacha y me levantó en sus brazos cual si yo fuera un bebé.

La solícita cholita cochabambina, tratando de hacerme feliz en el Día del Niño, me dijo: “¿Qué es lo que quieres, Paulino, en este Día del Niño, que también es tu día…?”. Como sé que los niños y los borrachos no mienten, le dije a mi comadre, sin mala intención: “Quiero lechecita”. Ella, al ver mi sinceridad, se fue a la cocina, preparó una mamadera con leche y coñac, y me la metió en la boca.

Cuando concluí de tomar mi biberón, expliqué a mi comadre que la ancianidad nos acerca a la infancia en curioso periplo de ida y vuelta, y que cuanto más pasan los años nos acercamos más a la niñez y retornamos a la inocencia, como si en nuestra vida no hubiera transcurrido adquiriendo experiencia y en pos de conocer los arcanos del alma humana.

De ahí que no sea extraño saber diariamente a través de la prensa, la radio y la televisión casos de ancianos que son engañados, burlados y estafados en este mundo lleno de malandrines y bellacos, y atorrantes. No es que los años conviertan a los viejos en tontos e incapaces. Es que los años nos acercan a la inocencia de los primeros años de nuestra vida, cuando todos nos parecen buenos en un mundo carente de malicia.

Las almas buenas intuyen nuestro retorno a los primeros años. Mi comadre Macacha, sin que yo se lo hubiera pedido, me trajo de Cochabamba un frasco de dulce de duraznos con pepas, viejo manjar que alegró muchas veces los días de mi infancia, cuando mi mamitay lo fabricaba en la casa para nuestro deleite y alborozo. Lo saboreamos con el mismo deleite que en la infancia. Por ello, ni a mis amigos ni a mis parientes, ni a mi comadre Macacha, no les digo la frase inadecuada de “me estoy volviendo viejo”, pues prefiero decirles algo franco y sincero como “me estoy volviendo niño”.

Ante esa realidad, que es mía, y tal vez lo sea de muchos hoy y mañana, celebraré el Día del Niño y pediré a mi comadre Macacha que me lleve a pasear cargado en su aguayo, a sus espaldas, para jugar con sus trenzas y para pedirle que me invite quesillos hechos en Cochabamba para comerlos con mote de habas, y también volveré a sorber mi biberón de leche con gotas de coñac, que ahora se llama brandy.

Y antes de hacerme pis como cuando era guagüita, concluyo esta crónica diciendo: “Me estoy volviendo niño”.

El concejal Baldivieso



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La Paz - Bolivia, Sábado, 10 de abril de 2010

Mi amigo el pensador greco-cochabambino Aristóteles Giorgiadis Quiroga me convocó con carácter de urgencia a la ciudad del Rocha River para participar de la sesión de honor de la Academia Pericles de la Llajta en honor al flamante concejal y famoso futbolista Julio Baldivieso.

El acto se celebró en las instalaciones del Bar Comercio (el Barco) con asistencia de muchísimos parroquianos y representantes de la intelectualidad cochabambina y también paceña enviados por el Bar Chuma de la ciudad de La Paz.

Inició la sesión el presidente de la Academia, el ilustre pensador Aristóteles Giorgiadis Quiroga, descendiente del recordado Dan Giorgiadis, futbolista griego que fue director técnico del Club Bolívar de La Paz hace varias décadas sin imaginarse jamás que el fútbol, el pensamiento y la política se fundirían un día en una persona como Julio Baldivieso, concejal electo por Cochabamba.

El señor Aristóteles Giorgiadis Quiroga manifestó su orgullo por su ascendencia griega y su entronque con la familia Quiroga, ilustre apellido cochabambino que ennoblece a millares de insignes ciudadanos, alguno de los cuales llegó a ser Presidente de Bolivia, como don Tuto Quiroga Ramírez, mencionando también al ex canciller Araníbar Quiroga y a su hermanito menor llamado Pirulo; no se olvidó el orador de mencionar a don Julio Quiroga Rivas, fundador de Braniff, y al hijo de este señor, Julito, hombre polifacético.

En parte medular de su discurso, Aristóteles (Ary para sus intimeits) dijo que llegó la hora para incluir a los futbolistas en el gobierno de nuestras ciudades y, por qué no, del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico de Bolivia, actualmente presidido por un hábil practicante de ese viril deporte, como es el player Evo Morales que alterna exitosamente la política y el fútbol, aunque a veces falla frente al arco contrario cuando todo su público ya cantaba el gol. Cosas del fútbol y la política.

Centrando su discurso en la figura del ex jugador del Bolívar de La Paz y ex figura del Aurora de Cochabamba, llamado “el equipo del pueblo", del cual también fue Director Técnico, el pensador greco-cochabambino dijo: “Julio Baldivieso llevará al Concejo Municipal de Cochabamba su carácter, empujando a la Alcaldía hacia triunfos que hasta ahora le fueron negados por culpa de un alcalde de apellido Terceros. Baldivieso empujará a la Comuna cochabambina a ser Primeros y nunca más Terceros”.

Modestamente propuse que se premiara al crack Baldivieso con el Balón de Oro, propuesta aprobada por aclamación, concluyendo la asamblea de la Academia Pericles con abrazos para el galardonado futbolista hoy convertido en Concejal cochabambino.

Lamentablemente, en el Bar Comercio de Cochabamba no había un Balón de Oro para premiar al futbolista y los únicos balones de oro que existían en el local eran unos balones de cerveza Taquiña que tuvimos que beber con resignación, pero gran contento.

Audaz robo a la Policía



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La Paz - Bolivia, Viernes, 9 de abril de 2010

La vida en Bolivia es amena y no faltan motivos para sonreír, como por ejemplo enterarte por la prensa de que se produjo un cuantioso robo en una importante repartición policial de la cual los cacos se llevaron la friolera de 50.000 dólares y algunas armas que se encontraban allí depositadas.

Como poseo afición detectivesca y leí en mi juventud algunas novelas policiales, este caso me interesó y se lo conté a mi comadre Macacha, quien también posee alguna intuición policial, como la tienen muchas mujeres, y fue ella quien me dijo:

“Nos encargaremos de la investigación de este hecho y si damos con el autor o los autores del robo, cobramos una recompensa del 15 por ciento, que ahora está de moda”.
En el camino al lugar del hecho nos compramos dos lupas de regular potencia para observar las huellas digitales que seguramente existirían en muebles y utensilios de la repartición policial donde habían sido depositados los 50.000 dólares y las armas que habían sido utilizadas en el crimen perpetrado contra el empresario tarijeño Jorge O"Connor D"Arlach cuando se aprestaba a entregar una coima al presidente de YPFB, señor Santos Ramírez.

En el trayecto, mi comadre Macacha me comentó sarcásticamente que este robo a la Policía se produjo a los pocos días de haber sido promulgada la Ley Anticorrupción por el presidente Evo Morales y, riendo jacarandosamente —como hacen las cholitas felices— dijo:

“La corrupción no desaparecerá con una ley, pues está metida en el alma de mucha gente: políticos, delincuentes y policías...”
Cuando llegamos al escenario del robo, un guardia policial nos cerró el ingreso y nos dijo:
“Está prohibida la ‘dentrada’ a este lugar por órdenes superiores”.
Le explicamos que somos investigadores privados interesados en esclarecer el robo perpetrado a la misma Policía, pero de nada valieron nuestras palabras. Al ver fracasada nuestra misión particular, Macacha puso en manos del guardia un billete de 20 bolivianos y la autoridad nos dijo: “Pasen nomás, señores detectives, pero no se ‘choreen’ nada de la oficina”. Pasamos al interior y Macacha comenzó a captar huellas digitales que seguramente dejaron los autores del robo.

En mi cuaderno destinado a este hecho comencé a anotar: Fecha del robo: domingo 4 de abril, día de las elecciones departamentales y municipales. Hora del robo: posiblemente entre las 8 de la mañana y 4 de la tarde. Conclusión: el autor o autores del robo de 50 mil dólares y armas depositadas no podrían ser votantes afiliados a la oposición porque éstos se encontraban ocupados en robar el triunfo electoral a los políticos del oficialismo.

Después de cinco horas de investigaciones, mi comadre Macacha me dijo: “Tengo el t’inkaso de que el choro de los 50.000 dólares pertenece a la Policía”. Yo que soy más cauto le dije: “Esperemos el resultado de las huellas digitales que imprimimos”.

Reunión en el Titicaca Lake



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La Paz - Bolivia, Jueves, 8 de abril de 2010

Cuando me encontré después de muchos días con mis amigos yatiris Calimán y Titirico casi no pude reconocerlos pues tenían sus mejillas hinchadas que desfiguraban sus imágenes faciales. Preocupado me acerqué a los brujos andinos y les pregunté por el motivo de la hinchazón suponiendo que les habían extraído las muelas del juicio, pero apenas pudieron expresarse.

Pregunté a una chica del varieté que trabaja en el naiclú Malena qué les había pasado a mis amigos yatiris que aparecieron repentinamente con sus caras hinchadas y la chica me dijo que ella había jurado por la Pachamama que no revelaría el secreto pero que si yo le juraba por la “Madre tierra” no publicarlo, ella me contaría la verdad sobre las caras hinchadas de los yatiris. Naturalmente, me eché en tierra y besando el suelo le juré por la Pachamama que no publicaría nada de lo que ella me contara.

En síntesis: Los yatiris Calimán y Titirico habían sido sopapeados a raíz de la derrota electoral del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Achacachi y diez distritos aymaras más, por no haber adivinado lo que sucedió el domingo 4 de abril. Así es la Justicia Comunitaria.

Después de que las chicas del varieté aplicaran 200 fomentos de manzanilla en las mejillas hinchadas de mis amigos yatiris, éstos se sintieron más aliviados y comenzaron a hablar, enterándome de que ellos asistirían a una reunión ampliada del Gabinete Ministerial del Presidente Evo para analizar las causas de la derrota electoral del MAS, aunque también se tratarían otros asuntos.

Sin ánimo de fastidiar a nadie, les propuse a los yatiris que llevaran a esa importante reunión un quintal de manzanilla para aplicarles fomentos calientes a todos los asistentes, incluidos el presidente Evo, el vicepresidente Álvaro y sus ministros, pues el sopapo de la derrota electoral seguramente les llegó a todos ellos. Mi proposición no les gustó a mis amigos yatiris y Calimán me dijo que dejara de joder.

Entonces, me limité a escuchar y así me enteré de que la reunión ampliada de gabinete se realizaría en un moderno hotel de la población lacustre de Huatajata, cerca de la antigua sede del Yacht Club Boliviano.

El yatiri Titirico nos explicó que las aguas del Titicaca Lake (él dijo “leik”) son sagradas para los indígenas bolivianos y peruanos porque de ellas emergieron Manco Kapac y Mama Ojllo, fundadores del Imperio Incaico y que allí también surgieron esos personajes tan importantes. Todo eso nos dijo el yatiri Titirico, para explicarnos la importancia del Titicaca para los gobernantes del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico.

Naturalmente, rogué en todos los tonos a mis amigos yatiris que me llevaran con ellos a esa reunión tan importante a orillas del Titicaca Leik, pero ellos se negaron rotundamente a hacerlo porque yo no tenía la cara hinchada como ellos, motivo por el cual me veo privado de contar a mis lectores cómo fue la extraña reunión de los Caras Hinchadas.

Elecciones for export



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La Paz - Bolivia, Miércoles, 7 de abril de 2010

Ayer a primera hora, timbró el teléfono y muy emocionado levanté el auricular pensando en que me llamaba mi esposa para anunciarme una remesa extra que podría llamarse Bono Juancito Pinto para Elecciones y me encontré con la voz de mi tía Clotilde von Karajan Quiroga, quien vive en Berlín pensando en Cochabamba y todavía recuerda a Ocky Chiarella.

—Queguido sobrino Von Paulus, habla tu tía de Beglín.

—Querida tía Clotilde. Seguro que has seguido las elecciones bolivianas a través de la televisión europea.

—Así es sobrino, llevo tres días sin dogmig pegada a mi televisog y no entiendo un kagajo lo que pasó en nuestro país.

—Yo tampoco entiendo todo lo que ha sucedido y eso que he votado dos veces para entender mejor.

—No seas bromisto, sobrino.

—No se dice bromisto, tía Clotilde, sino bromista.

—¿Acaso egues femenino...? Paga mí, egues bromisto. ¿Es vegdad que el Evo ha vuelto a ganag las elecciones?

—Eso ha dicho él tía, diciéndonos en un discurso que ahora tiene más concejales que hace cinco años, pero yo creo que estas elecciones revelan que él no es un todopoderoso, y que tampoco es infalible porque se equivocó nombrando a dedo a varios candidatos.

—¡Qué lindo, sobrino! Pogque no me gustan los todopodegosos y los infalibles pogque así fue Adolf. Ahoga, dime, sobrino, ¿quién ha salido Gobegnadog de Cochabamba que es mi tiegga?

—El nuevo Gobernador de Cochabamba es el señor Edmundo Novillo, quien hasta hace poco fue Presidente de la Cámara de Diputados.

—¿Este señog Novillo es paguiente nuestro?

—Estoy averiguando, tía Clotilde, seguramente debe haber algún Quiroga en su familia y de esa manera podría ser pariente nuestro.

—¿Y por gué no ha salido alcaldesa de La Paz esa señoga tan guapa que montaba en moto y se llama Elizabeth Salguego?

—Es que su rival, el señor Luis Revilla, montaba en el caballo que le prestó su antecesor, el señor Del Granado Cosío, que es cochabambino...

—Clago que me acuegdo de este Juan, paguiente del poeta Del Granado y también del poeta Cosío.

—Así es, querida tía Clotilde. ¿Supiste en Alemania que Rubén Costas ganó ampliamente la Prefectura de Santa Cruz...?

—Lo han dicho en la televisión y me alegró mucho la noticia, pego dime sobrino, ¿qué va a haceg el Gobiegno del Evo con este pegsonaje cruceño al que siempre acusó de sepagatista...?

—Yo creo que tiene que aceptarlo como Gobernador de Santa Cruz al haber sido votado por un porcentaje tan elevado, aunque Costas no le guste a Evo y a García Linera, pues en política hay que saber tragar sapos, como decía ese cochala inteligente que se llamó Walter Guevara Arze.

—Ay, sobrino, nuestra política es muy emocionante, aunque a veces nos paguezca absugda según piensan algunos eugopeos. Te llamagué todas las semanas.

Elecciones en El Alto



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La Paz - Bolivia, Martes, 6 de abril de 2010

Como había prometido a mi esposa y a mi confesor, no visité la ciudad de El Alto durante los días de la Semana Santa para evitar todo contacto con los yatiris, que son sacerdotes del diablo y adoradores de la Pachamama, y con los clientes habituales del naiclú “Malena", en cuyas salas doy clases de tango a señoras y señoritas de la sociedad alteña.

Me costó mucho cumplir con esa promesa y así pude realizar un vida piadosa y de profundo recogimiento espiritual los cinco primeros días santos, pero al llegar el sábado comenzaron a picarme los pies al saber que el “Malena" abriría a medias sus puertas pese al auto de buen gobierno, un cacharro anticuado que debería desaparecer por ser una antigualla que no sirve para nada porque está comprobado que el trago ilustra, hace más inteligentes a los ciudadanos, esclarece el entendimiento, encrespa los cabellos y mejora la letra, haciendo a los ciudadanos más aptos para votar mejor y no como ovejas.

Como lo dije, el naiclú estaba entreabierto y un portero de librea controlaba el ingreso al local y había que pronunciar el santo y seña que me fue comunicado con anterioridad y que no era otro que decir con claridad y sigilo al oído del portero “Titirico a la Presidencia".

Así procedí y pude ingresar al local donde la cerveza, el chuflay, el cubata y el wiscacho eran servidos en tazas de porcelana para no despertar sospechas de los agentes policiales que ingresaban al local cada media hora. Demás está decir que algunos agentes policiales escrupulosos dudaban del contenido de nuestras tazas, y era menester hacerles probar de lo que cada uno de los parroquianos bebía, recurso que alegró a algunos guardias celosos del cumplimiento de la ley.

Allí conocí a varios amigos y colaboradores del señor Cocarico, quien reconoció su parentesco con mi amigo el yatiri Titirico; del primero me dijeron sus fans que ganaría las elecciones para Gobernador de La Paz porque Bolivia es un país cocalero, el presidente Evo es el dirigente máximo de los cocaleros y que su principal colaborador apellidaba Cocarico y que el ministro de la Presidencia apellida Coca.

Como la hora era muy avanzada y se hallaba prohibida la circulación de motorizados, me quedé a dormir en mi alojamiento, que está al lado del motel “Devórame otra vez", para votar el domingo muy temprano con el carnet de identidad que tengo a nombre de Paulino Huanca que obtuve en El Alto gracias al favor de un policía amigo y con perdón de la Corte Nacional Electoral.

Como ya pasaron las elecciones, les confieso que he votado por el señor Cocarico y por el señor Patana, los que salieron ganadores. Con el triunfo en las manos retorné a la ciudad de La Paz prometiendo retornar a El Alto, que es una ciudad mágica y que me tiene cautivado, pues vivo entre yatiris milagrosos y adivinas que me predicen todos los días que seré feliz en el amor y que tendré mucho dinero.

Así se vota en mi pueblo



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Domingo, 4 de abril de 2010

Muy de mañana llegó a mi casa mi comadre Macacha y me dijo:

“Levántate, compadre, porque hoy tenemos que ir a votar para elegir al Gobernador, Alcalde, concejales y tucuimas del departamento de La Paz”.
Somnoliento y fastidiado, dije a mi comadre cochabambina:
“Ya estoy aburrido de tanta votación, no te olvides que hace cuatro meses ya acudimos a las urnas y ganó el Evo. ¿No tendrán nuestros gobernantes otra manera de tenernos ocupados?”.
La chola sólo hizo este comentario:
“Ay, tan rico que es ir a votar y meter tu papeleta en una urna, dentro de un cuarto oscuro…”.
El día de elecciones los caballeros nos vestimos de cholos y los cholos se visten de caballeros para estar todos iguales. No contento con eso, este año fui a votar acompañado de mi comadre, potente chola cochabambina que en caso de agresión por ser leal al Partido Liberal, el del doctor Ismael Montes, me defendería y les sacaría la “huanana” (Léase la m...) a mis enemigos políticos.

Antes de buscar nuestra mesa electoral, Macacha me dijo en la oreja:

“¿No te parecería bien, compadre, que antes de evacuar nuestros votos en la urna, comiéramos alguito para fortalecer nuestros ideales políticos?”.
Como mis ideales políticos son débiles, decidimos yantar al estilo cochala sirviéndonos unos fricasés estilo quillacolleño-française. Después nos servimos deliciosos anticuchos, para luego rematar en un ají de papalisa que en Cochabamba se llama “sajta de lisas”.

Después de tal comilona quise dormir una siesta pero Macacha me convenció de que antes de pensar en dormir había que pensar en cumplir con nuestro sagrado deber de votar en esta nueva y repetida “fiesta democrática” como se la llama vulgarmente.

Mientras hacíamos cola para cumplir con nuestro “sagrado deber de votar” pregunté a mi comadre por quién debería votar yo si no conocía a ninguno de los candidatos a Gobernador, Alcalde y concejales de La Paz, además nunca me hicieron conocer sus ideas y sus programas de acción futura.

Mi buena comadre me dijo:

“No importa que no los conozcas ni sepas de sus propuestas electorales pues Evo ya ha escogido por nosotros, así que no te preocupes, yo voy a entrar contigo al cuartito oscuro y ambos votaremos por el MAS, ¡Viva el Voto Consigna!”.
Y sucedió todo como dijo mi comadre. Cuando le pregunté por quién había votado yo, ella me contestó: El voto es secreto.

Preocupado por conocer la tendencia de los votos, le pregunté a una cholita que ingresaba en el cuarto oscuro: “¿De quién es ese votito?”. Y la mujer que no escuchaba muy bien me contestó airada:

“De quién va a ser mi votito, sólo es de mi marido, viejo preguntón y corrompido”.
Macacha me defendió de esa agresión y cuando salíamos del recinto electoral ella olfateó unos chicharrones y a ellos nos dirigimos pues tenían olor a Quillacollo, para servirnos luego unos helados de canela. Una hermosa fiesta democrática en la cual voté por unos desconocidos que previamente escogió don Evo Morales, quien nunca se equivoca.

Repicarán las campanas



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La Paz - Bolivia, Sábado, 3 de abril de 2010

Esta mañana asistí a la sesión urgente del Sindicato de monaguillos, sacristanes, campaneros y apagavelas, prestigiosa entidad afiliada a la Central Obrera de Bolivia y a los movimientos sociales de Apoyo al Cambio, y que se llevó a cabo en la sacristía de la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de La Paz, situada al lado del Palacio de Gobierno. Fue muy grato encontrarme con viejos colegas monaguillos que ahora están jubilados y fueron reemplazados por monaguillos jóvenes, aunque siempre añoran su antigua actividad y colaboran con la obra eclesiástica.

Iniciada la reunión, se propuso un voto de adhesión y apoyo al cardenal Julio Terrazas, arzobispo de Santa Cruz y presidente de la Comisión Episcopal Boliviana por haber sido ofendido públicamente por un fiscal. Me adherí sincera y entusiastamente al voto de apoyo al Cardenal y pedí que fuera aprobado con dispensación de trámites y voto de urgencia, lo cual se hizo. Un monaguillo joven solicitó que el fiscal Peralta fuera declarado persona non grata al Sindicato de Monaguillos, pero la moción no prosperó.

A continuación se recordó a los monaguillos y campaneros asistentes que a partir de esta noche y luego de cantarse el Gloria in excelsus Deo deberían echar al vuelo todas las campanas de los templos de La Paz y El Alto anunciando así la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, ya que las campanas estuvieron calladas durante los días que recordamos la Pasión y Muerte de nuestro redentor.

Algunos campaneros, entre ellos un jorobado titulado en Notre Dame de París, protestó porque las autoridades civiles y eclesiásticas no se preocupan de la conservación y mantenimiento de las campanas de la ciudad y de sus respectivos badajos, protesta que pasó a la autoridad respectiva. Un monaguillo perspicaz propuso anunciar públicamente que el repicar de las campanas echadas a vuelo la noche del sábado y la mañana del domingo anuncian la Resurrección de Jesucristo y no el triunfo anticipado de ningún candidato del Movimiento Al Socialismo ni del Movimiento Sin Miedo, ni de Unidad Nacional.

Un monaguillo propuso que la noche del domingo las campanas de La Paz doblaran a duelo por los candidatos y votantes que perdieran en la jornada electoral, para que la gente se preguntara “por quién doblan las campanas”, sin que ninguno de los asistentes se atreviera predecir quiénes serían los derrotados.

Alguno de mis colegas monaguillos me preguntó si hoy por la mañana asistiría a los oficios religiosos de El Alto, o a mi parroquia en Obrajes, respondiéndole que no volveré a la ciudad alteña hasta la próxima semana, pues me prometí pasar cristianamente los días santos evitando la compañía de yatiris y otros brujos y adivinas que tratan de apartarme de mi religión y mis buenas costumbres.

Los monaguillos nos despedimos en la sacristía de la Catedral agitando alegremente nuestras campanillas, feliz tintineo que llegó hasta el Palacio de Gobierno.

La noticia más sensacional



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La Paz - Bolivia, Viernes, 2 de abril de 2010

El trabajo en los días de Semana Santa tuvo su recompensa, pues me permitió ser testigo de la cena más famosa de la Historia de la Humanidad, probar de ella sin pagar la cuenta y, sobre todo, haber visto de cerca al Hijo de Dios y a los apóstoles de Jesús, a su madre, la Virgen María, y a las santas mujeres que le acompañaron hasta el Monte Calvario y fueron las primeras que comprobaron su resurrección.

Al darme cuenta de este privilegio periodístico, quise agradecer al Director del periódico por haberme ordenado cubrir la información de ese suceso periodístico, pero la sucesión de los hechos no me lo permitió porque aún me faltaba describir lo que sucedió en el Huerto de Getsemaní y los hechos que vinieron a continuación.

Pues bien, los apóstoles no pudieron aguantar el tiempo que Jesús se puso a orar de rodillas ante su Padre y se durmieron mientras yo le observaba oculto tras de un árbol. Nunca vi mayor angustia en el rostro de un hombre y acercándome un poco alcancé a oír que le decía a su Padre que le librara de la muerte y los tormentos, y por vez primera y única lo vi llorar sudando sangre. Entonces comprendí que el miedo es muy humano y que debería desconfiar siempre de los valentones que gritan “Patria o muerte, venceremos”.

Ese momento escuché voces de hombres que llegaron para aprehender a Jesús y volví a ocultarme detrás de un árbol, y vi el beso asqueroso que Judas dio en la frente del Maestro. Pedro quiso defenderlo, pero Jesús le ordenó envainar su espada.

Jesús fue aprehendido y sus Apóstoles le siguieron, pero de lejos porque sintieron miedo. Detrás de mi árbol grité como lo hago también ahora “¡Jachu, abusivo suéltelo!” y volví a ocultarme para seguir escribiendo lo que ven mis ojos. Vi desde una distancia prudente cómo llevaron a Jesús ante Anás y Caifás, y luego hasta la casa de Poncio Pilatos, quien no tuvo el ñeq’e de salvarlo y perdonó a Barrabás, un delincuente famoso.

Anoté en mi libreta de periodista cómo lo azotaron y le coronaron de espinas, y le escupieron y se mofaron de su realeza. Seguí de lejos su camino hacia el Monte de la Calavera cargado de una pesada cruz y cerré los ojos para no ver cómo lo clavaron a la cruz. Como trato de ser un periodista honesto, no escuché lo que dijo Jesús desde lo alto del madero porque yo estaba muy lejos y porque, cuando murió, empecé a correr espantado porque el sol se escondió de vergüenza ante este deicidio, y las tinieblas aparecieron a eso de las cuatro de la tarde, hora de Jerusalén.

Al tercer día salí a la calle avergonzado al comprender que yo también estuve entre los que mataron a Jesús y estuvo también toda la Humanidad. Preguntando y preguntando, como hacemos los periodistas, llegué hasta la tumba de Jesús y me encontré nuevamente con las santas mujeres que conocí la noche de la última cena. Ellas me dijeron entre felices y asustadas: “Jesús ha resucitado como lo prometió”.

Y ése sería todo el relato alrededor de la noticia más sensacional de la Historia y que me correspondió escribirla obedeciendo una orden del Director del periódico.

Jesús sigue siendo noticia



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La Paz - Bolivia, Jueves, 1 de abril de 2010

El Director del periódico me llamó a su despacho. Como siempre, acudí temeroso pensando en mi despido y me santigüé delante de su secretaria. El Director me dijo: “He sabido que usted en su juventud fue sacristán y es por ello que ahora deberá cubrir asuntos relativos a la Última Cena y a la Pasión y Muerte de N.S. Jesucristo”. Quise excusarme diciéndole que los días de la Semana Santa son feriados, pero él intuyó mi idea y me dijo: “Los periodistas no tenemos feriados y cumpla con la orden que le he dado”.

Salí a la calle desconcertado —como dice un tango— para encontrar la casa donde se realizaría la Última Cena de Jesús con sus apóstoles y obtuve el dato gracias a un agente del señor Sacha Llorenti, ministro de Gobierno.

Toqué el timbre y salió una mujer con cara de asustada para preguntarme a quién buscaba. Orgulloso le enseñé mi credencial de periodista y la pobre mujer dio un grito y volvió a cerrar la puerta de la casa dejándome en la calle. Luego volvió con su hermana María Magdalena, revisaron mi credencial y me dejaron pasar, preguntándome Marta (que era la cocinera) el nombre del periódico para el cual yo escribía.

Me hicieron pasar a la cocina y me sentaron a una mesa llamada “mesa del pellejo”, donde saludé a María que era la madre de Jesús y a algunas ayudantes de cocina con cara de imillas. Una de las mujeres me explicó que no podía yo pasar al comedor principal porque allí estaba Jesús con sus apóstoles y que sólo podría observarlos desde la cocina.

Desde allí los conté y eran 13 en total, por lo que dije a una de las mujeres que ese número traía mala suerte, por lo que varias de ellas comenzaron a llorar. Vi cómo Jesús en gesto de humildad les lavó los pies a todos y luego se pusieron a comer un “cordero a la cruz” que habían preparado Marta y sus compañeras.

Jesús y sus apóstoles comieron poco como barruntando una desgracia y gran parte del corderito pasó a la “mesa del pellejo” donde observamos los hechos. Luego uno de los apóstoles miró a un lado y al otro, se puso de pie y abandonó la mesa haciéndose el “urgente”. Me dijeron que se llamaba Judas y anoté su nombre porque no me gustó su cara.

Después, Jesús se puso muy triste y partiendo el pan con la mano —como lo hacen los judíos— lo repartió entre todos e igual cosa hizo con el vino contenido en un cáliz. Como yo había sido sacristán antes de ser periodista, les dije a las santas mujeres: “El Señor Jesús acaba de instituir la Eucaristía para que sea alimento espiritual de los cristianos, pues equivale a su cuerpo y a su sangre”. Mis compañeras de mesa quedaron absortas.

Después, Jesús invitó a sus apóstoles a que le acompañaran a orar en el huerto de Getsemaní y todos salieron en esa dirección, aunque muchos apóstoles ya estaban de sueño.

Yo fui con ellos porque Jesús me cayó siempre muy simpático y por no perder la ocasión de escribir la noticia más grande e importante de la Historia del Mundo: La muerte y la resurrección de Jesucristo.

 
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