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Evo for ever and ever



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, domingo, 26 de septiembre de 2010

La noche del “viernes vernacular” que es mucho más divertida que el “viernes de soltero” tuvo características especiales en el naiclú Malena de la ciudad de El Alto, que es uno de los puntos más sensibles del país porque no sólo ofrece un espectáculo de estriptís al revés a su respetable público donde las bailarinas salen “calatas” y luego se van vistiendo, sino que también se ofrece otro estriptís donde importantes políticos comienzan bailando vestidos y terminan “calatos”.

Por esas razones, la noche del viernes tuvo ribetes especiales cuando el principal animador del Malena, el yatiri Titirico, anunció primicialmente la intención presidencial del señor Evo Morales de candidatear para Presidente de la República por un tercer período ya que el primero no vale porque fue en tiempos de la República de Bolivia y ahora ya estamos en la gloriosa época del Estado Plurinacional, que no es lo mismo.

La algarabía que se produjo al conocerse el anuncio del yatiri Titirico es indescriptible porque todos comenzamos a hablar y cantar en lenguas distintas, unos en aymara, otros en quechua, algunos turistas se expresaban en francés, inglés, alemán y holandés, mientras yo hablaba “yemadas” como siempre y hacía consideraciones legales y constitucionales acerca de la decisión, mejor dicho, de la intención presidencial, como si mis expresiones importaran un rábano a los que me rodeaban.

Mientras unos bailaban rock con pasos de morenada y otros se movían bailando cumbia con saltos de una diablada y yo cantaba Kalinka recordando mis noches en Moscú antes de mi deportación a Siberia, mi buena comadre Macacha llegó para auxiliarme, protegerme y ofrecerme algún dinero para pagar mi cuenta. Después de saludarla cariñosamente le conté que había sido anunciada la intención del presidente Evo de candidatear como Presidente para un tercer período administrativo, la cual le pareció magnífica a mi comadre, pues Evo resultaba un Salomón al lado de sus posibles contendientes del MAS que recién conocieron algunas reparticiones de la Nave del Estado”.

De pronto Macacha dejó de hablarme en español cochabambino y en quechua diciéndome muy campante, como si acabara de egresar del Centro Bolviano-Americano: “Oh, my God, darling querido, este anuncio de intenciones del Presidente Evo quiere decir que tendremos a Evo por ever and ever”.

Le pregunté en mi ignorancia del inglés si Evo dentro de cuatro años ya no se llamaría Evo, sino Ever Morales, explicándome mi comadre trilingüe: “No cambiará su nombre de Evo por el de Ever, sino que podría gobernar for ever and ever, ¿es que no entiende inglés, compadre? Evo tiene la intención de gobernar Bolivia for ever and ever, ¿ha comprendido usted, darling querido, mai friend and mai compadre? Le pregunté si podía darle un kiss en su oreja y mi comadre, muy seria, me respondió que no le gustaban los besucones ni los orejones y que sería una mujer virtuosa y apolítica no sólo ahora, sino siempre, y así lo sería siempre, for ever and ever.

Yo seguiré siendo un crudo for ever and ever.

El día de los encarcelados



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, sábado, 25 de septiembre de 2010

Ayer fue el día de la Virgen de la Merced y muy temprano acudí al templo del mismo nombre regido por la Orden de los Mercedarios, antiquísima Congregación dedicada en sus inicios a redimir cautivos, presos, presidarios y prisioneros que en ese tiempo arrastraban sus cadenas y grilletes en lóbregas celdas donde cumplían su cautiverio.

Alguna vez conocí por corto tiempo los rigores del encierro en la cárcel de San Pedro a causa de una calumnia por el delito público de bigamia siendo felizmente liberado al demostrar mis abogados que mi delito no fue bigamia sino de poligamia, figura penal inexistente en nuestro Código Penal, hechos que motivaron en mí un gran cariño y solidaridad con todos los encarcelados, a quienes recuerdo especialmente cada 24 de septiembre, día de la Virgen de la Merced o de las Mercedes.

Para que mi comadre Macacha no se entere de todo mi pasado, preferí visitar la cárcel solo para poder conversar más libremente con mis amigos reclusos entre los que hay feroces criminales como el “Suavecito”, alias que adquirió luego de matar a cuatro de sus mujeres utilizando polvitos venenosos en unos chairos que él preparaba para sus infortunadas esposas; hoy es un pacífico anciano que colabora en la cocina del penal, y como el “Suavecito” hay otros que cometieron delitos menores, como robos de garrafas, ladrones de gallinas y descuidistas especializados en billeteras con dólares.

El primer recluso que visité fue don Leopoldo Fernández, ex prefecto de Pando que ya lleva más de dos años de prisión preventiva y su juicio se dilata y vuelve a dilatarse por argucias judiciales que nunca concluyen y que demuestran cómo marcha la justicia en nuestro país. Le entregué un escapulario de la Virgen de la Merced y comí unas salteñas para luego gritar en la oreja de un policía que me vigilaba: “Libertad para Leopoldo Fernández”, sonriendo el uniformado.

Cuando volví al pabellón general de la cárcel muchos presos me preguntaron si yo había vuelvo a reincidir en el delito de poligamia, ofreciéndome en alquiler o en anticresis —según ellos— muy convenientes. Agradecí sus ofertas y les manifesté que ya hacía muchos años había reformado mi conducta y que en la actualidad me encontraba casado con una sola mujer, y que al viajar ésta a España temporalmente había encargado a una comadre nuestra, llamada Macacha, para que me cuidara, me protegiera y me prestara dinero, evitando así que yo volviera a incurrir en nuevas aventuras que pudieran conducirme a nuevas uniones matrimoniales.

Uno de mis ex compañeros me dijo: “¡Qué pena que te hubieras corregido y hubieras enmendado tu conducta después de tu reclusión en nuestra querida y confortable cárcel de San Pedro, donde no nos falta de nada, ni de alimentos, ni de bebidas ni de otras cosas, y donde los guardias son tan buenos y permisivos siempre que les regales unos pesitos”.

Agradecí estas pruebas de amistad carcelaria y me despedí de todos con un grito emocionado: “¡Amigos, viva la libertad!”.

¡Viva Santa Cruz!



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, viernes, 24 de septiembre de 2010

En este día del Bicentenario de la lucha por la independencia que libraron los patriotas cruceños, el grito de “¡viva Santa Cruz!” irrumpe en todos los ambientes del hermoso y rico departamento de Santa Cruz y también en los salones del naiclú Malena de la ciudad de El Alto, donde el único camba–colla soy yo, y vi por conveniente organizar una sesión de honor y una alegre fiesta en el corazón mismo de la urbe más alta del mundo.

Para entusiasmar a mis amigos alteños, coloqué anticipadamente un letrero en las puertas del Malena y que decía en grandes caracteres: “Viernes 24 — Gran Homenaje Gran — A Santa Cruz en el Bicentenario de su Gesta Libertaria de 1810 — Sesión de Honor y Gran Buri Gran — Con la nueva Banda de Saavedra— Conozca al Jumechi alteño espantando pollos — Obsequiaremos fotos del gobernador Costas y del alcalde de Santa Cruz, Percy Fernández — Obsequiaremos camisetas del Diablo Etcheverry — Trajes de tipoy para las alteñas — Sombreros de sao para los varones —”. Ante semejante anuncio, que también fue transmitido por las emisoras alteñas y cadenas de televisión, el público asistió rebasando los ambientes del Malena.

El yatiri Titirico llegó al Malena con polera y pantalones blancos y un sombrero de sao para demostrar su simpatía con el pueblo oriental, manifestándome su felicidad porque el presidente Evo hubiera sido invitado a inaugurar la Expocruz 2010, pidiéndome que disculpara la ausencia de su colega Calimán, pues aún se encontraba en Nueva York cumpliendo sus funciones de asesor en relaciones exteriores en la delegación boliviana que viajó a la Asamblea de las Naciones Unidas.

Mi comadre Macacha llegó en mi motocicleta Hardley Davidson vestida con un hermoso traje de noche que le habían “costurado” en Santa Cruz, asegurándome que estaba vestida de “Magnífica”, aunque se notaban su porte y belleza netamente cochabambina.

En la sesión de honor, que fue breve, me correspondió resaltar el valor cruceño a lo largo de nuestra historia, destacando que las virtudes de los cruceños permanecen intactas hasta nuestros días, dándonos ejemplos de patriotismo y rebeldía, comprobados diariamente. También rendí homenaje a grandes valores que lucharon en esa región de valientes y hombres trabajadores.

Hubiera querido decir más, pero mis amigos alteños se encontraban impacientes por saborear la alegría de una fiesta camba en pleno altiplano andino, hasta que fui interrumpido por los arpegios emitidos por la Nueva Banda de Saavedra que interpretaba el carnavalito Viva Santa Cruz, bella tierra de mi corazón...

Felizmente comprendí que, pasada la hora de los discursos, había llegado la hora de festejar la fecha cruceña bailando con alegría camba contagiada a mis amigos alteños generalmente tristes y melancólicos.

Empecé a saltar de alegría y saqué a bailar a mi comadre Macacha, quien recordando a mi amiga Gladys Moreno empezó a cantar en mi oreja aquellos versos que dicen: A vos, a vos que sabés del amor, a vos te pregunto por qué hay dolor...

El Día del Médico



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, jueves, 23 de septiembre de 2010

El pasado martes se celebró el Día del Médico, coincidiendo esa fecha con el Día de la Primavera, el Día del Amor y el Día del Estudiante, por lo que deberíamos entender que los médicos consideran al amor y a la primavera como enfermedades pasajeras, aunque el amor es una afección que acaba por tirarnos en la cama a los enamorados.

Como soy paradójico y a veces “parajódico”, el Día del Médico estuve enfermo, y como todos los médicos se hallaban de fiesta tuve que curarme solo porque la única curandera que encontré a mano fue mi comadre Macacha, quien al verme en el lecho del dolor y observar mis ojos de cordero degollado quiso sanarme colocándome un supositorio de Buscapina para aliviar mis espasmos dolorosos en el hígado, el órgano más noble de mi cuerpo, superior en nobleza al corazón que nos traiciona con mucha frecuencia. Quise explicar esta mi teoría a mi mencionada comadre, quien desconocía que soy un médico “frustro” aunque practico clandestinamente la medicina entre mis parientes y amigotes que acuden a mí porque no les cobro la consulta, por lo que les pido perdón a mis cuasi colegas del Colegio Médico de Bolivia.

Lo cierto es que me curé y empecé a llamar por teléfono a mis amigos médicos, comenzando por mi psiquiatra de cabecera, el doctor Marcelo de la Quintana, para felicitarlo en su día, preguntándome el Galeno qué tal me sentía ante la inminente aprobación de la Ley Contra el Racismo, contestándole que muy tranquilo porque soy un cholo feliz, nunca exploté a los campesinos porque jamás tuve fincas ni en La Paz ni en Cochabamba y mis camisas siempre me las lavó una señora española.

Mi segunda llamada fue para felicitar a mi cardiólogo, el doctor Luis Otero, quien me recomendó no bailar mucho en el naiclú Malena, porque la ciudad de El Alto no es muy apta para la cumbia villera y que controlara mis emociones al ver bailar a las señoritas del estriptís.

También felicité a mi urólogo, que me salvó la vida hace 20 años, el doctor Ramiro de la Rocha y al doctor Miguel Marañón, que controla mi diabetes y nunca me prohibió consumir un buen whisky, como también al doctor Marcelo Navajas Jr., que nunca me pidió que dejara el cigarrillo. Al doctor Mario Paz Zamora le abrazaré personalmente.

Mi comadre se extrañó porque no saludé a ningún curandero ni a ningún médico cubano de los miles que hay ejerciendo en nuestro país, y le respondí que no creo en la ciencia de los curanderos ni en la ciencia de los cubanos desde que desapareció cuando los doctores soviéticos se marcharon de la isla caribeña.

Al ver que mi estado de salud había mejorado notablemente, mi comadre Macacha me invitó a bailar y me condujo en mi motocicleta a una discoteca cercana a la facultad de Medicina y al Hospital General de Miraflores, donde celebramos la simpática fecha que une doctores y enfermos al grito unánime y sincero de “¡salud!”.

El presidente Evo en New York



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, miércoles, 22 de septiembre de 2010

Esta crónica no es producto de mi imaginación sino de la información proporcionada por mi amigo el yatiri Calimán que viajó en calidad de asesor en Relaciones Exteriores y Política Mundial de la Cancillería del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico, antes República de Bolivia, integrando la comitiva que asistió al nuevo período de sesiones de las Naciones Unidas.

Calimán me relató que la noche anterior al viaje de la delegación boliviana, el canciller Choquehuanca le había ordenado que desarrollara toda la liturgia tiwanacota para bendecir la potente nave presidencial en honor de la Pachamama y que así lo hizo k’oando al avión y rociando de pisco todos los rincones del aparato y las imponentes turbinas y todo el fuselaje.

Me dijo Calimán: «Nos elevamos suavemente cual si el avión presidencial fuera una palomita y cuando volábamos a diez mil metros de altura, la delegación boliviana pudo sesionar trazando los objetivos principales y la estrategia que seguiríamos para alcanzar aquéllos. Luego aterrizamos en el aeropuerto de New York como ‘sedita’ y no como k’arkancho como lo hacen algunas naves comerciales rusas y norteamericanas».

Dijo Calimán continuando con su relato: «El primero en descender del avión fue el presidente Evo, que ya es un ‘canchero’ en estos menesteres pues tiene más horas de vuelo que el presidente Obama, y casi tantas como la señora Hillary Clinton, secretaria de Estado y colega de nuestro ministro de Relaciones Exteriores, don David Choquehuanca, a quien amistosamente le llama my dear Choqui, Evo saludó al personal de nuestra Embajada de Bolivia en las Naciones Unidas y también a otros llunkus que acudieron desde Washington y otras ciudades norteamericanas.

»Luego nos dirigimos a unas hermosas ‘limousinas', un metro más grandes que la que tiene en La Paz tu amigo el señor Rambler, y nos condujeron a un hermoso hotel cercano al edificio de Naciones Unidas, un hotel del que no quise contar cuántos pisos tenía para no parecer un provinciano de Achacachi. Al día siguiente, me levanté tempranito, cogí mis bártulos y con mi credencial de Delegado de Bolivia me dirigí a las Naciones Unidas para celebrar mis rituales ante la tribuna desde la cual nuestro presidente Evo se dirigirá a los representantes de todo el mundo, implorando a la Pachamama que Evo hable bien y sin tartamudear.

»Sé que nuestro presidente Evo, en este momento, está ensayando el discurso que leerá ante la Asamblea y hay orden de no interrumpirlo, ni hablarle de lo que pasa en Bolivia, donde el hermano Álvaro solucionará todo con su peculiar estilacho.

»Sólo a ti te cuento, y te ruego guardar el secreto es que a nuestro presidente le mandan salteñas, humintas, ‘fricachos' y otros manjares bolivianos para que no extrañe nuestra tierra y él está chocho de la vida por vivir durante unos días en la capital del mundo».

Me contó algunas cosas más pero Calimán me ha pedido guardar el secreto.

Coca hasta en las orejas



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, martes, 21 de septiembre de 2010

El mismo presidente de los Estados Unidos, señor Obama, ha reconocido que Bolivia hace muy poco para combatir contra la cocaína y la coca. Naturalmente su voz fue escuchada en todo el mundo y mis parientes repartidos por el planeta, por lo que una de mis tías cochabambinas de apellido Quiroga me llamó desde Berlín (Alemania) para rectificar o ratificar esa información ante sus amigos salchicheros con quienes trabaja.

—¿Podría comunicagme con mi sobrino Paulino Huanca, más conocido pog sus paguientes alemanes como Von Paulus?

—Su sobrino no se halla en La Paz, sino en Ivirgarzama, zona del Chapare, donde tendría que llamarle a su teléfono móvil.

—¿Qué cagajo hagá mi sobrino en esas guegiones cocalegas? Hola sobrino, te llamé a La Paz y guesulta que estás en Iviggagzama, ¿qué cuegnos haces en el Chapague?

—Hola tía Clotilde von Karajan Quiroga. Estoy celebrando con los chapareños la primavera de la coca, que es una fiesta de amor, de prosperidad y abundancia, más o menos parecida a la fiesta de la cerveza en München o Munich, capital de Bavaria.

—¿Cómo es en el Chapague la fiesta de la Primavega de la coca?

—Elegimos a nuestra reina de la primavera de la coca, que por casualidad se llama Evita, y la bañamos en champaña antes de coronarla.

—¿Pego eso debe resultag muy cago, no?

—Aquí y en toda la región tenemos mucha plata. El mismo Vicepresidente del Estado, señor García Linera, ha admitido que la cocaína contribuye con 700 millones de dólares a la riqueza de los bolivianos.

—Eso es mucho dinego, sobrino. ¿No estagá exagegando la suma?

—Yo calculo que es mucho más tía Von Karajan Quiroga.

—El presidente de EEUU, señog Obama, ha descegtificado a Bolivia en este asunto de coca y cocaína...

—Pero nuestro presidente Evo ha descertificado a Obama y le ha dicho que no tiene la suficiente moral para criticarnos.

—Dime, sobrino, ¿qué haces tú en el Chapague?

—Ya te lo dije tía Von Karajan: mi comadre Macacha y yo celebramos la fiesta de la primavera de la coca, pues ella tiene arrendados varios catos de coca a comunarios chapareños y ambos venimos cada cierto tiempo a cobrar nuestros alquileres.

—Pego esos catos de coca y su rendimiento son de tu comadre, la chola cochabambina.

—No le digas chola porque esa palabra ya está prohibida, tienes que decirle “esa señora con pollera”.

—¿Entonces ya no existen los sándwiches de chola?

—Ya no existen, querida tía Von Karajan, ahora se llaman “sándwiches de señora con pollera”.

—¿Seguigás celebrando el día de la primavega en el Chapague?

—Así será tía Von Karajan Quiroga porque somos un país cocalero: en la Constitución se dice que la coca es una hoja sagrada; tenemos un ministerio de la Coca, el Ministro de la Presidencia apellida Coca y el Gobernador de La Paz es un señor que apellida Cocarico, ¿qué más quieres?

Bailando hasta el Piraí



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, domingo, 19 de septiembre de 2010

Con legítimo orgullo mostré a mis amigos alteños las invitaciones que recibí de la Feria Exposición de Santa Cruz, de mi amigo Cato Soruco y Manfredo Kempff, de mis tías Laurita Limpias y Piedades Pecatamundi para asistir a la Expocruz 2010 y todos se quedaron “callarus” y envidiosos, manifestando alguna dama alteña que “ella no había sido invitada y que era muy delicada de esa parte”, sin darnos oportunidad para preguntarle de qué parte era tan delicada, quedando sobrentendido que sólo se trataba de una expresión muy utilizada por un amplio sector de nuestra población mestiza.

Quien se manifestó entusiasta para viajar a Santa Cruz de inmediato para acompañarme fue mi comadre Macacha, quien me dijo: “Yo le he jurado a su esposa, compadre, acompañarle, protegerle y ayudarle económicamente en cualquier circunstancia y viajaré con usted a Santa Cruz conduciéndolo en su motocicleta Hardley Davidson al far east al que algunos llaman ‘cambodia’ cuando algún oriental llama a La Paz ‘Indinápolis, la ciudad de las 500 millas’”. Al escuchar palabras tan tiernas, y tan espontáneas, lloré por el ojo izquierdo, que es el único que me lagrimea, y le entregué mi motocicleta para que la acondicionara para el viaje, y a continuación me sacó a bailar cantando esas estrofas tan conocidas de Vámonos bailando hasta el Piraí…, que hacen vibrar mi alma oriental.

Me dio pena desencantarla y decirle que las invitaciones que recibí señalaban que eran “sin maleta”, que en lenguaje diplomático quiere decir “sin esposa” y preferí callar sabiendo que la Expocruz recibiría a más de 50.000 visitantes, entre los que estaríamos muchos collas con esposa o sin ella, con chola o sin chola, con Macacha o sin Macacha, pero mejor con Macacha, por lo que continuamos con los preparativos para asistir a la feria y para felicitar por su cumpleaños a mi amigo Cato Soruco.

Mientras Macacha revisaba los frenos de mi motocicleta, me preguntó cómo se hallaban los míos, respondiéndole que muchas veces fui un desenfrenado pero que ahora soy más prudente porque estoy desentrenado.

Aproveché la oportunidad para explicarle que la Expocruz 2010 es la mejor muestra de la Bolivia productiva y que en ella intervienen un número muy importante de países extranjeros para exponer sus productos. Cuando quise explicarle que era muchísimo más grande que nuestra Feria de Alasitas, ella me dijo que ya lo sabía y que estaba muy interesada en la rueda de negocios que genera la Expocruz para entrar en contacto con hombres de negocio pues había leído un periódico local que en nuestro país en vez de luchar contra la pobreza parecíamos entrar en una guerra contra la riqueza pues los cañones fiscales apuntan a los pocos empresarios ricos con que cuenta el país.

Después de revisar los frenos y la caja de cambios de mi motocicleta, me aconsejó durante la ruta y después de ella pensar en que me dirijo a Santa Cruz para “pirañar” y no participar en reuniones conflictivas que podrían realizarse. Así que me voy a “pirañar”, hermoso verbo cruceño que supera en expresión al verbo extranjero “chequear”.

“Paulino no es racista”



© by Paulovich



La Paz - Bolivia,sábado, 18 de septiembre de 2010

Alarmado ante la posibilidad de ser calumniado de racista y causar problemas a los periódicos que publican mi columna si se llegara a promulgar la anunciada ley sobre tal materia, solicité muy respetuosamente a mi comadre Macacha un certificado de su puño y letra en el que hiciera constar mi absoluta aversión a esa doctrina, a la cual me opuse siempre. Dice así la carta enviada por mi distinguida comadre.


CERTIFICADO: A petición verbal del interesado, para los fines que le conviniera, y en apego estricto a la verdad, yo Macacha viuda de Racacha, natural de Cochabamba, provincia Cercado, con carnet de identidad Nº 725527 (bis y además Capicúa), de profesión prestamista, certifico los siguientes hechos y aseveraciones que constan, además, a la Santísima Virgen de Urkupiña, Madre de Dios y Protectora nuestra:

1.º.- Conozco a mi compadre el señor Paulovich, que actualmente funciona con el pseudónimo de Paulino Huanca para trámites oficiales ante las oficinas estatales, municipales y provinciales porque lo acerca espiritualmente al dirigente achacacheño Felipe Quispe Huanca, de quien es sincero admirador.

2.º.- También conozco y aprecio sinceramente a mi comadre la señora Pilar Guerrero, esposa de mi compadre Paulino, quien nació en España y se matrimonió con mi compadre hace 54 años, siendo ambos mis compadres por haber apadrinado a mi hija Elisabeth en la pila bautismal, y reside actualmente en Melbourne (Australia), donde dirige una escuela para domesticar canguros.

3.º.- Al ausentarse temporalmente a España, mi comadre, la señora Guerrero, me encargó el cuidado y la protección económica de mi compadre Paulino Huanca, jurándole que lo haría gustosamente ante la Virgen de Urkupiña y ante la Virgen del Pilar, cumpliendo esa misión con seriedad y afecto, no siempre bien comprendidos por personas maliciosas y malpensadas.

4.º.- Durante todo el tiempo que acompaño a mi compadre Paulino Huanca (Paulovich) en sus actividades laborales, folklóricas y sociales, jamás pude advertir en su pensamiento y verbo el menor indicio de racismo, acompañándole no sólo en sus actividades literarias y académicas, además en los carnavales de Oruro, las fiestas de Urkupiña y otras en las que pude advertir que se sentía orgulloso de estar del brazo de una chola cochabambina, a tal extremo que algunos maliciosos creyeron y creen que soy “su chola”, lo cual no le importa porque no es racista.

5.º.- Para dar mayor sello de verdad a mis aseveraciones, certifico también que el periodista Paulino Huanca está en la lista de mis deudores morosos y amorosos, aunque tengo la certeza de que me devolverá mi dinero cuando mejoren sus ingresos por su trabajo literario, su labor como gremialista, pues también trabaja en su quiosco y en el naiclú Malena de la ciudad de El Alto, donde es el mayor accionista, y donde imparte clases de tango a las señoras y señoritas de la sociedad alteña. Es todo cuanto certifico en honor a la verdad. Macacha viuda de Racacha.

Retorné a El Alto



© by Paulovich



La Paz - Bolivia,viernes, 17 de septiembre de 2010

Estuve algunos días en la ciudad de Cochabamba recibiendo pruebas de cariño y amistad que aún vibran en mi alma. Tuve que retornar precipitadamente ante un escueto pero significativo mensaje de mi comadre Macacha, que decía:

“Ruégole, estimado compadre, constituirse en el lugar de sus funciones o será reemplazado por competente elemento perteneciente a movimientos sociales adictos al Gobierno. Atentamente, Macacha viuda de Racacha. Prestamista”.
Rápidamente monté en un avión de AeroSur (la línea de los bolivianos) y aterricé en el aeropuerto de El Alto (que antes era de La Paz), y al descender del avión vi que me esperaban mi mencionada comadre, mis amigos yatiris, algunas vedetes del estriptís que actúan en el naiclú “Malena” y notables ciudadanos alteños admiradores del alcalde de la urbe, señor Patana.

Como eran muchas las personas que acudieron a recibirme, decidieron convertirse en manifestantes, colocando a Macacha al frente, montada en mi motocicleta Hardley Davidson para que nos abriera paso por las calles de El Alto hasta el naiclú “Malena”, donde yo debería rendir un informe completo acerca de las actividades que cumplí en Cochabamba, pues había corrido la voz de que me habían propuesto trasladar el naiclú “Malena” a la ciudad de Quillacollo.

Comencé a desmentir el rumor de trasladar al “Malena” a Quillacollo atribuyendo esa versión a elementos desplazados del neoliberalismo y de la Embajada de los Estados Unidos, palabras que despertaron aplausos en la colectividad alteña, que es el bastión del antiimperialismo norteamericano. Ya tranquilizado el ambiente, informé que el periódico Los Tiempos, la editorial Canelas y el círculo de Senadores de la Cámara Junior de Cochabamba nos honraron a don Joaquín Aguirre Lavayén y a este periodista en un acto celebrado en el Club Social. El acto en homenaje a dos cochabambinos con motivo del Bicentenario de la lucha independentista fue solemne y emotivo, pues se aclaró que yo había nacido en La Paz.

También informé a mis amigos alteños que el 14 de septiembre en la Sesión de Honor del Concejo Municipal de Cochabamba recibí una medalla al ser nominado mediante una ordenanza “Amigo de Cochabamba” recibiendo la joya de manos del concejal Julio César Baldivieso, uno de mis héroes deportivos. En la testera estuvieron el presidente Evo Morales, el vicepresidente García Linera y la presidenta del Concejo, Silvia Lazarte.

Por último, informé de la ceremonia en la que fui bautizado a orillas del río Rocha, con las aguas del río previamente desinfectadas, siendo mis madrinas la señora Jazna Matulic viuda Carevic, su hija Katiuchka y la señora Sonia Krsul, siendo testigos del acto cívico–religioso mis amigos el Negro Guardia, don FENA Canelas, don Raúl Gorostiaga, los periodistas Juan Cristóbal Soruco y Winston Estremadoiro, además de don Álvaro Durán, del famoso restaurante “La Suiza”.

Mi informe de actividades fue aprobado por unanimidad y los yatiris Calimán y Titirico destaparon la botella de “champú” celebrando el retorno a mis actividades periodísticas y “nocturnales”.

Nos adiestrarán militarmente



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, domingo, 12 de septiembre de 2010

Después de saludarme militarmente y cuadrarse ante mí, cual si ella fuera un soldado, me preguntó si le permitía ponerse a discreción para hablar conmigo con mayor soltura, respondiéndole que se pusiera en la posición que le diera la gana y que me explicara de una buena vez a qué venía su vestimenta militar y toda su extraña parafernalia.

Se tendió en el sofá de mi living y me preguntó si yo prefería que ella se echara de culito supino o de culito dorsal y tuve que corregir su terminología explicándole que no era correcto expresarse así porque la verdadera expresión es “decúbito supino o decúbito dorsal”, algo que la cholita cochabambina no había sabido. Pues bien, vayamos al grano.

Mi comadre me contó que durante la noche del miércoles pasado ella había visto en un canal de televisión el entrenamiento militar que se impartía a los militantes del Movimiento Al Socialismo en un cuartel de la ciudad de Montero, en el departamento de Santa Cruz, y que los ejercicios le habían parecido fascinantes y con armas de fuego de verdad y proyectiles de guerra.

Haciéndome el enterado, le dije que yo lo sabía, pero que tales entrenamientos no me preocuparon porque la idea de una guerra contra un enemigo externo me parecía un disparate y también la posibilidad de un enfrentamiento interno entre las fuerzas del presidente Evo y la oposición política.

Ella insistió en que vio con sus propios ojos y oyó con sus propias orejas que el entrenamiento era muy serio y que había visto a mozos masistas, empleados públicos y también a cholitas como ella, unas con polleras y otras con blujines, adiestrarse en el manejo de armas de fuego y en ejercicios de combate. Le dije a mi comadre que ya vi los años 50 y 60 del pasado siglo a los milicianos del MNR y que estos hechos actuales no me sorprendían ni alarmaban.

Lo grave fue cuando Macacha me dijo que ella y yo nos adiestraríamos militarmente en Montero tras los festejos del 14 de septiembre en Cochabamba y que recibiríamos juntos las instrucciones de tiro impartidas por militares profesionales. Yo traté de disuadirla de tan loca idea porque ya soy hombre viejo, pero ella rechazó mi argumento y me preguntó cuántos años hacía que no practicaba el tiro en ejercicios de combate, respondiéndole que ya me había olvidado, pero ella me alentó y me dijo: “Tiene usted que venir conmigo a Montero, donde le recordarán los militares lo emocionante que es combatir y tirar con armas de fuego. Patria o Muerte. Venceremos”.

Cochala de corazón



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, sábado, 11 de septiembre de 2010

El periódico Los Tiempos y los senadores de la Cámara Junior de Cochabamba decidieron honrar a don Joaquín Aguirre Lavayén y a este periodista con motivo del Bicentenario de la gesta libertaria que protagonizaron los patriotas para conquistar la libertad de nuestros pueblos y conformar una nueva nación que se llamaría y se llama aún Bolivia.

El homenaje que recibiremos los nombrados me parece muy justo en lo que se refiere al ilustre cochabambino don Joaquín Aguirre Lavayén, prestigioso hombre de letras, exitoso empresario y realizador de una obra que comunica a Bolivia con el océano Atlántico como es Puerto Aguirre, por el cual exportamos nuestra soya y otros productos allende los mares. La vida y la obra de Aguirre Lavayén merecen ese homenaje, mientras que el mío me causó sorpresas porque no he nacido en Cochabamba y no he realizado ninguna obra de cierta magnitud ni en el campo literario ni en la realización empresarial.

Sólo sé que mis padres fueron cochabambinos y tal vez ellos se encargaron de dotarme de un corazón cochabambino del cual fluye un caudal rojo que es valiente en la guerra y es sonriente en la paz, como son los quechuas que habitan en nuestros valles y también en tierras altas.

Mañana, don Joaquín y yo recibiremos ese homenaje que agradecemos el grande Joaquín y el pequeño Paulovich, quien para no desentonar en esta época de exaltación originaria cambió temporalmente su nombre literario de Paulovich al de Paulino Huanca, que me acerca espiritualmente a un famoso Mallku de Achacachi.

Quiero subrayar mi agradecimiento al periódico Los Tiempos de Cochabamba y a su noble Director por ser parte principal del homenaje a dos cochabambinos, uno de estirpe y de nacimiento y otro de corazón ligado a los Prudencio y a los Claure, y también a los Quiroga como casi todos los cochabambinos.

Respecto del gran matutino que fundó Demetrio Canelas y que los cochabambinos que saben le llaman el Times from Cochabamba, ya existió en la época del incario con el nombre de El Timpu y su director fue don Túpac Canelas, según últimas revelaciones de unos yatiris que actualmente asesoran a algunos personajes del Gobierno actual que inventaron la wiphala y el amauta Mejillones que coronó en Tiwanacu a nuestro actual Presidente, haciéndolo quedar mal al Mandatario al ser descubierto fabricando y portando cocaína.

Por ése y otros motivos no creo mucho en los mencionados yatiris y pongo en duda su versión de que Los Tiempos ya existía en tiempos del incario.

Hoy y mañana estaré en Cochabamba rodeado de mis amigos senadores de la Cámara Junior y de mis amigos y parientes a quienes reitero que soy cochabambino de corazón y que me siento orgulloso de ser paceño y por haber sido su diputado, su concejal y también su Alcalde durante cuatro meses.

Se posterga parto de trillizos



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, viernes, 10 de septiembre de 2010

Mi comadre Macacha es muy cumplidora de sus obligaciones sociales y sabe con exactitud la fecha en la que comenzó el embarazo de sus amigas y también de sus enemigas, y llega a tal punto su control de natalidad que alguna vez me dijo: “A mí no me viene con cuentos, pues la fulana se habrá casado en enero, pero su wawa nacerá en mayo porque ella ya estaba gorda y tuvieron que usar calzador para meterla en su traje de novia”.

Alguna vez me pide que la lleve en mi moto Hardley Davidson a visitar a sus amigas embarazadas a punto de dar a luz y les lleva regalitos para el futuro bebé como polkitos y chambritas de lana y también algunas cosas raras que suelen antojarse las señoras y señoritas embarazadas, como frutillas con crema chantilly o salchichas alemanas, pero cortadas en rodajitas.

Hace dos días me pidió que la acompañara a visitar a su amiga parturienta llamada Juanacha de la Granada que esperaba dar a luz unos trillizos en una posta municipal, lo que me emocionó, pues no había visto nacer a trillizos, ni siquiera al trío Los Panchos, ni a un triunvirato militar que llegó al Palacio de Gobierno.

Encontramos a la señora Juanacha, la amiga de mi comadre Macacha, debatiéndose en medio de dolores parturientos que hacían presagiar el pronto advenimiento de los trillizos que hasta ya habían sido bautizados y en medio de sus ayes lastimeros me pareció que pedía la presencia de una imilla, aclarándome una enfermera que no llamaba a ninguna imilla, sino a un famoso partero de apellido Revilla que había atendido a Juanacha desde los comienzos de su embarazo triple. Al enterarme de ese antecedente, pedí al Director de Maternidad de la Posta Municipal que enviara a la doctora Niño de Guzmán (especialista en Niños

—como lo demuestra su apellido— que fuera a buscar al doctor Revilla, atendiendo al angustioso pedido de la parturienta Juanacha).

La concejal y pediatra fue en un vehículo municipal en busca del obstetra Sin Miedo, pero el doctor Revilla no le pudo encontrar porque en ese momento se hallaba correteando por el Contralor chuto que lo perseguía, pues debía rendir cuentas de gastos de representación que le habían asignado para ser Padrino de los trillizos que deberían nacer de la infortunada Juanacha.

Mi comadre Macacha, consternada ante los dolores de su amiga parturienta Juanacha, pidió al Director de la Posta Municipal que le practicaran una operación cesárea a la parturienta porque los trillizos ya debieron haber nacido hace meses y ya estarían kaspotes.

Sin embargo, el Director de la Posta Municipal determinó que el nacimiento de los trillizos se postergase una vez más hasta el mes de diciembre, sin especificar si era diciembre de este año.

Me despedí de Juanacha y Macacha le dejó como regalo unas frutillas con crema chantilly para aliviar sus antojos.

Como a muchísimos paceños, me dolió esta nueva postergación del nacimiento de estos trillizos. ¿No será que se espera que sea un alcalde del MAS el padre y la madre de los trillizos?

Inversionistas muy machos



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La Paz - Bolivia, jueves, 09 de septiembre de 2010

Después de mucho tiempo recibí una llamada telefónica de mi tía Clothilde von Karajan Quiroga desde Berlín, ciudad en la que reside hace muchos años sin olvidar jamás a su Cochabamba natal que se apresta a festejar el Bicentenario de su Lucha Libertaria.

—¿Podría usted comunicagme con mi sobrino Von Paulus, tempogalmente conocido como Paulino Huanca?

—No se puede, señora, porque está en el baño desde que el Gobierno nacionalizó la fábrica de cemento en Sucre.

—¡Ah, picago! Egues tú y he gueconocido tu voz.

—Es que la mayor parte del tiempo estoy en el baño temblando de miedo porque soy inversionista.

—No sabía que fuegas invegsionista y que el Gobiegno podría quitagte tus empresas, ¿podrías decigme cuáles son?

—Soy accionista del naiclú Malena en la ciudad de El Alto, soy Director de una Academia de Tangos, soy propietario de un quiosco en las cercanías de la Buenos Aires avenue, donde vendo cursos de aymara por correspondencia a los cholos que trabajan en la Administración Pública, y por último soy propietario y fundador del periódico Achacachi Times, hoy alquilado a los Ponchos Rojos.

—¡Qué maravilla, sobrino! Tienes gazón paga pegmaneceg tantas hogas en el baño, luego de lo que sucedió en la fábrica de cemento en Sucre. Es que al más macho de los invegsionistas se le afloja el estómago al sabeg de ese atropello. ¿Y tú crees, sobrino, que ese hecho podría pegjudicag a Bolivia ahuyentando a nuevos inversionistas?

—Me parece que sí, tía Von Karajan, porque los inversionistas extranjeros no son tan machos y tan arriesgados como somos los bolivianos. Ellos quieren garantías para sus inversiones y también exigen seguridad jurídica para las empresas que podrían crear.

—Yo soy muy macha, sobrino, pogque soy cochabambina y mi maguido ha sido alemán y ha sido hégoe de la guegga mundial pego no me animaguía a poneg una fábrica de salchichas en Bolivia, ni tampoco una fábrica de cemento. ¿Y crees que otras empresas de bolivianos se encuentran en peligro de ser estatizadas o nacionalizadas?

—Algunos hombres importantes del Gobierno le tienen ojeriza a la empresa AeroSur, que es de un camba macho que apellida Roca y a la que andan inspeccionando e investigando, y multando para favorecer a una empresa de aviación estatal de reciente creación. También escuché que alguien ha pedido la nacionalización de la Coca-Cola, pero no creo que lo hagan muy pronto porque la fórmula de esa bebida es un secreto muy bien guardado en Estados Unidos.

—¿Y ahoga tienes miedo que pog decreto estaticen algunas de tus empresas en Bolivia?

—Sólo siento miedo que se apoderen del naiclú Malena creyendo que mi comadre Macacha, este periodista y mi motocicleta Hardley Davidson formamos parte del inventario.

—Adiós, sobrino, que te mejogues del estómago. Aufidensen.

Quieren recuperar a Tuto



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La Paz - Bolivia, miércoles, 08 de septiembre de 2010

Como a muchísimos bolivianos, la cara se me puso roja de vergüenza al conocer la disposición de una autoridad judicial de encarcelar al ex Presidente Constitucional de Bolivia por dos años y algunos meses por calumnias e insultos al Banco de la Unión, mientras el candidato a reo se encontraba en Estados Unidos cumpliendo sus deberes maritales y paternales porque su esposa es ciudadana norteamericana.

Como generalmente sucede en nuestro país que los juicios por calumnias e insultos se realizan entre cholas o entre mujeres de mediana educación, acudí a mi comadre Macacha para preguntarle si ella fue enjuiciada o enjuició a alguna ciudadana de baja estofa por calumnias e insultos, respondiendo la cholita cochabambina que enjuició por ese delito verbal a una chola que se resistía a devolverle un préstamo de dinero y que la insultó y la ofendió gravemente con estas palabras: “No te devolveré nunca tu dinero porque eres una Ana Bolena cochabambina...”. Cuenta mi comadre que ella no sabía nada de Ana Bolena, pero que un amigo abogado que tenía y que era muy culto le había aclarado que aquella chola malagradecida quiso decirle que era una pluma. Llevado el caso a los tribunales de Tiraque, el juez determinó que la injuria era muy grave, obligando a la ofensora a un arresto de 24 horas y al pago del dinero que le había prestado mi comadre.

Después, Macacha y yo viajamos a la ciudad de El Alto en mi motocicleta Hardley Davidson conducida por Macacha porque ambas (mi comadre y mi moto) despiertan envidiejas entre los yatiris, los empleados del señor Patana, más conocidos como “patanudos” en dicha ubre, perdón, urbe, y los intelectuales alteños, muchos de los cuales son catedráticos de la UPEA, que fueron los primeros en designar Doctor Honoris Causa a nuestro presidente Evo Morales.

Lo primero que dije a los yatiris y a los habitúes del Malena, naiclú alteño, fue mi vergüenza por la decisión judicial de encarcelar al ingeniero Tuto Quiroga, ex presidente de Bolivia, por dos años y seis meses, por haber lanzado injurias y calumnias al Banco de la Unión, como si esta entidad fuera una cholita virgen e inmaculada que nunca conoció varón nacional o extranjero.

La respuesta de los brujos andinos no se dejó esperar y el yatiri Calimán me dijo: “Lo que el Gobierno y la Justicia (que son la misma cosa) quieren es recuperar a Tuto Quiroga, quien se hallaba en Estados Unidos sometido a la opresión del capitalismo norteamericano y de su esposa que es nacida allí, igual que tú sufres la opresión del imperialismo español. El Gobierno del presidente Evo y su brazo derecho, que es gran parte de la Justicia, quieren recuperar a Tuto metiéndolo en la cárcel durante dos años y seis meses, que es el tiempo necesario para inhabilitarlo si en próximas elecciones presidenciales quisiera Tuto candidatear a Presidente de la República”.

Entonces comprendí la maniobra y, recuperando a mi comadre Macacha y a mi motocicleta Hardley Davidson, salí del Malena atribuyendo su autoría a una mente demoniaca nacida en Cuba o en Venezuela.

Se enterró sin banda



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La Paz - Bolivia, martes, 07 de septiembre de 2010

El otro día y sin avisar a nadie, ni a sus amigos ni a sus discípulos, emprendió un viaje sin retorno el insigne historiador don Alberto Crespo Rodas, quien, al enterarse de esta crónica, posiblemente me diga sonriendo y con voz muy queda: “No me llame usted ‘insigne’ aprovechándose de que yo hubiera muerto”. Pero lo dicho, dicho está y no pienso rectificar.

Qué tan viejo seré que conocí a la madre de don Alberto, doña Sara Rodas viuda de Crespo, en cuya casa de la calle Fernando Guachalla, esquina Abdón Saavedra, viví como inquilino con mi familia recién creada y sin saber que al frente tenía su residencia el poderoso coronel Claudio San Román, de quien se contaban cosas terribles en aquellas épocas revolucionarias.

Ahora debo trasladar mis recuerdos a Madrid, cuando en 1953 fui becado a España para estudiar periodismo. Fue en la pensión Azor, situada en la Gran Vía, donde vi por primera vez a don Alberto Crespo y a su esposa, Alicia Quintanilla, quienes se preparaban para viajar a Sevilla, destino del historiador paceño que se aprestaba a desempolvar documentos en el Archivo de Indias.

No puedo presumir de que fui amigo íntimo de don Alberto, aunque seguí desde los periódicos donde pasé y pasó mi vida los pasos importantes de don Alberto, su vida en los archivos y en las bibliotecas, sabiendo un día que llegó a ser Director de la Biblioteca de la Universidad de San Andrés.

En uno de sus libros que recoge pasajes de su vida y recuerdos de su juventud, me enteré de sus luchas políticas cuando éstas eran confrontaciones ideológicas no exentas de pequeños encontrones callejeros con patadas y sin patadas, con piedras y sin piedras. Qué emocionante fue para mí saber que don Alberto había sido un joven luchador de izquierdas y que había combatido por ellas, como la mayor parte de los bolivianos idealistas.

Uno de los amigos de don Alberto que se llamó Augusto Gotret me contó una vez algunos pasajes de las contiendas ideológicas que se libraron durante sus años juveniles en las principales universidades de nuestro país, y me aseguró que don Alberto había cantado muchas veces esas estrofas populares que decían: Camaradas viva el PIR, viva el PIR y nada más, el Partido que al subir nos dará la libertad. Cuando mi amigo Gotret me aseguró que le había oído cantar esas estrofas, me sentí feliz porque me probaban que don Alberto había sido joven alguna vez, y había cantado por las calles como todos nosotros lo hicimos.

Unas palabras para que Alicia, su esposa, y María Alicia, su hija, le digan a don Alberto: “Paulino Huanca escribió una crónica que no es un obituario sino un mensaje de amistad callada y profunda por el cual te pide disculpas porque él sabe que nunca te gustaron los discursos laudatorios y que por eso tú adquiriste un ticket (one way ticket) para viajar sin hacer ruido y sin acompañamiento de la Banda Municipal de Música y de oradores enlutados que digan que el difunto era muy bueno”.

Concurso de acusadores



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La Paz - Bolivia, domingo, 05 de septiembre de 2010

Nunca fui muy aficionado a la celebración del “viernes de soltero”, arraigada costumbre boliviana a cuyo conjuro se reúne un grupo de amigos para celebrar un efímero y falso solterío que casi siempre termina en horas de la madrugada del sábado, cuando los festejantes concluyen arrodillados ante la mujer y cantando como en Copacabana o Urkupiña los versos que dicen: A vuestros pies, madreeee, llega un infeliz, cargado de angustias y de penas mil.

Por esa razón, el último viernes monté en mi motocicleta Hardley Davidson y fui a buscar a mi comadre Macacha, que no es mi mujer ni mi novia ni mi amante y me presta plata, y con eso tengo bastante, parafraseando una copla española. Llegado a su casa y mostrándole mi bella moto, le dije con galantería: “Maneje usted mi moto, comadre, pero póngale gasolina porque no tiene una gota y présteme unos pesos que deberá usted anotar en la cuenta del notario”.

Generosa como siempre, cumplió con mi pedido y nos dirigimos al naiclú Malena de la ciudad de El Alto, donde los buenos y alegres ciudadanos celebran la noche del viernes con el nombre de “viernes vernacular”, como prueba de respeto a las costumbres originarias.

La sala principal del Malena, rebosada de un respetable público vernacular donde reinaba la alegría y el respeto mutuo, pues las señoras y señoritas pagaban la cuenta de sus acompañantes varones y eran ellas quienes nos invitaban a bailar, como siempre debería ser porque he comprobado que los varones tímidos somos muchos.

Todo iba maravillosamente hasta que aparecieron los yatiris medio tundikis luego de asistir a una reunión de la Conalcam que no sé qué decir, pero allí sólo están los que roncan fuerte en el nuevo Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico. Los brujos andinos, al ver mi moto Hardley Davidson estacionada en la puerta, se pusieron a despotricar contra el Dr. Chito Valle, ex prefecto de La Paz, y comenzaron a acusarlo de todo, abriéndose un concurso de acusadores que fregó la fiesta que estaba tan hermosa, tan alegre y tan barata.

Aprovechando de que Chito Valle se halla encarcelado en San Pedro, los parroquianos alteños que asistían al viernes vernacular lo hicieron “ancho” y lo acusaron de muchísimos delitos de malversación cuyo monto sobrepasa los 100 millones de dólares, dinero que es irrecuperable y que —según el acusador— pertenecía a todos nosotros. Otro lo acusó de poseer diez motocicletas Hardley Davidson y de tener casas en todas las ciudades de Bolivia, otra en Miami y otra en Buenos Aires. Otro acusador dijo en su mamadera que el Chito Valle no era médico y que sólo chupaba sangre de los pobres para venderla en el exterior, y un alteño desconocido lo acusó de no saber nadar aunque nadaba en la abundancia. Como el concurso de acusadores fregó esa fiesta tan alegre y tan barata, la saqué a mi comadre Macacha del Malena no sin antes decirle que no que no hay nada que me disguste más que escuchar la voz de los acusadores, porque siempre está teñida con el color de la envidia, y quien esté libre de pecado que tire la primera “k’ala”…

Macacha no es de cemento



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La Paz - Bolivia, sábado, 04 de septiembre de 2010

Al conocer el decreto de expropiación de las acciones pertenecientes al señor Samuel Doria Medina en la Fábrica de Cemento de Sucre monté en mi motocicleta Hardley Davidson y me dirigí a la casa de mi comadre Macacha para preguntarle si algo malo le había sucedido, porque “las desgracias nunca vienen solas”, encontrándola tranquila en su casa del barrio San Miguel, donde ahora viven muchos cholos con plata.

La encontré tranquila contando sus billetes recién cobrados por concepto de intereses usurarios correspondientes al pasado mes de agosto, acercándome a los dólares para ver si podía yo reconocer algunos de los míos, pero no vi ninguno porque todos los que entrego llevan una inscripción pequeña que dice fantasiosamente “recuerdo de una noche de amor”.

Expresándole mi alarma por la decisión gubernamental de incautarse de las acciones del señor Samuel Doria Medina en la industria cementera de Chuquisaca, pregunté a mi comadre Macacha si ella posee acciones en algunas sociedades anónimas, respondiéndome con su estilacho propio: “No soy ninguna cruda para tener acciones, porque debes saber que acciones quitan pasiones y despiertan ambiciones de los muchos manganzones que hay en las gobernaciones. Yo meto mi plata en seguras inversiones que gozan de protecciones, como son las plantaciones de la coca y sus derivaciones”.

Para tranquilizar mis temores de que ella podría ser expropiada de sus riquezas, Macacha me aseguró que ella no es de cemento ni tampoco ha candidateado para presidenta ni ha organizado un partido, reiterándome: “No soy de cemento y si no crees toca, soy de carnecita”, mostrándome unos de sus brazos para que lo tocara, lo que hice rápidamente para luego preguntarle sin malicia alguna: “¿Y el resto de tu cuerpecito también es de carnecita..?”.

Ella se ruborizó ante mi pregunta y me recordó que hace pocos días el vicepresidente García Linera nos había asegurado a todos los bolivianos que el Gobierno no nos quitaría nuestras propiedades urbanas y que podríamos tener dos o tres casas, pero no dijo nada acerca de fábricas de cemento que generalmente no están en medio de las ciudades, como es el caso de la fábrica Fancesa, en Chuquisaca.

Al finalizar nuestra conversación amigable acerca de estos asuntos, dije a mi comadre que el Gobierno ha anunciado que dentro de 180 días (seis meses) el Gobierno revisaría los números en dicha fábrica y de acuerdo a éstos le devolvería al señor Doria Medina los dineros que había invertido.

Mi comadre sonrió ante mis palabras y me dijo a su manera, con música de My way: “Yo no creo, pues , waway en pajaritos preñados, yo sólo te recomiendo, compadre periodista. Lo mismo dijo el presidente Evo cuando nacionalizó Entel, que era de una corporación italiana, y hasta hoy no se ha pagado un centavo pese a los árbitros internacionales”.

Las cosas que sabe mi comadre cochabambina, que no es de cemento y felizmente es de carnecita. Y que nunca podrá ser expropiada.

Mi moto Hardley Davidson



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La Paz - Bolivia, viernes, 03 de septiembre de 2010

Anoche, aún no repuesto del ataque surtido que sufrí en mi cuerpecito con dolores en mis ttusus, el nervio asiático, perdón, nervio ciático y algunas de mis cañerías, rogué a mi comadre Macacha que me acompañara a la ciudad de El Alto, pues debía cumplir con mis clases de tango a mis apreciadas discípulas de la sociedad alteña; la comadre aceptó mi pedido, aunque me rogó que para llegar a la ubre, perdón, urbe alteña utilizáramos mi motocicleta Hardley Davidson en vez de montar en un incómodo minibús, donde no falta algún pasajero, y a veces el mismo chofer, que le meten mano sin consideración ni respeto.

Ella se puso al frente de mi potente motorizado mientras yo me prendí con fuerza a su cintura; de esa manera cubrimos la distancia en pocos minutos y llegamos con la moto hasta la misma pista principal del naiclú “Malena”, donde mi comadre me depositó. El público asistente rodeó inmediatamente mi motocicleta y no faltó un cholo malencarado que comentara en voz alta: “Es una hermosa motocicleta, aunque muy parecida a la que utilizaba el ex prefecto Chito Valle...”

Quise responder al malévolo comentario del sujeto, pero se me adelantó mi comadre, quien propinó una bofetada al desconocido y me condujo a la sala donde funciona mi academia de tangos, rogándome que olvidara el incidente mientras “craneaba” una aclaración pública en la que se puntualizara que mi motocicleta Hardley Davidson, alias “la pedorra”, no tiene ningún parentesco con la que usaba el señor Chito Valle, ex prefecto de La Paz. Dejé a mi comadre y enseñé a mis alumnas a bailar el tango “Volver”, cuya letra dice: Volver, con la frente más “chita”, las nieves del tiempo platearon mi sien...

Al salir de mis clases, mi comadre Macacha me reprochó por el calor y devoción que puse con una de mis alumnas a quien abracé con demasiada fuerza, según Macacha, charlando luego acerca de la motocicleta Hardley Davidson y que despierta envidiejas entre algunos alteños que no ven con buenos ojos a un profesor de tango que tiene una comadre como la Macacha y una moticicleta hermosa que recorre los caminos con el apodo de “la pedorra”.

La cochabambina me aconsejó colocar en una de las paredes del “Malena”, en el jol (hall) de la Alcaldía de la ciudad de El Alto y en la fricasería Los Tres Chanchitos de la feria 16 de Julio un cartel que dice lo siguiente: “Aclaración Pública: Por respeto a la opinión pública alteña, hago saber que la señora Macacha viuda de Racacha y la motocicleta Hardley Davidson, ambas negras y sin placas, no son de mi propiedad ni pertenecen a nadie, aunque ambas (mi comadre y mi motocicleta) me prestan grandes servicios en mis múltiples actividades. Declaro que ambos vehículos, mi motocicleta y mi comadre Macacha, fueron adquiridos casi legalmente jugando al cacho con el señor Emiliano Racacha (Que en paz descanse), quien fue esposo de mi comadre y verdadero propietario no sólo de la comadre, sino también de la motocicleta mencionada. Firma Paulino Huanca y certifica la verdad: Macacha viuda de Racacha”.

La ciudad más fiestera



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La Paz - Bolivia, jueves, 02 de septiembre de 2010

A raíz de mi participación activa en las fiestas de presterío realizadas en honor a Santa Rosa de Lima y al venerable San Agustín, obispo de Hipona, tuve que permanecer en el lecho del dolor durante varios días, víctima de agudos dolores reumáticos, inflamación del nervio ciático y oxidación de algunas cañerías, males que perjudicaron mis actividades periodísticas y me impidieron participar en las manifestaciones callejeras dispuestas por las varias organizaciones de trabajadores gremiales a las que me honro en pertenecer.

La primera y más solícita de mis visitantes fue mi comadre Macacha, quien al ingresar en mi alcoba conyugal, convertida en sala de terapia intensiva, empezó a dar gritos alarmistas de:

“Dónde está mi agonizante, compadre, yo le curaré de todas sus dolencias porque soy la única que sé de la terapia que él necesita y la única con poder notarial otorgado por su esposa para ponerle lavativas, introducirle supositorios y masajear sus ttusus”.
Yo fingí estar muy grave y le pedí que se abstuviera de ejecutar esas medidas y que pronto estaría bien de salud, pues tengo muchos presteríos en mi barrio con motivo de la fiesta del Señor de la Exaltación que se venera en mi parroquia de Obrajes.

Entonces, ella comenzó a tratar de aplicarme una cura psicológica para levantar mi ánimo y empezó a contarme que unos amigos suyos que dirigen organizaciones turísticas le habían comunicado un plan publicitario para divulgar el eslogan de “La Paz es la ciudad más fiestera de Bolivia”, pues en esta ciudad bailamos y nos divertimos durante todo el año y lo hacemos por motivos religiosos y también de otra índole. Sin ánimo de discutir con mi comadre sobre ese tema tan importante y que ella domina más que yo, le dije que yo sólo bailaba en la fiesta del Gran Poder, respondiéndome la cochabambina que yo era un mentiroso, hipócrita y un traidor porque ella sabía que desde que comenzó el año yo había bailado en la fiesta del año nuevo en El Malena con mi grupo de los devotos de San Silvestre y que el 6 del mismo mes había bailado en honor a los Reyes Magos y que mi pareja era una chola achacacheña llamada Melchora y que mi romance con ella duró hasta el 24 de enero, cuando bailé en un presterío en honor a la Virgen de La Paz durante tres días con una birlocha gorda llamada La Mutincha, para luego celebrar los carnavales en febrero, cuando fui a Oruro con ella (mi comadre Macacha), gracias a un préstamo en dólares que ella me hizo y que hasta ahora (ya estamos en septiembre) no he cancelado ni los intereses mensuales.

Ante esta demostración palmaria de lo mucho que me había divertido al comenzar el año, preferí callar después de decirle a mi comadre que ella y sus amigos de empresas turísticas tenían toda la razón para utilizar el eslogan de “La Paz es la ciudad más fiestera de Bolivia”.

Mirándome con cierto enojo, mi comadre agravó mi estado de salud cuando me dijo:

“Además, le recuerdo, compadre, que hoy estamos a comienzos de septiembre y me parecería bien que un caballero como usted, aunque sufra de reumatismo, me abone los intereses que me debe por el préstamo en dólares que le hice el mes de febrero”.

La ciudad más fiestera



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La Paz - Bolivia, jueves, 02 de septiembre de 2010

A raíz de mi participación activa en las fiestas de presterío realizadas en honor a Santa Rosa de Lima y al venerable San Agustín, obispo de Hipona, tuve que permanecer en el lecho del dolor durante varios días, víctima de agudos dolores reumáticos, inflamación del nervio ciático y oxidación de algunas cañerías, males que perjudicaron mis actividades periodísticas y me impidieron participar en las manifestaciones callejeras dispuestas por las varias organizaciones de trabajadores gremiales a las que me honro en pertenecer.

La primera y más solícita de mis visitantes fue mi comadre Macacha, quien al ingresar en mi alcoba conyugal, convertida en sala de terapia intensiva, empezó a dar gritos alarmistas de: “Dónde está mi agonizante, compadre, yo le curaré de todas sus dolencias porque soy la única que sé de la terapia que él necesita y la única con poder notarial otorgado por su esposa para ponerle lavativas, introducirle supositorios y masajear sus ttusus”.

Yo fingí estar muy grave y le pedí que se abstuviera de ejecutar esas medidas y que pronto estaría bien de salud, pues tengo muchos presteríos en mi barrio con motivo de la fiesta del Señor de la Exaltación que se venera en mi parroquia de Obrajes.

Entonces, ella comenzó a tratar de aplicarme una cura psicológica para levantar mi ánimo y empezó a contarme que unos amigos suyos que dirigen organizaciones turísticas le habían comunicado un plan publicitario para divulgar el eslogan de “La Paz es la ciudad más fiestera de Bolivia”, pues en esta ciudad bailamos y nos divertimos durante todo el año y lo hacemos por motivos religiosos y también de otra índole. Sin ánimo de discutir con mi comadre sobre ese tema tan importante y que ella domina más que yo, le dije que yo sólo bailaba en la fiesta del Gran Poder, respondiéndome la cochabambina que yo era un mentiroso, hipócrita y un traidor porque ella sabía que desde que comenzó el año yo había bailado en la fiesta del año nuevo en El Malena con mi grupo de los devotos de San Silvestre y que el 6 del mismo mes había bailado en honor a los Reyes Magos y que mi pareja era una chola achacacheña llamada Melchora y que mi romance con ella duró hasta el 24 de enero, cuando bailé en un presterío en honor a la Virgen de La Paz durante tres días con una birlocha gorda llamada La Mutincha, para luego celebrar los carnavales en febrero, cuando fui a Oruro con ella (mi comadre Macacha), gracias a un préstamo en dólares que ella me hizo y que hasta ahora (ya estamos en septiembre) no he cancelado ni los intereses mensuales.

Ante esta demostración palmaria de lo mucho que me había divertido al comenzar el año, preferí callar después de decirle a mi comadre que ella y sus amigos de empresas turísticas tenían toda la razón para utilizar el eslogan de “La Paz es la ciudad más fiestera de Bolivia”.

Mirándome con cierto enojo, mi comadre agravó mi estado de salud cuando me dijo: “Además, le recuerdo, compadre, que hoy estamos a comienzos de septiembre y me parecería bien que un caballero como usted, aunque sufra de reumatismo, me abone los intereses que me debe por el préstamo en dólares que le hice el mes de febrero”.

Vamos con Irán, ¿cómo nos ira?



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La Paz - Bolivia, miércoles, 01 de septiembre de 2010

Esperé ansioso el retorno del yatiri Calimán, quien acompañó al presidente Evo como parte de la comitiva oficial que visitó Corea del Sur la semana pasada en calidad de asesor del canciller Choquehuanca hasta que al fin le pude encontrar en el naiclú “Malena” de la ciudad de El Alto, donde ofreció una conferencia de prensa durante la cual informó sobre el rol que le cupo desarrollar en su primer viaje oficial.

Allí me encontré con apreciados colegas de la prensa, radio y televisión, a quienes vi después de mucho tiempo, pues ahora distribuyo mi tiempo en diversas actividades: periodismo, profesor de tango, gremialista propietario de un quiosco y director de Relaciones Públicas del motel “Devórame otra vez”. El asesor de Política Internacional doctor Calimán se hizo esperar una hora por los periodistas para darse mayor importancia, tiempo que aprovechamos para “hacerlo flecos” y calificarle de charlatán, aprovechador e ignorante de la política exterior.

Para disimular sus flaquezas, comenzó por describir largamente el sentido de la koa (ofrenda a la Pachamama) en el estreno del avión presidencial, ceremonia que no podía faltar en una ocasión excepcional. El yatiri nos explicó que tuvo que ofrendar a los dioses aymaras koa light, pues el piloto del fastuoso avión (cuyo nombre es un secreto de Estado) no le permitió encender carbones en la nave inmaculada que ya surcaba los aires, teniendo que recurrir a un microondas sofisticado que seguramente no satisfizo a la Pachamama, acostumbrada a fuegos de verdad e ingredientes originarios.

Después de aburrirnos durante media hora con la descripción de sus supercherías, nos explicó los aspectos generales de la política internacional del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico que es proyectada y dirigida por el presidente Evo y su canciller Choquehuanca, subrayando que el autor principal es el Presidente.

Cuando un periodista del Achacachi Times (periódico que fundé y actualmente está alquilado a los Ponchos Rojos) preguntó al yatiri Calimán si había conversado con el presidente Evo acerca de nuestras relaciones con Irán, nos dijo sin vacilar: “Evo y Bolivia estamos con Irán, país que tiene derecho a desarrollar su industria nuclear y no tiene hasta ahora ni una bomba, mientras Israel tiene minas. Es por ello que nuestro país colabora con Irán e Irán colabora con Bolivia, pues acaba de aprobar un crédito de 200 millones de dólares a nuestro país para mejorar nuestra industria textilera y lechera”. Así concluyó la conferencia de prensa que ofreció el yatiri Calimán en una de las salas del naiclú “Malena” de la ciudad de El Alto.

No pensé en publicar las opiniones de un brujo aymara acerca de nuestra política internacional, pero a las 24 horas de escucharlas oí por la radio que el presidente Evo decía las mismas opiniones que el yatiri y me dije: “Parece que la cosa va en serio y que los bolivianos tendremos que marchar al lado de Irán y en contra de las Naciones Unidas, en contra de la civilización occidental y cristiana”. Entonces me puse a temblar y para disimular empecé a recitar: Si nos vamos con Irán ¿qué tal nos irá...?

El país está que arde



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La Paz - Bolivia, domingo, 29 de agosto de 2010

Como ya informé a mis lectores, el yatiri Calimán consiguió colarse en la comitiva del presidente Evo que visita Corea del Sur y fue gracias a la “muñeca” del canciller Choquehuanca, quien habría convencido al Primer Mandatario de que era necesario que un yatiri milluchace el fastuoso avión presidencial durante su primer vuelo intercontinental que realizaría con la bandera y el escudo bolivianos.

Anoche en el naiclú Malena de la ciudad de El Alto, el yatiri Titirico me hizo escuchar la grabación de una conversación que sostuvieron ambos yatiris en horas de la tarde, conversación que hoy la reproduzco porque aborda temas importantes de actualidad.

—Hola, doctor Calimán, hablas con tu colega el doctor Titirico, ¿qué hora es en Corea del Sur?

—Hola, querido colega Titirico, aquí en Corea son las cuatro de la madrugada y todos los coreanos están con los ojos cerrados.

—No seas sonso, colega Calimán, así son los coreanos estén despiertos o dormidos. ¿Que tal los banquetes en Corea, has podido hablar con nuestro jefe Evo?

—Todo el tiempo estoy con él y lo asesoro en todo lo que puedo, sobre todo en cuestiones de litio.

—¿Acaso sabes algo de litio? No me mientas a mí, compañero, yo sé lo que tú sabes y vi cerveza. ¿Le has contado al presidente Evo que Bolivia está que arde y que es el incendio más grande que hay en toda América del Sur?

—Le he contado, colega Titirico, pero no con esas palabras sino disminuyendo un poco para que no se asuste.

—¿Y qué te ha dicho el Presidente?

—Que ha pedido ayuda a sus amigos presidentes y que seguramente llegarán aviones bomberos la próxima semana y que para entonces ya estaremos de regreso y él se encargará de apagar todos los fuegos, porque tú ya sabes que Evo entra al fuego y no se quema, entra al agua y no se moja, entra a los mejores hoteles y restaurantes coreanos y no paga.

—No te olvides, Calimán, de recordarle al Presidente que a las cinco de la madrugada del lunes ha prometido una audiencia a dirigentes campesinos que amenazaron cercar a la ciudad de La Paz si Evo no cede a sus exigencias.

—Claro, colega Titirico, yo le haré recuerdo pero llegaremos a La Paz el domingo por la noche en ese maravilloso avión al que lo he bendecido en nombre de la Pachamama y le he echado alcoholcito y coquita en todas sus turbinas, en sus baños que son tan limpiecitos y en los asientos para cada uno de los invitados, pues nadie viaja de pie como en las flotas y todos hemos dormido como pachás.

—Está bien, Calimán, entonces te espero el domingo en la noche en el naiclú Malena para que nos cuentes lo del litio sobre el cual sabes tanto como yo. Chau, hermanito.

Triunfo boliviano en Singapur



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La Paz - Bolivia, sábado, 28 de agosto de 2010

Hay días en que soy piadoso y tomo entre mis manos el rosario de mi madre para desgranarlo rezando avemarías y padrenuestros mientras recuerdo los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos de nuestra religión católica; en cambio, algunas noches soy lúbrico y empiezo a cantar unas estrofas que aprendí de joven y que dicen: Estoy hecho un demonio /nada me para esta vez /movete chiquita, movete.

Y les cuento estas mis intimidades a raíz de la explosión de alegría que experimenté al saber que el Seleccionado Boliviano de Fútbol había sido Campeón en un torneo realizado en Singapur, fascinante isla asiática y centro comercial mundial.

Al enterarme de esa noticia, abracé a mi comadre Macacha, le desaté sus trenzas, que los paceños llamamos pichicas, y extendí a los vientos su negra cabellera y la empujé a bailar esa cueca que tanto nos emociona a los bolivianos y cuya letra dice: Viva mi patria Bolivia /una gran nación/ por ella doy mi vida/ también mi corazón... Cuando concluimos el zapateo repetido quince veces, yo me rendí ante ella porque terminé zapateando de rodillas utilizando las palmas de mis manos para golpearlas contra el suelo.

Recordando el escenario donde triunfaron nuestros jóvenes futbolistas dije a mi comadre: “Le invito a beber un trago que inventé cuando era joven y que le puse el nombre de Singapur, sirviéndole una copita de singani puro que desde entonces yo llamo singapur. Macacha me dijo: “Debemos registrar pronto el nombre de Singapur porque algún país vecino lo podría registrar como propio”, gestión que le encomendé a mi comadre porque soy un periodista muy ocupado. Después de tres singapures comenzamos a reflexionar sobre el triunfo de los jóvenes bolivianos que obtuvieron medallas de oro en las Olimpiadas Juveniles de Singapur.

La cholita cochabambina me explicó que la selección boliviana fue conformada sobre la base del equipo “Tahuichi” de Santa Cruz, aunque también hay jugadores de otras ciudades bolivianas. Entonces, me dirigí al ropero y saqué mi camiseta del Tahuichi que hace muchos años me obsequió su fundador, el ingeniero Aguilera. Luego, mi comadre me planteó un asunto que me pareció importante, pues me dijo: “He sabido que en Santa Cruz y también en otras ciudades del país, al igual que en algunos pueblos, hay niños que son verdaderas maravillas jugando al fútbol, pero que muy pocos resultan geniales cuando llegan a mayores, o sea a sus 21 y 25 años, ¿qué sucede en ese lapso que media entre la adolescencia y la juventud madura...?”.

Yo que fui un crack hasta mis ocho años, reflexioné sobre mi decadencia prematura en fútbol, pero no pude articular una respuesta clara, echando la culpa a una alimentación deficiente, falta de campos deportivos y a mis primeros enamoramientos a los diez años.

Mi comadre Macacha sonrió ante mis titubeos y amablemente me dijo que mis motivos le parecieron aceptables, pero que ella adivinaba alguna razón más poderosa en la frustración al pasar de la adolescencia a la juventud y que el presidente Evo debería saberlo porque en la actualidad no es un crack en fútbol ni en otras cosas.

Hoy es mi cumpleaños



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La Paz - Bolivia, viernes, 27 de agosto de 2010

Me encanta echar a los cuatro vientos la noticia de que hoy es mi cumpleaños porque algunas personas me abrazan y me desean felicidad y los más buenos me dicen al saber que cumplo 83 años: “Pues estás bien conservado…”, habiendo también otros que dicen en su interior: “Me parece que ya te estás pasando de vivo, es hora de que entregues la herramienta al Diablo”. Lo cierto es que a cada uno le gusta cumplir años.

Uno de mis amigos yatiris se encargó de divulgar en El Alto la noticia de mi cumpleaños, y fueron mis alumnas, a quienes enseño a bailar el tango en mi academia “Carlos Gardel”, las que organizaron una fiesta anoche en las instalaciones del naiclú Malena, a la que se adhirieron entre otros algunos representantes del bar Chuma, algunos asiduos de “La casa del tarateño”, una delegación del “Palacio del silpanchu” y notables intelectuales alteños, achacacheños y los aromáticos que llegaron desde la provincia Aroma; además de un representante del gobernador de La Paz, César Cocarico, a quien no he visto nunca en mi vida. Hubo una invitación telefónica a mi esposa, quien manifestó su pesar por no poder llegar a La Paz, aunque anunció una remesa extraordinaria por tan fausto motivo.

Las palabras de inauguración de la fiesta estuvieron a cargo del yatiri Titirico, pues su colega el doctor Calimán se encontraba en Corea del Sur asesorando al presidente Evo y a sus ministros en una materia tan difícil como es la búsqueda de un socio para la explotación del litio, y cuando tuvo que referirse a mí, manifestó su predicción de que yo viviría hasta los cien años, salvo error u omisión, siempre y cuando no conspire contra Evo y Álvaro. Los invitados comenzaron a impacientarse porque lo que deseaban era comenzar a beber y a bailar, escuchándose gritos de “¡meta cumbia!”, por lo que el yatiri tuvo que concluir su discurso.

Macacha quiso iniciar el baile conmigo, pero mis discípulas de la academia tanguera no se lo permitieron, teniendo que bailar con las señoras y señoritas de la sociedad alteña, la más alta del mundo, hasta que me flaquearon las piernas.

Mi comadre me recogió de la pista y con voz serena me dijo: “Usted abusa de su cuerpo, compadre, y no debería hacerlo, yo creo que debería celebrar su cumpleaños de manera más recatada y tranquila, bebiendo una copa de vino con sus amigos y parientes para luego meditar sobre la bondad de Dios, que fue muy grande con usted y muy generosa. Permita usted, compadre, que lo separe de estas pelanduzcas y le conduzca a su hogar donde pueda usted reposar luego de haber hecho pis y de haber rezado tres avemarías”. Y así lo hizo, cargándome en su k’epi.

Esta mañana desperté sano con la mente clara y el alma alegre y sin remordimientos. Toda la fiesta de anoche había sido sólo un sueño en tecnicolor y en cholacolor. Al despertarme dije: “Gracias, Dios mío, por concederme un año más de vida abrazando espiritualmente a mi esposa, a mis hijos y a mis nietos, y abrazando a mis buenos amigos.

Los coreanos quieren a Evo



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La Paz - Bolivia, jueves, 26 de agosto de 2010

Siempre quise a los coreanos y hasta tengo un amigo coreano nacido en Oruro con quien trabajamos en el diario “Presencia” durante muchos años. ¿Qué será de él? Si me hubiera enterado a tiempo del viaje de nuestro presidente Evo al exótico país asiático, le habría sugerido al canciller Choquehuanca que lo incluyera en la comitiva oficial para que los coreanos comprobaran que Bolivia y Corea somos dos pueblos hermanos, o por lo menos primos hermanos.

Felizmente, mi comadre Macacha había sido amiga de unas cholas cochabambinas que comercian con ese país y van a Seúl y al puerto de Chinanace con mucha frecuencia e intercambian nuestros productos con los que produce ese país imaginativo y laborioso. Sé también que muchos coreanos viven en La Paz y seguramente en muchas ciudades nuestras, donde la gente los confunde con algunos orureños. Mi comadre me llevó donde sus amigas comunicadas con Corea a través de la computadora y pude enterarme del recibimiento a nuestro Presidente orureño, quien después de cerca de 20 horas de vuelo pudo llegar a Seúl en su poderoso avión que causó envidia entre los coreanos.

De esta manera me enteré de que nuestro Presidente orureño se parece físicamente a muchos coreanos, aunque el de Orinoca les aventajaba en peso y estatura. Como no sé ni una palabra del idioma que hablan los coreanos, no pude enterarme de los diálogos que sostuvieron cuando Evo descendió de su imponente avión, explicándome una de las amigas de Macacha que le dijeron: “Bienvenido señor Presidente de Bolivia” y que Evo contestó: “Muchas gracias amigos coreanos, ojalá sea recibido con tanto cariño en mi próximo viaje a Potosí”.

Vi descender del lujurioso avión presidencial boliviano al zar de la economía boliviana, el señor Arce, quien fue recibido con muchos honores porque algún chismoso había contado a los coreanos que Arce era dueño de la plata y sería el encargado de pagar las facturas en los hoteles y restaurantes. El ministro de Obras Públicas, señor Delgadillo, evitó las fotografías inteligentemente por haber pertenecido al Partido Comunista de Bolivia, algo que no gustaría mucho a los surcoreanos, permanentemente amenazados por el régimen comunista de Corea del Norte. Vi también a otros señores de la comitiva y me pareció reconocer a algunos yatiris que seguramente fueron invitados por el Presidente, porque se ha sabido que Corea del Sur y Bolivia tratarían de llegar a acuerdos para la explotación e industrialización del litio boliviano que se encuentra en el salar de Uyuni y que los únicos técnicos con que contamos en Bolivia son algunos yatiris o brujos andinos.

Como los yatiris me fallaron en la elección de la última Miss Universo asegurándome que sería una boliviana, los considero poco aptos para buscar un socio que nos ayude en algo tan importante como es el litio para Bolivia. También vi a niños coreanos con la bandera boliviana y que no portaban la whipala, que es desconocida en Corea y en Asia. Mi traductora chola me dijo que el presidente Evo y su comitiva jugarán un partido de fútbol en Seúl contra la Selección de Corea. ¿Quién ganará?

Miss Universo en El Alto



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La Paz - Bolivia, miércoles, 25 de agosto de 2010

Como no pude ir a Las Vegas para la designación de Miss Universo, tuve que asistir a ese espectáculo en El Alto, que no es lo mismo, aunque El Alto va en camino de parecerse a esa ciudad norteamericana edificada en pleno desierto por el número de tilines, clubes nocturnos, cantinas y casas de juego clandestinas. Con anterioridad recibí un invitación del Presidente del Directorio del Naiclú Malena para participar en ese evento a través de una pantalla gigante de televisión que nos permitiría apreciar las imágenes de las candidatas y poder sentir hasta sus “perfúmenes” y olores; como la invitación indicaba que se podía ingresar “con maleta”, fui con mi comadre Macacha, quien gustosa me acompañó.

El salón principal del Malena se encontraba repleto de público compuesto de intelectuales alteños, prósperos contrabandistas, yatiris que asesoran al Gobierno, jueces y fiscales pundonorosos pero con mucho dinero, ex funcionarios de la Alcaldía, bellezas nativas y extranjeras que nos alegran y también nos dan pena cuando aparecen desnudas, y este periodista y profesor de música y canto acompañado de su comadre cochabambina, ex candidata a Reina por Tupuraya hace algunos años.

El espectáculo comenzó a las nueve de la noche cuando el yatiri Titirico (pariente del Gobernador de La Paz, señor Cocarico) dijo a los asistentes: “Leidis and gentlemen: pronto seremos testículos (que en latín quiere decir testigos pequeños) de un espectáculo mundial en el que elegiremos a Miss Universo entre las 83 señoritas más bellas del mundo, y entre las que está la candidata boliviana Claudia Arce Lemetre (así lo dijo), nacida en Chuquisaca. La Asociación de Yatiris ha consultado a la Pachamama y a las hojas de la sagrada coca, y ellas nos han dicho que es una de las favoritas para ganar el título. A continuación veremos quién puede más en este concurso y si tiene un jurado imparcial o si éste se halla influido por las leyes del mercado mundial de cosméticos y productos de belleza. Os invito, leidis and gentlemen, a comportarse como tales y no como cholos bolivianos de gran corazón. Hey dicho”.

Entonces comenzaron a desfilar más de 80 bellezas y se escucharon expresiones groseras del público que se referían a las glándulas mamarias de la misses y también a los tafanarios que cada una de ellas lucía, hasta que la mujer de un ex funcionario municipal le dio una bofetada a su marido y le dijo: “¿Asi que te gusta mucho esa gringa kaima...? A esa le falta un ‘hervor’ para competir conmigo...”. Y quiso sentarse sobre la cara del marido que yacía en el suelo. Hubo muchos incidentes y el más doloroso fue protagonizado por otra cholita achacacheña, quien introdujo un anticucho en la boca de su marido sin sacarlo del alambre.

Mi comadre Macacha me sacó del Malena explicándome que muchísimos bolivianos no estamos educados aún para apreciar esta clase de concursos. Yo la seguí como un corderillo sin poder saber si Miss Bolivia Claudia Arce Lemaitre fue elegida Miss Universo como habían pronosticado los yatiris que asesoran a ministros del presidente Evo. Sigo sin creer en los yatiris.

 
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