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El Día de la Madre



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Jueves, 27 de mayo de 2010

Un sentimiento puro de amor a la mujer que nos trajo a este mundo domina nuestra atmósfera. ¿Es malo ser sentimental? De ninguna manera, pues, como dijo Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no comprende”. Es por ello que hoy escribiré esta crónica aceptando los dictados de mi corazón porque hoy nuestros lectores vivirán una jornada a corazón abierto.

Estoy como el día que nací, solo y en brazos de mi madre, mientras ella me besa, me acaricia y me estrecha contra su pecho. De repente abre sus ojos y me dice con pena:

“Cuánto has envejecido, hijo mío, tus cabellos están blancos, hay poca luz en tu mirada y son muchas las arrugas que veo en tu frente”.
Sonrío con tristeza y le recuerdo que ella murió hace 60 años y se fue hasta el Cielo para pedirle a Dios que me ayudara porque ella ya no tenía fuerzas para hacerlo. Con el humor de los Claure me dijo:
“Eres un huerfanito viejo y en este día en que me invocas eres aún para mí la débil criatura que tomé en mis brazos por vez primera maravillada por el misterio de la Vida”.
Yo le respondí que después de tantos años de estudiar, de hablar con algunos hombres sabios y de leer muchos libros, tampoco pude conseguir una respuesta al misterio de la Vida, aunque estoy seguro de que conseguiré aprenderlo cuando me muera y pueda contemplar a Dios.

Como siempre hacen todas las madres, se inquietó por mi salud, y como hacemos todos los hijos, le respondí que me sentía bien y que no me dolía nada. Es muy difícil engañar a las madres y tal vez sea imposible, aunque ellas callen y bajen la cabeza en señal de asentimiento. Y fue por eso que mi madre me dijo:

“¡Pobrecito mi hijo, pobrecito mi waway, tus ojos ya no tienen luz y el último trecho de tu vida tendrás que recorrerlo en medio de las tinieblas!”.
Cerré los ojos para que ella no los mirara y sonriendo le dije que para contemplar el mundo actual que vivimos, y en especial nuestro mundo boliviano donde campean el egoísmo, la soberbia, el odio y la mentira, tal vez sea mejor vivir con los ojos cerrados, como cuando soñamos o cuando rezamos ante Dios.

Mi madre acarició mis cabellos blancos y yo acaricié los de ella que siempre fueron negros y ondulados. Ella me dijo que yo seguiría siendo su wawitay y decidí piropearla —como hacen todos los hijos con sus madres, especialmente el día 27 de mayo—, diciéndole con mi viejo estilacho:

“Eres la madre más hermosa del mundo, y la cochabambina más guapa y buena que conocí”.
Luego se fue alejando acompañada de las volutas del humo que formaba mi cigarrillo y se perdió su figura en una nube, mientras todos besaban a sus madres, exaltaban sus virtudes y les decían tiernamente:
Feliz Día de la Madre y Dios bendiga a todas las madres”.

La muerte de un patricio



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Miércoles, 26 de mayo de 2010

Hay días cuando el humor se esconde y el dolor nos ensombrece; cuando dejamos de conversar con los yatiris que maniobran la vida del país, y nos recluimos en la soledad y el silencio ante la aparición de la Muerte que anda rondando en nuestras cercanías y danzando macabramente en nuestro barrio. Uno de esos días fue ayer cuando conocí la noticia del fallecimiento de Jaime Tapia Alípaz.

Ambos solíamos decir cuando alguien comparaba nuestra estaturas físicas “que habíamos crecido juntos”, y no faltábamos a la verdad, aunque él era casi un gigantón y yo un hombre de estatura breve. Sin embargo, crecimos disparejos en la calle Yanacocha del barrio Norte, donde él y su familia vivían en un viejo caserón de su propiedad, en cuya puerta principal una placa de bronce indicaba a los transeúntes que allí vivía don Gil Tapia, famoso abogado y magistrado en sus tiempos; mientras dos calles más abajo yo vivía en un viejo conventillo donde funcionaba la librería La Paz de don José Valls, de nacionalidad española.

En la calle Yanacocha, entre la Sucre y la Catacora, se hallaba la casa donde vivió su niñez, adolescencia y juventud don Jaime Tapia Alípaz, a quien los niños del barrio podíamos llamar “Manuno”, temiendo siempre la posibilidad de un cocacho por su ventajosa estatura y su natural hualaycherío, del cual se despojó, pues antes que muchos tomó el sendero de la seriedad. ¿Quiénes éramos nosotros...? Una fotografía mental de nuestra adolescencia me permite recordar a José Delós Salmón, poeta algo mayor que nosotros, que un día nos sorprendió con un libro valiente que en uno de sus versos decía “¡Sarjam, carajo!”, exigiendo en aymara y en español que se fueran los opresores de nuestra libertad, y que habría que leerlo en nuestros días.

Inquilinos de la casona de don Gil Tapia fueron los Barbery Rivas, Carlos y Roberto, y sus bellas hermanas Blanca y Elvira. Su madre doña Elenita me salpicaba con sus cariños maternales, mientras la mía hacía lo mismo con Roberto Barbery, un bello y travieso niño.

Ahora sé que ha muerto el niño más grande de ese barrio donde vivieron Lorgio Vaca, el gran pintor cruceño; Raúl Mariaca Guillén, el gran pintor paceño; el arquitecto Luis González, y las familias Salinas y Oropeza, Ballivián y Galarza.

Por esas mismas veredas jugamos y transitamos y hasta aprendimos a enamorar en zaguanes y puertas de calle los muchachos de la Yanacocha, mientras el más grande de todos se convirtió en falangista y tomó la vida en serio antes que muchos, hasta convertirse en revolucionario, perseguido y desterrado, para luego volver y ser Alcalde paceño, Ministro de Educación y Embajador de Bolivia en Perú.

Compartió nuestra angustia patriótica hasta sus últimos días asistiendo a algunos almuerzos de Los Amautas, una logia paceña sin mandiles ni símbolos esotéricos. Adiós, viejo camarada falangista, seguirás haciendo guardia junto a los luceros.

En el día de las promesas



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Martes, 25 de mayo de 2010

Mi devoción a Jesús del Gran Poder es mayor que mis fuerzas y mis años, y así lo entendieron mi esposa, mis tías en el extranjero (Cochabamba incluida) y mi comadre Macacha, que con generosidad financiaron mi participación en esta fiesta cuyo coste fue calculado en unos cinco mil dólares, con la inclusión de gastos médicos y posibles tratamientos de recuperación para el suscrito y mi comadre Macacha, que será mi pareja de baile y mi enfermera.

El domingo pasado vino a mi casa muy temprano (“la del alba sería” como decía don Quijote de La Mancha) mi madrugadora comadre para dirigir mis prácticas de calentamiento, iguales a las que realizan los futbolistas antes de un partido; me hizo trotar alrededor de mi cama durante media hora, para luego proceder a sus masajes en todo mi cuerpo con pomadas y menjurjes de su propia fabricación.

Al concluir esas pruebas, quise echarme en la cama a descansar, pero mi preparadora física no lo permitió y comenzó a vestirme con mi traje de “moreno” que buena plata me costó. Ella lucía su vestimenta de “china morena” con un pollerín de sólo 27 centímetros, detalle éste que avivó mi entusiasmo.

Listos para la fiesta, nos embarcamos en mi motocicleta Hardley Davidson que ella conduciría y nos dirigimos a la zona de Chijini, donde nos esperaban nuestros compañeros de la fraternidad Los Lindos Negritos de Potopoto, que cambiaron nuestro ropaje por otro de ensayo, especialmente confeccionado para el solemne acto de la Promesa.

Bailando por calles de Chijini, pregunté a uno de nuestros pasantes que nos invitó copas de champaña (“champú con coco rallado”) cuándo llegaba la hora de los “prometedores”, corrigiéndome aquél: “No se dice ‘prometedores’ sino ‘promesantes’”, y fuimos conducidos al templo del Gran Poder, donde lucía la imagen de Jesús con sus mejores galas.

Junto a todas las fraternidades (versión colla de las mentadas logias cruceñas) nos arrodillamos Macacha y yo para decir nuestras promesas a Jesús del Gran Poder, para pedirle luego los milagros que le implorábamos, que van desde el orden económico, a los de salud y conflictos sentimentales de amores contrariados. Yo no escuché las palabras de Macacha a nuestro Dios, pero cuando concluyó sus oraciones me dijo: “Ahora te toca a ti”.

Yo me atufé y no sabía qué decirle al milagroso Señor, hasta que Macacha me dijo: “Repite conmigo lo siguiente: ‘Querido Jesús del Gran Poder: Ya ves que puedo bailar poco y mal debido a mis años, pero te prometo seguir bailando en tu honor tres años más apoyado por mi esposa, que ahora está de viaje, y por mi comadre Macacha, que es tu entusiasta devota, y la reemplaza en mis actividades folclóricas.

También te prometo devolverle religiosamente los dineros que me ha prestado al 10 por ciento mensual de intereses para que podamos cumplir con nuestros actos devocionales. En cuanto se refiere a los milagros que te solicito, Tú sabes lo que necesito: Salud, dinero y amor. Amén’”.

Milagros del Gran Poder



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Domingo, 23 de mayo de 2010

El sábado próximo se realizará la Entrada de Jesús del Gran Poder y ya comenzaron a producirse los milagros que Él nos anunció a sus fieles devotos que prometimos bailar en su honor no sólo ese día, sino los siguientes, hasta que el cuerpo aguante.

El primer prodigio divino que me benefició fue la total desaparición de mis dolores reumáticos en mis ttusus (léase pantorrillas) y en mi wittu wittu (léase la última vértebra, aquella que está situada en la colita donde la espalda pierde su honesto nombre), la milagrosa desaparición de mis dolores se debió al envío de un lote de nuevos medicamentos de parte de mi esposa hispanoparlante que reside temporalmente en España. En mensaje telefónico me dijo: “Cholito mío: Sé que llevas el baile en el cuerpo y la devoción por Jesús del Gran Poder en el alma, y es por ello que te envío en vuelo de AeroSur los novísimos productos médicos para el reumatismo, la artritis, la artrosis y el lumbago, además de dos kilos de Viagra para que distribuyas entre tus amigos de Chuma, Quillacollo y Holanda, que también son devotos del Gran Poder. No te mando Bono del Gran Poder —como me habías pedido— y si te faltare dinero, que te preste nuestra comadre Macacha, que está forrada en plata por vender coca molida y aprensada a los narcotraficantes que aumentan cada día. Que te diviertas sanamente”. Mi comadre Macacha refundió el préstamo que me hizo para el Carnaval de Oruro con un crédito nuevo, no sin antes hacerme jurar ante Jesús del Gran Poder que le pagaría todo con mis próximas remesas que me llegarán de España.

En la lista de milagros previos al Gran Poder recibí ayudas extraordinarias de mi tía Restituta viuda de Batistuta, que vive en Estocolmo, y de mi tía teutona Clotilde von Karajan Quiroga, que vive en Berlín.

Pero los milagros continuaron realizándose pues cuando fui a recoger mis botas de la zapatería Juanito, de Juan Quispe, me las probé y al mirarme en el espejo comprobé que había crecido de estatura pues había llegado a 1,80 metros gracias a los tacones que estarán de moda en esta fiesta, el milagro de crecimiento súbito beneficiará a todos los cholos petisos que bailaremos.

Grande fue mi asombro y gratitud por este Jesús del Gran Poder milagrero cuando acompañé a Macacha a recoger su traje de “china morena” y la modista le entregó un pollerín de seda de 27 centímetros de largo, mientras que su blusa de seda color lila claro permitía lucir su “pechonalidad”. Al ver a mi comadre con prendas de esas dimensiones, comencé a gritar en el taller de la modista: “¡¡¡Milagro, milagro!!!” porque Jesús del Gran Poder me había devuelto la vista ya que anteriormente sólo podía reconocer a camiones de gran tonelaje y a mujeres muy grandes. En cambio ahora pude apreciar el tafanario de mi comadre Macacha cubierto con un pollerín de seda que sólo medía 27 centímetros.

Ya comencé a vivir los milagros del Gran Poder y desde el sábado estaré rezando y bailando, bailando y rezando, o como diríamos en latín: Ora et menéate, como decimos en Cochabamba.

¡Biva la uelga de maistros!



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Sábado, 22 de mayo de 2010

Asta el momento, conocemos las dimandas de los maistros por un mejor salario que los han llebado a una uelga jeneral que ya dura barios días; también conosemos la respuesta negatiba del gobierno del Hebo que les amenasa con descuentos, tanbién los padres de familia (menos el mío) se manifiestan contra los profes diciendo que defienden a sus hijos. Y nadies nos pregunta a los niños cuál es nuestra hopinión sobre este conflijto.

Yo estoy contento con la uelga de los maistros porque sé que mi profesora gana muy poco y que la plata no le alcansa para pagar el alquiler de su casa, alimentar a sus guaguas, bestirlas, pagar las mobilidades de toda su familia y hatender a otros gastos. Todo eso es berdad.

Tanbién es verdad que el gobierno del presidente Hebo no tiene la plata sufisiente para aumentar a todos los hempleados públicos ni las hempresas pribadas para aumentar sueldos a sus travajadores, aunque yo creo que el temor es otro: que si el gobierno aumenta más, el presio de la bida aumentará mucho más y se desatará la hinflación y la espiral hirá cresiendo asta haserse intolerable, como disen que a pazado en los tienpos de la UDP.

Por otro lado, me callenta que no se pueda aumentar más los sueldos de los profes y sin hembargo el gobierno conpre un abión que cuesta serca de 40 millones de dólares para los biajes del Presidente, se quiera construir un satélite fabricado en China y comprar tanbién misiles y otros armamentos de Rusia. Es que hay cosas que callentan y dan ganas de peliar.

Disen los Padres de Familia —sin nuestra autorisación— que la uelga de los maistros nos perjudica. Eso es mentira, porque igual tendremos que pasar clases dosientos días al año, recortando nuestras bacaciones y juntando la Nabidad con los Carnabales. Tengo el tinkaso de que algunos padres de familia son amigos del ministro Haguilar. Como podrán hustedes apreciar, soy casi Bachiller de Primaria, pues estoy en el quinto curso y ya sé escribir, aunque admito ser malo en hortografía apesar de que soy ahijado de un conosido periodista a quien le he pedido que me enseñe hortografía, pero mi padrino me ha mandado al horto y no sé dónde está eso; también me a dicho mi padrino que me enseñará a pensar, que es mucho más importante que tener Hortografía y que ésta mejorará con el tiempo leendo libros de buenos escritores.

Sin embargo, como el tema de hoy es la uelga de los maistros y sus consecuencias, le entregué este artículo aciéndole conoser lo que sinceramente piensa un niño casi bachiller de Primaria y que quiere mucho a su profesora, a quien tanbién le recomendé no le haga mucho caso a la señora Bilma Plata, porque mi padrino me ha dicho que es peligrosa, ¿será verdad? Para concluir ayudadme a decir: “¡Biba la uelga de los maistros! Firma: Pepito Racacha, hijo de la señora Macacha, de profesión Comadre.

Robespierre y la guillotina



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Viernes, 21 de mayo 2010

Estos días de la revolución masista son emocionantes a pesar de los anuncios en sentido de que se trata de un cambio pacífico y democrático, pues cada día ruedan cabezas, unas veces de los mismos revolucionarios como el anterior Ministro de Minería que apenas duró dos días y lo reemplazaron, ahora de la ministra de Salud, señora Sonia Polo, quien fue “decapitada”, y otras veces caen cabezas de plátanos como seguramente sucedió en Caranavi.

Lo cierto es que mi comadre Macacha vino a casa la otra tarde muy agitada y me pidió que la acompañara al Palacio de Gobierno donde sería guillotinada la Ministra de Salud que dirigió ese despacho desde enero. Quise excusarme alegando que no me gustan los espectáculos sangrientos, pero ella —al igual que algunas mujeres parisinas que se divertían viendo rodar cabezas— me dijo con emoción y entusiasmado: “Venga conmigo, compadre, estoy llevando unos sandwichitos de chancho, maní de Chuquisaca y mandarinas para no aburrirnos con los discursos, y ya verá que la pasaremos bien porque las decapitaciones ministeriales no son muy frecuentes. Sobre todo, conocerá usted al Robespierre que dicen que es muy churro”.

Mientras esperábamos la ejecución de la infortunada ministra Polo, me enteré mientras saboreábamos nuestros sándwiches de chola de que la habían condenado por haber cometido anomalías en el caso Lotex. Como la única anomalía que conozco son las hemorroides, terrible mal del que fui operado hace muchos años y que para ello el doctor me puso en posición antiaérea, otra cholita más enterada nos explicó que las anomalías se referían a resoluciones ministeriales en favor de una empresa llamada Lotex que organiza sorteos de Lotería y también administra salas de juegos de azar con los que se beneficia el Ministerio de Salud desde hace muchos años.

Con disimulo, pregunté a varias personas que concurrían al acto donde funcionaban esos juegos de azar y si se encuentran algunas ruletas en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Una cholita me preguntó si me gustan los juegos de azar y yo le respondí que mucho porque considero a la vida como uno de ellos, respondiéndome Macacha cantando una canción mexicana que dice: La vida es la ruleta en que apostamos todos... lo cual es verdad.

Por fin, el acto de la guillotina comenzó pero no funcionó ésta porque la condenada a morir no se presentó. Entonces apareció Robespierre, mejor dicho el Vicepresidente, reemplazando al Presidente que se encontraba en Europa.

Yo me cubrí la cara con el sombrero de Macacha para que no reparase en mí y me ordenara reemplazar a la víctima, pero no sucedió así, felizmente. Se leyó el decreto firmado por él, designando ministra de Salud a la doctora Nila Heredia, quien juró con el puño izquierdo en alto. Luego, el Mandatario explicó al público que la doctora Sonia Polo había sido relevada por cometer “irregularidades”, que así se llaman ahora las faltas que se cometen en el nuevo régimen.

¡Que se casen los otros!



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Jueves, 20 de mayo de 2010

Después de festejar copiosamente la conversión al Catolicismo del Presidente Evo que culminó con su visita al papa Benedicto XVI y la invitación que le hizo al Santo Padre para que visitara Bolivia, fui a agradecer a Dios por haber escuchado las oraciones de mi tía Encarna, de mi comadre Macacha y las mías por haber realizado el mencionado milagro. Al retornar a mi casa, recibí una llamada telefónica desde Berlín (Alemania).

Guten morgen, ¿podría comunicagme con mi sobrino el señog von Paulus que ahoga se hace llamag Paulino Huanca?

—¡Tía Clothilde von Karajan Quiroga! Hablas con él. Acabo de volver del templo donde se venera al Señor de los Milagros, donde estuve para agradecerle por el milagro de su conversión a la Fe verdadera del Presidente Evo, por la cual rezamos muchas personas, entre ellas este sobrino tuyo.

—De eso mismo queguía hablagte pogque la televisión eugopea nos infogmó ampliamente, no de su convegsión sino de su visita al Papa Benedicto que es alemán como tú ya sabes. ¿Quisiegas explicagme eso de su convegsión…?

—Claro que sí, querida tía. Resulta que hace bastante tiempo que él declaró públicamente que era marxista-leninista, igual que Fidel Castro, o sea que se declaró comunista, como lo es su Vicepresidente y varios de sus ministros. Y antes de viajar a Roma, Don Evo también declaró públicamente que era católico. ¿Es o no es una conversión milagrosa?

—Así paguece, sobrino von Paulus y que Dios te premie pog habeg rezado tanto, la prensa eugopea destaca que el presidente Evo le pidió al papa Benedicto que levante el celibato de los cugas católicos, ¿qué piensas al respecto?

—Es una solicitud atrevida porque la Iglesia es gobernada por el Papa, aconsejado por los cardenales y todos asistidos por el Espíritu Santo.

—Yo no entiendo mucho las cuestiones eclesiásticas, pego no creo que los cugas sean mejogues pog el hecho de estag casados. ¿Acaso el Presidente Evo seguía mejog presidente si se casaga?

—Claro que no, tía von Karajan. Ninguna mujer le aguantaría que se acueste a la una de la madrugada y se levante a las cinco, que viaje a Caracas cualquier día y que mañana duerma y trabaje con sus cumpas del Chapare, y que después se vaya a Cuba para pasar a New York y después se dirija a Nicaragua para luego volar a Moscú para luego visitar Chile y hacer sus maletas para ir a Roma y luego a Madrid.

—Te entiendo, sobrino von Paulus, es por ello que Evo tal vez quiega pegmaneceg soltego y diga: “¡Que se casen los otros!”.

—De todas maneras, tía von Karajan-Quiroga, estoy chocho con la conversión del presidente Evo, que después de haberse declarado comunista, doctrina perversamente materialista y atea, hoy declare que es católico.

—Así es, sobrino von Paulus. Y así como San Agustín se convirtió gracias a las oraciones de su madre Santa Mónica, Evo se ha convegtito gracias a las ogaciones de nuestra tía Encagna Claure.

La conversión de Evo



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Miércoles, 19 de mayo de 2010

Al conocer la conversión del presidente Evo al catolicismo di tres volteos al aire, lancé mi grito de mariachi, ay, aaay, aaayyy Jalisco no te rajes ay, aaayyyy aaaayyyy, le di un beso en la frente a mi comadre Macacha y la saqué a bailar la cueca cuya letra dice: Viva mi patria Bolivia, una gran nación, por ella doy mi vida, también mi corazón, e invité un trago a todos los concurrentes del naiclú Malena.

Los yatiris que estaban conmigo y algunos de los clientes me preguntaron sorprendidos la razón de mi súbita euforia, pero yo ordené a todos los parroquianos que se arrodillaran en la pista porque Dios acababa de realizar uno de sus más grandes milagros para el pueblo de Bolivia, como era la conversión del presidente Evo al catolicismo.

Tan vehementes fueron mis palabras que en pocos instantes vi a las bailarinas del estriptis, a los yatiris y a todos los cholos que conformaban “el respetable público” arrodillados en la pista principal con los brazos en cruz para agradecer a Dios por la reciente conversión del presidente Evo al catolicismo, mientras algunas pelanduscas lloraban al conocer la magnitud del milagro divino.

La importancia del hecho anunciado y la posibilidad de seguir chupando “tisgra” a mi costilla hizo que las mesas se juntaran para conocer mayores detalles de esa conversión milagrosa que seguramente cambiaría la Historia de nuestro atribulado país. Los yatiris Titirico y Calimán se encontraban visiblemente molestos al pensar en que la conversión al catolicismo del presidente Evo acabaría con sus privilegios de brujos andinos y con la asesoría a varios ministros que creían en ellos.

Calimán me preguntó de dónde venía esta versión acerca de la milagrosa conversión de Evo, confesándole que Macacha, mi tía Encarna veníamos rezando a nuestro Señor Jesucristo por la conversión de Evo, pues hacía ya varios años que él había declarado públicamente que era marxista leninista, al igual que su vicepresidente Alvarito García Linera y muchos otros que gobiernan nuestro país, y que recién hace días él declaró también públicamente que era católico.

Todo el naiclú Malena lanzó un ¡oh! de santa admiración. Explicando a los concurrentes que el presidente Evo viajó a Roma para comunicar la noticia de su conversión al Santo Obispo de Roma que es el Sumo Pontífice de la Cristiandad. Como subsistía la incredulidad del hecho en los yatiris, dos o tres brujos, Titirico me preguntó quién me había contado la conversión, respondiéndole que Evo había confesado ser católico y que había mandado oficiar una misa por las almas de sus padres, replicándome el yatiri Calimán que él no creía en esos cuentos, porque Evo ordenó sacar la cruz y la Biblia católica del Palacio y que el Sagrado Corazón de Jesús, cuya imagen se encontraba en su despacho, fue sustituido por una fotografía de gran tamaño del Che Guevara.

Le respondí que esos hechos son conocidos, pero que mi amigo Caracciolo, miembro de la comitiva presidencial, me había comunicado que el encuentro entre Benedicto XVI y el presidente Evo conmovió a este último, quien invitó al Papa a visitar Bolivia.

Recibiendo a los marchistas



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Martes, 18 de mayo de 2010

El último fin de semana, también llamado wikent por mi comadre Macacha, fue dedicado a nuestros ensayos de bailes folclóricos en la zona del Gran Poder, que antes se llamaba “Chijini” porque eran campos llenos de ch’iji donde pastaban las vacas y algunos políticos a quienes les crecían astas.

Ensayamos con éxito relativo los nuevos pasos de morenada que había creado nuestro coreógrafo, quien pudo comprobar que nuestras tabas, ttusus y otros miembros de nuestros cuerpecitos se hallaban bastante duros y casi entumecidos porque habíamos dejado de bailar desde el pasado Carnaval de Oruro, por lo cual nos tuvieron que aceitar algunas bisagras y coyunturas.

Cuando nos pareció que el entrenamiento folclórico había concluido, corrió el rumor de que algunos fraternos nuestros que viven en la ciudad de El Alto nos invitaban a dirigirnos allí para participar de la recepción que ofrecerían los alteños a los marchistas que llegarían caminando desde Caracollo, algo más de cien kilómetros, e invocaron nuestro espíritu de solidaridad.

Con los traguitos siempre aumenta la solidaridad, y nos fuimos bailando hasta El Alto a esperar a los marchistas sin averiguar si se trataba de “marchistas-leninistas” o “marchistas-trotskistas” o “marchistas-anarcosindicalistas”, pues sólo sabíamos que se trataba de trabajadores que habían caminado cien kilómetros en pos de mejores salarios y que por eso acudíamos a recibirlos, como siempre lo habían hecho los alteños. Después de algunas peripecias empezaron a llegar los marchistas tostados por el sol y el frío, hambrientos y fatigados. Como por ensalmo aparecieron las mujeres de El Alto munidas de palanganas, agua, jaboncillos y medicinas elementales para el tratamiento de ampollas y llagas. Siguiendo la tradición alteña, las mujeres se ocuparon de restañar las heridas de los marchistas varones encargándonos a los varones la tarea de aliviar las ampollas y el dolor de las marchistas, labor que me correspondió realizar pese a mi inexperiencia en esta materia.

Miré con respeto los pies de la marchista y sumergiéndolos en una palangana semillena de agua tibia, pregunté a la caminante si le gustaría que le diera un pediluvio. Ella, extrañada, me preguntó qué significaba esa palabra, explicándole con palabras delicadas, que ella comentó:

“Ahora le entiendo, porque antes pensaba que usted era un cochino malhablado”.
Aproveché de la oportunidad para contarle que yo, además de periodista, contrabandista y gremialista, practicaba la pedomancia. Ella pegó un grito y me preguntó de qué desviación sexual se trataba, afirmándole que no era ninguna desviación sexual, pues la pedomancia no es otra cosa que saber leer el futuro de las personas en las líneas de las plantas de los pies, tal como hacen los quirománticos leyendo las líneas de las palmas de las manos.

Ella se interesó por mis conocimientos pedománticos y examiné las líneas de sus pies, después le dije:

“Los maestros y otros sectores perderán contra el Gobierno, porque los masistas saben todas las mañas de los marchistas y bloqueadores porque fueron ellos los que las inventaron”.

El Gran Poder se acerca



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La Paz - Bolivia, Domingo, 16 de mayo de 2010

Todos los años, alrededor de esta fecha, comienzo a sentir un escozor en las plantas de mis pies que me sube por los ttusus y llega hasta mi cintura, baja por mis caderas y vuelve a descender y se mete por mis tarsos y metatarsos siguiendo al ritmo de diversos bailes. Ante ese hormigueo, miro al almanaque y éste me dice: “Ya está llegando la fiesta de Jesús del Gran Poder”.

Ante ese anuncio comienzan mis preocupaciones económicas y exprimo mi magín para conseguir dinero de manera honesta, y es entonces cuando recuerdo a mis parientes: mi esposa, mis tías que viven en el extranjero y en Cochabamba, y mi comadre Macacha, que nunca me falló. Para todas ellas redacté una sola carta que la envié por correo electrónico y que dice así.

Querida pariente, esposa, tía, comadre o madrina:

El motivo de esta carta colectiva que llegará al propio corazón de cada una de ustedes no es otro que el de comunicarles que a partir de hoy sólo faltan 13 días para la celebración de la fiesta de Jesús del Gran Poder, acontecimiento que enternece mi corazón y seguramente el cuore de cada una de ustedes, piadosas y cristianas parientes mías.

Ojalá que no pase por la mente de ninguna de ustedes, parientes queridísimas, que la Entrada del Gran Poder me sugiere varios días de bailes folclóricos y de danzas libidinosas. No, mil veces no. Si me preocupa la llegada del Gran Poder es por contribuir con mi pequeño grano de arena para aumentar la fe religiosa de nuestras cholas y cholos paceños en un Dios verdadero que realiza milagros en favor de todos los devotos que bailamos en honor de Jesús del Gran Poder. Yo vivo hace décadas gracias a los milagros anuales que Jesús realiza en mi persona al ver que año tras año bailo en su honor 20 ó 30 días, cumpliendo mis promesas.

Como no quisiera ser el único de nuestra familia a quien favorecen los milagros de nuestro Dios, quisiera que también usted, cercana pariente mía, sea favorecida individualmente por nuestro querido Jesús del Gran Poder, siempre que yo la incluya en mi lista de parientes generosas que me ayudaron con su pequeño o regular aporte para que yo pueda ofrecer a Jesús mis sufrimientos bailando y chupando durante largos días de penitencia folclórica.

Envíeme su óbolo a la brevedad posible para que inscriba su nombre en la lista de mis parientes que aman al Señor y a este sacrificado pariente y penitente. La paz sea siempre con ustedes queridas parientes pudientes. Rezaré por ustedes y estoy seguro de que Dios les pagará. Reciban todas mi ósculo agradecido. Paulino Huanca.

Este texto epistolar ha sido enviado a mi esposa, que vive en Zaragoza, a mi tía Conchita Torrelodonos, a mi tía Quiteria, que vive en Oropeza del Mar, a mi tía Restituta viuda de Batistuta, Estocolmo, a mi tía teutona Clotilde von Karajan Quiroga, Berlín, a mis tías Purita y Piedades, Santa Cruz, a mi tía Encarna Propia, Cochabamba, a mi tía Semáforo, que suele aparecer en las esquinas de La Paz, y a mi comadre Macacha viuda de Racacha, quien nunca me falla en mis actividades piadosas y folclóricas.

La retirada de Panduro



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Sábado, 15 de mayo de 2010

En la Historia de la Central Obrera Boliviana, el episodio de Panduro figurará como uno de los más vergonzosos y les puedo asegurar que en mi larga trayectoria de marchista nunca me sentí más frustrado, pues sólo pude caminar desde Caracollo hasta Panduro, donde nos dijeron: “La marcha y la huelga general e indefinida han concluido con la huida de nuestro dirigente Montes, secretario ejecutivo de la COB”.

Ese momento, mi comadre y yo despertábamos luego de un breve descanso sobre colchones tendidos en una escuela del lugar aprestándonos a tomar café que había en nuestro termo y un poco de pan duro, que es el único existente en la localidad del mismo nombre, lo cual indica su pobreza y abandono.

Una vagoneta blanca abandonaba Panduro y no detuvo su carrera hasta llegar a Oruro conduciendo al dirigente cobista Pedro Montes y al Ministro de la Presidencia que, por extraña coincidencia, apellida Coca, quienes se marcharon protegidos por los mineros, dejándonos a todos los demás librados a nuestra suerte.

Le propuse a Macacha continuar la marcha hacia La Paz los dos solitos, pero la inteligente chola cochabambina me dijo: “Nos han traicionado, pues ya no hay huelga general ni marcha hacia La Paz, volveremos a Caracollo donde está guardada nuestra motocicleta Hardley Davidson y de allí a La Paz, de donde nunca debiste salir para cumplir hazañas caballerescas como si fueras un Quijote mestizo”.

Mi comadre, que es buena, joven y fuerte, me envolvió nuevamente en su k’epi de aguayo multicolor y me cargó sobre sus espaldas para conducirme a Caracollo, pero en ese momento paró un minibús y allí entramos; Macacha le pagó al cobrador un solo pasaje, mientras éste sostenía que éramos dos pasajeros, imponiéndose Macacha al decirle: “El caballero que está en mi k’epi es mi guagua que ha envejecido muy pronto por falta de vitaminas...”. Yo le sonreí y le metí un dedo en el ojo, con lo cual concluyó el incidente minibusero.

Al llegar a Caracollo bajamos del minibús y Macacha fue a buscar mi motocicleta, que por el momento es nuestra mientras no le pague el préstamo en dólares que me hizo para pasar los últimos carnavales en Oruro.

Durante el viaje no pudimos hablar por el ruido que hacía la moto, cuyo sobrenombre es “la pedorra”, hasta que llegamos a la casa de mi comadre, no la que tiene en la Buenos Aires Avenue sino a la nueva que adquirió en San Miguel, en Calacoto. Después de reposar un poco, me invitó a comer algo y me dijo: “Compadre, hemos sido objeto de un engaño y de una traición por parte del Pedro Montes, que ordenó la huelga general e indefinida y la marcha Caracollo-La Paz y no las supo organizar, y después de eso entró en acuerdos con el Ministro de la Presidencia y firmó acuerdos con él sin consultar con los trabajadores y con los crudos (como nosotros) que fuimos a Caracollo pidiendo mejores salarios para los trabajadores”. Creo que Macacha tuvo otra vez la razón: soy un crudo.

Jubilarse a los 58 años



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La Paz - Bolivia, Viernes, 14 de mayo de 2010

Algunas mujeres y también algunos hombres suelen quitarse la edad como si esa treta rejuveneciera a sus autores. Mi comadre Macacha y yo hablamos siempre “a calzón quitado”, frase popular y metafórica que significa utilizar la verdad desnuda en un diálogo, o calancha o calata, como dicen en mi pueblo.

Al preguntarle por su edad, mi comadre Macacha me confesó con naturalidad que tiene 58 años, comentándole con galantería cuasi cursi: “Usted comadre, representa menos”. Ella sonrió al sentirse piropeada replicándole duramente: “Entonces, comadre ya está usted en edad de jubilarse, según algunos dirigentes de la Central Obrera Boliviana y del Gobierno”.

En efecto, me enteré por la prensa de que esas autoridades, aparentemente conflictuadas en este momento, prefieren hablar de una Ley de Pensiones que de aumentar el salario mayor al cinco por ciento que servirá para el chairo de los trabajadores, y en sus sabios argumentos hablan de que los bolivianos se podrán jubilar a los 58 años, que es la edad de mi comadre Macacha.

Al decirle a mi pariente espiritual que ya estaba en edad de jubilarse, ella se calentó y me contestó que el que debería jubilarse y dejar de escribir macanas soy yo, que este año cumpliré 83 años si es que no entrego antes la herramienta. Al entender su enfado, le clavé una mirada profunda y dulce de mis chaskañawis (léase ojos de estrella) y nos abuenamos.

Iniciando un diálogo sencillo, dije a mi comadre mi desacuerdo con esa ley que pretende jubilar a los bolivianos y bolivianas al cumplir los cincuenta y ocho años, porque a esa edad la mayoría de los adultos en nuestro país todavía estamos en edad de producir y de rendir muchos frutos que nos permite la edad adulta en una serie de actividades, como las del pensamiento, las artes, las ciencias, la artesanía y otros campos.

Macacha agradeció mis palabras y me dijo que ella, a los 58 pirulos, se encontraba en una hermosa edad y se sentía capaz de emprender grandes negocios, y que si continuaba el éxito en su profesión de prestamista pensaba crear el Banco Macacha para ayudar a las cholas de Cochabamba y otras ciudades, idea que me pareció estupenda y que me dio la oportunidad para decirle que muy pronto le pagaría los intereses correspondientes a abril por un préstamo que me concedió para carnavalear juntos en Oruro.

Al verla optimista y joven, le conté que hace muchos años leí una novela titulada El jubilado, del gran escritor argentino Mallea, donde se narra la vida de un jubilado en Buenos Aires cuyo anhelo de descansar termina a los tres días y luego emprende un paseo por el Jardín Zoológico, luego el Botánico y después los museos públicos y privados de la gran ciudad, concluyendo su aventura del ocio a los dos o tres meses, momento en que se mete en la cama y no se levanta nunca más, enseñándonos que la jubilación ociosa es el camino recto hacia la muerte.

Macacha y yo no queremos jubilarnos.

Una marcha charlada



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La Paz - Bolivia, Jueves, 13 de mayo de 2010

Como soy una persona seria y formal, al conocer la determinación de la Central Obrera Boliviana de ir a una huelga general e indefinida y de realizar una marcha desde Caracollo hasta La Paz decidí acatarla disciplinadamente y fui a despedirme de mi comadre Macacha para comunicarle que me adhería al paro general e indefinido.

La cholita cochabambina me miró de arriba a abajo y me dijo en tono piadoso que yo había envejecido prematuramente y que no estaba obligado a cumplir disciplinadamente con el paro y la marcha, pues ya había pasado de los 80 pirulos. Sus palabras me parecieron ofensivas y respondí con firmeza que nunca es tarde para seguir luchando por un salario justo para el trabajador.

Al ver mi decisión, Macacha resolvió acompañarme en la marcha de cien kilómetros por las avaras tierras del altiplano, no sólo para responder afirmativamente al llamado de la COB, sino para ayudarme en la marcha, cuidarme, alimentarme y alentarme en esta lucha por un mejor salario.

Me metió en su casa situada en la zona Sur, cerca al Café La Taza, y en el sofá de su living comenzó a masajear mis ttusus (léase pantorrillas) para que pudiera resistir la larga caminata que nos esperaba. Luego me milluchó la cara, el cuello y las manos con un bloqueador marca Nivea, me vistió con los zapatos y un terno que habían pertenecido a su marido (Q.E.P.D.), un chofer quillacolleño de medidas parecidas a las mías. Colocó unas gafas de sol sobre mis chaskañawis y me condujo hasta Oruro en mi motocicleta Hardley Davidson.

De Oruro nos dirigimos a Caracollo en el mismo vehículo y allí nos encontramos con los trabajadores marchistas. La marcha hacia La Paz no comenzaba porque los dirigentes se encontraban en una reunión, mientras los trabajadores huelguistas como yo, Macacha y varios centenares nos preguntábamos: ¿Para qué están reunidos los dirigentes si la Central Obrera ya decidió la huelga general e indefinida y esta marcha para exigir un aumento mayor al cinco por ciento a los trabajadores?

Por fin salimos de Caracollo y cumplimos la etapa charlando y caminando. Llegó un momento en que mi comadre Macacha me dijo:

“¿Quiere seguir caminando compadre o prefiere que lo cargue sobre mi espalda metido en mi k’epi de aguayo?”
Opté por lo segundo y llegamos a la localidad de Panduro, ella caminando guapamente y yo jugando con sus trenzas negras.

Allí nos alojaron en una escuelita, aunque antes Macacha fue a comprar una sajta de gallina que había sido preparada por el Sindicato Femenino y Culinario del MAS para atender a los marchistas que protestaban contra algunas autoridades nacionales del MAS, lo cual no entiendo cómo pudo ser ese negocio.

Nos levantamos temprano y preguntamos por los dirigentes de la marcha hacia La Paz y la única respuesta fue:

“Los dirigentes están reunidos en otro ampliado y analizan algunas propuestas del Gobierno. Es por ello que digo, esta marcha me parece muy charlada y no me gusta nada, y me parece que otra vez más nos están mamando”.

La Noche del Periodista



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La Paz - Bolivia, Martes, 11 de mayo de 2010

Tanto o más interesante que el Día del Periodista es la Noche del Periodista, acontecimiento que celebré en uno de los salones del naiclú Malena de la ciudad de El Alto en compañía de mis nuevos amigos, entre los que hay yatiris, feriantes, adivinadoras, pajpacus, encantadores de serpientes, sanadores, kallawayas que llegaron de Chuma y sublíderes de la ciudad que aspiran a ser autoridades alteñas.

Más que mi larga y porfiada labor de periodista, soy conocido en esta ciudad como “el profesor de tangos”, pues me gano la vida enseñando a bailar el tango a señoras y señoritas de la alta sociedad alteña, aunque unos pocos me conocen como columnista en varios periódicos del país, mientras mis enemigos políticos sostienen que soy un “calumnista”.

Pues bien, la reunión de ayer, lunes, Día del Periodista, no comenzó con la interpretación del Himno Nacional, ni del Himno a El Alto, ni los himnos a La Paz y Cochabamba, pues un coro “polifónico” integrado por aficionados cantó la cueca Viva mi patria Bolivia, una gran Nación, por ella doy mi vida, también mi corazón, que tuve que bailar en el centro de la pista, hasta que mi pareja de turno, mi comadre Macacha, perdió el resuello.

El yatiri Calimán levantó un copa espumante “champú” con la frase protocolar que dice:

“En nombre de mi Gobierno y en el mío propio, brindo por nuestro amigo Paulino Huanca, pariente de nuestro recordado Felipe Quispe Huanca, hoy desplazado en la CSUTCB por un camba joven”.
Después, el yatiri Titirico dio lectura a los mensajes de felicitación que recibí de mis parientes en España, Suecia y Alemania, además de otros amigos cochabambinos residentes en los cinco continentes, sobresaliendo entre estos últimos el de un amigo cochala que ya se encuentra en Sudáfrica, en la ciudad de Johanesburgo, quien nos anunció que “está guardando” sitio en las graderías del estadio de esta ciudad para los bolivianos que asistirán a las finales del Mundial, entre los que se hallaría el presidente Evo, fanático del fútbol.

En mis palabras de agradecimiento señalé que la fiesta en el Día del Periodista era mejor en la Noche del Periodista, pues pertenezco a la última generación bohemia del periodismo que hacía su oficio durante la noche y prolongaba sus fiestas hasta la madrugada. También recuerdo haber dicho:

“Todas las cosas importantes en Bolivia se hacen de noche, como el amor, los periódicos, las insurrecciones y las salteñas”.
Finalicé mis palabras con un recuerdo a mis compañeros periodistas que compartieron mi vida bohemia, y a veces la organizaron, como Kid Bailey, Tomás Blacutt, Jaime Humérez, Mario Maldonado, Pedro Shimose, Juan León, Humberto Vacaflor, Harold Olmos, Roy Bazán, Alfredo Arce, Fernando Salazar Paredes y otros.

Al final se leyó un mensaje del Alcalde electo de la ciudad de El Alto, aunque nadie vio su firma, y que dice:

“En nombre del señor Alcalde, señor Patana, le saludo en este día porque usted es un periodista que escribe con las patas”.
Yo creo que dice la verdad.

Apelación a la Corte Celestial



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La Paz - Bolivia, Miércoles, 12 de mayo de 2010

Hace unos días, el cardenal Julio Terrazas viajó a Roma en su visita ad límina (Visita que todos los obispos deben realizar a "los umbrales de San Pedro y San Pablo" con el objetivo de informar al Papa el estado de la diócesis que gobiernan.) al sumo pontífice Benedicto XVI, padre de la cristiandad. Como el Cardenal se hallaba rodeado de gente importante que acudió a despedirle en el aeropuerto, no pude acercarme al Arzobispo de Santa Cruz para rogarle que me llevara un encarguito al Papa como acostumbramos los bolivianos cuando viaja un amigo al exterior y tuve que conformarme con rogarle ese favor al clérigo secretario que viajaba con él.

Han pasado los días y mi inquietud es mucha por saber si el Cardenal pudo entregar o no mi “encarguito” que no era otra cosa que una apelación a la Corte Celestial para ver si este altísimo Tribunal, el más alto de todos, pudiera resolver la decisión de la Corte Nacional Electoral con respecto a la distribución de escaños en las asambleas departamentales. Dice así mi memorial apelativo.

Al Señor Justo Juez, Presidente Vitalicio y Eterno de la Corte Celestial. El Cielo.-

Paulovich, natural y vecino de la ciudad de La Paz, convertido en Hijo de Dios por obra y gracia de Nuestro Señor Jesucristo que murió en la Cruz, Presidente del Sindicato Nacional de Monaguillos de Bolivia y humilde miembro de la Iglesia Católica; casado hace 13.973 días con una dama católica nacida en Zaragoza (España) y fiel devota de la Virgen del Pilar. Presentándome de hinojos en el templo del Señor de la Sentencia, situado en Villa Armonía, con todo respeto digo y expongo.

El día 4 de abril del presente año concurrí con la inocencia que nos caracteriza a la mayor parte de los bolivianos a las elecciones convocadas por la Corte Nacional Electoral que ahora se llama Órgano Nacional Electoral, presidido por el organista doctor Costas. ¿Cómo podría un organista presidir con acierto unas elecciones?

Mi desazón fue mayor al comprobar que nuestros alambicados legisladores y gobernantes se habían propuesto realizar las elecciones más complicadas del mundo para un pueblo donde hay muchísimos analfabetos que sólo aprendieron a firmar. Las papeletas eran unos rompecabezas. No deseo fastidiar a la Corte Celestial con tanto prolegómeno y me voy al meollo del asunto. Resulta que votamos y hubo triunfadores y perdedores, según los escrutinios de la Corte Nacional y cortes departamentales.

Y aquí viene el presidente de la Corte, señor Costas, a sacarse de la manga un decreto que no existía cuando se convocó a estas elecciones. Y por efecto de aquél se distribuyen los escaños para las asambleas departamentales, resultando favorecido el partido que hoy gobierna Bolivia, quedando frustrados los votantes por Decisión de la Corte Electoral.

¿A quién quejarnos, señor Justo Juez? Los fallos de ese organismo son inapelables dentro del país. Sólo nos queda la Corte Celestial y es por ello que recurro al Justo Juez que está en los Cielos y es mi único recurso en medio de mi país donde la democracia es burlada y se hará más imperfecta cada día. Será justicia, etcétera.

Sismólogos y chismólogos



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La Paz - Bolivia, Domingo, 9 de mayo de 2010

Esta crónica debería titular La noche que tembló el naiclú “Malena” o Los yatiris creen en Dios o El incremento del cinco por ciento produce un sismo, pues refleja el pánico que cundió en el “Malena" la noche del miércoles cuando un terremoto de 6,5 grados en la escala de Richter se produjo entre Tacna y Arica, y se sintió en las ciudades de La Paz y El Alto.

Eran las 22 y 15 de la noche (hora de Greenwich) y yo me encontraba bailando el bolero Reloj con mi comadre Macacha, quien había acudido al naiclú para cobrarme los intereses correspondientes a abril por un préstamo en dólares que me concedió para que pudiéramos viajar al carnaval de Oruro, asunto que me puso sentimental y coqueto, pues yo cantaba en la oreja de mi comadre prestamista ...reloj no marques las horas porque voy a enloquecer, reloj detén tu camino... etc., etc., cuando ella se me abrazó con fuerza y comenzó a gritar: “¡Ay, Jesús, María y José, la tierra se está moviendo y Dios quiere castigar al ministro de Hacienda, Arce Catacora...!”.

Yo, firme y sereno, sujeté a mi comadre Macacha para que no se cayera víctima de un soponcio, y grité: ¡Calma, noble pueblo alteño, que sólo se trata de un sismo en los países vecinos de Perú y Chile!”. Pero el pánico y la confusión cundieron, las botellas y los vasos rodaron por los suelos, mientras algunos parroquianos se arrodillaron en la pista de baile y comenzaron a pedir perdón a Dios por sus pecados. Entre estos reconocí a mis amigos yatiris Calimán y Titirico, que me dijeron llorando:

“Este es un castigo de Dios, o por lo menos un aviso de la Divinidad porque el Gobierno no quiere aumentar más del cinco por ciento a los trabajadores”.
Pedí un matecito de toronjil para mi comadre, que agradecida me dijo: “Dios se lo pague, compadre y olvídese de los intereses que me debe por abril”. Yo también le pedí que los olvidara. Y volví a mis amigos yatiris que seguían conmovidos por el sismo y buscaban a los culpables del movimiento sísmico. Aproveché de su confusión para decirles: “Dice mi comadre Macacha que el ministro de Gobierno, señor Sacha Llorenti, ha informado oficialmente que el movimiento sísmico ha sido controlado por las autoridades encargadas del orden. 17 trabajadores fabriles han sido detenidos y serán puestos a disposición de la Justicia. De todas maneras, no se concederá un aumento mayor al cinco por ciento al salario de los trabajadores, pues la intensidad del movimiento sísmico en Bolivia apenas sobrepasa el cuatro por ciento en la escala de Richter.

Los yatiris seguían asustados y continuaron buscando a los culpables del movimiento sísmico, y se encontraban tan shockeados, que exigirían la captura inmediata de un neoliberal llamado Epicentro y de sus cómplices, mientras que otros distinguidos ciudadanos alteños pedían la renuncia de varios ministros del presidente Evo, y en especial del Ministro de Hacienda, que es el más empecinado en negar un aumento mayor al cinco por ciento en la Escala de Richter o en la de Mercalí. Fue una noche de mucho susto y de mucho gusto, porque logró ablandar a la usurerita de mi comadre Macacha

La guerra de la yuca



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La Paz - Bolivia, Viernes, 7 de mayo de 2010

Revisando mis cicatrices, hoy he recordado mi participación en varias guerras defendiendo a mi bandera tricolor, mientras la wiphala sólo había flameado en tierras de Flandes empuñada por los Tercios Españoles. De la Guerra del Pacífico recuerdo muy poco, pero allí combatió mi abuela que nunca quiso rendirse. También estuve en la Guerra del Chaco donde combatí en el fortín “Te Aguaytearé” donde fui herido en una nalga porque me mordió un chancho. Y cuando creí que ya no sería llamado a una nueva guerra, ahora me alisto para combatir en la Guerra de la Yuca que se libra en las tierras de Caranavi y Alto Beni.

Esta guerra que se libra en territorio paceño aún no figura en el Registro Internacional de Guerras, aunque en el momento de escribir estas líneas se cumple el noveno día de lucha entre las fuerzas de caudillos locales que disputan la hegemonía política y económica de la región que abarca territorios paceños y benianos, mientras las autoridades del Ministerio de Gobierno contemplan desde un palco el sufrimiento y el dolor de miles de ciudadanos afectados por la Guerra de la Yuca.

La he llamado así porque considero que la yuca es un noble producto de Caranavi y la región toda, pues no me gustaría que esta guerra sea recordada por la Historia como la guerra de la papaya porque ésta es una fruta ligada a la familia Salvietti y nuestra guerra, que es boliviana, podría ser confundida con una guerra que es librada en campos napolitanos. En cambio, la yuca es un tubérculo que sirve al hombre para significar muchas cosas, sin descartar que la palabra yuca sirve también para designar a un fraude o a un engaño, como en este caso de Caranavi, productora de la mejor yuca de La Paz.

Alguien o algunos nos están “metiendo la yuca” haciéndonos creer que es papa o gualusa, y esto se puede advertir desde ese campo de batalla que comienza en la misma ciudad de La Paz, en la zona de Villa Fátima, desde la cual parten los buses y camiones hacia Caranavi y las poblaciones de Alto Beni.

Los generales que actúan en esta guerra comienzan por tener buses de transporte en vez de tanques y cañones. El general Surco —según dicen sus enemigos— es propietario de una flota de transporte público hacia la zona y es, además, senador de la República perteneciente a la bancada oficialista. O sea que es un general poderoso.

Mi servicio de inteligencia me ha informado que el general-senador dice que no es el propietario de la flota de buses y camiones y que la verdadera dueña es su esposa. Lindo tema para ser investigado por otras autoridades.

Mientras tanto, las provincias del norte de La Paz sufren los efectos de un bloqueo caminero que ya desespera a la población civil que padece las consecuencias de esta Guerra de la Yuca que debería concluir por razones de humanidad e inteligencia porque con la yuca se fabrica o se prepara un plato conocido como “el sonso”.

Uniforme plurinacional



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La Paz - Bolivia, Viernes, 7 de mayo de 2010

La Asociación de Ex Reclusos de la Cárcel de San Pedro me pidió mediante una esquela muy cortés que la representara en un solemne acto durante el cual se rendiría homenaje a los nuevos generales de la Policía Boliviana, a cuya cabeza se encuentra el general Óscar Nina, comandante de la institución Verde Olivo.

Al recibir la invitación me entró cierto resquemor al pensar en que podría tratarse de una estratagema genial de las autoridades policiales para capturarme, pues yo fui testigo ocasional del robo de la vagoneta Toyota Land Crusher que formaba parte de la caravana motorizada que servía al presidente Evo y que fue robada el domingo pasado en la zona de San Pedro, colindante con el mercado Rodríguez.

Disipó mis temores mi comadre Macacha, quien me dijo: “No tengas miedo compadre, porque estando a mi lado nadie te podrá faltar ni tampoco sobrar; yo quiero asistir contigo a la promoción de los seis nuevos generales de la Policía Boliviana, pues estrenarán sus nuevos uniformes adornados con los nuevos símbolos nacionales que reconoce la nueva Constitución del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico”.

Quise decirle que tales uniformes para los nuevos generales de la Policía seguramente eran muy “huachafos” (hermosa palabra que aprendí en Lima, Perú, cuando visité la Corte de Chabuca Primera), pero preferí volver a tragar la palabra al ver el rostro ilusionado de mi comadre cochabambina que admira a los policías, sobre todo si llegan a generales.

Así que del brazo de mi comadre cochabambina llegué al acto de Promoción de los nuevos generales de la Policía, dándome la impresión de que nos dirigíamos a un desfile de modas masculinas donde podríamos apreciar uniformes de color verde olivo adornados con los nuevos símbolos nacionales, como la wiphala, la cruz andina y las wara-waras en vez de las estrellas doradas que adornaban las gorras y los galones de los antiguos generales.

El acto fue presidido por el Vicepresidente de la República, pues nuestro Presidente planetario se hallaba en órbita astral. El ilustre y a la vez ilustrado gobernante recordó a los flamantes generales la disciplina que siempre deberán guardar, recordándoles al mismo tiempo que los policías y los militares no deliberan. Luego vino el desfile de modas policial y plurinacional que hizo suspirar a mi comadre Macacha.

Fue ella quien me explicó dónde se hallaba la wiphala y dónde la cruz andina y tiwanacota que constituyen el dernier cri de la moda policial y militar, según me explicó Macacha —quien casi se desvanece de placer al observar a las wara-waras que sustituyen a las estrellas doradas que adornaban los uniformes militares y policiales de los generales. Al finalizar el acto, saludamos militarmente al general Óscar Nina, nuevo Comandante General de la Policía Boliviana, y a sus colegas recientemente ascendidos.

El general Nina, cuyo apellido significa en aymara “fuego”, miró fogosamente a mi comadre Macacha y yo la salvé de las llamas.

Los yatiris no pararon



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La Paz - Bolivia, Jueves, 6 de mayo de 2010

Como mis amigos y parientes saben, soy un fanático de los paros, bloqueos, marchas y manifestaciones sin importarme los motivos que los originan y es tal la felicidad que siento al adherirme a tales actividades, que en una oportunidad, cuando me perdí de mi hogar durante seis días marchando por Evo desde Cochabamba a La Paz cuando él era diputado, mi esposa me llevó al consultorio de un psiquiatra para que me examinara.

El afamado galeno Dr. Marcelo de la Quintana me observó con cuidado y me interrogó larga y profundamente, y hasta me sometió al psicoanálisis mientras mi llorosa esposa me sujetaba fuertemente en el diván; concluida la prueba le dijo a ella:

“Tu esposo sufre de un síndrome de manifestante a raíz de una lesión cerebral que le impulsa compulsivamente a gritar sus sentimientos en calles y caminos”.
A raíz de esa lesión cerebral no puedo dejar de adherirme a cualquier manifestación, habiendo sido muy feliz durante los años de la diputación de Evo hasta que él llegó a la Presidencia de la República en enero del 2006, momento en el que desaparecieron las marchas y bloqueos y las manifestaciones públicas que me hacían tan dichoso. Al desaparecer esas actuaciones públicas mi vida se tornó lánguida y aburrida, y dejé mis demostraciones entusiásticas de amor hacia mi amada esposa. Es que me faltaba el incentivo de las marchas públicas que felizmente se reiniciaron el pasado martes, cuando me lancé a las calles paceñas para adherirme a todas las manifestaciones públicas que encontré a mi paso, concluyendo en una modesta marcha que apoyaba a las esposas e hijos de los Policías de baja graduación.

Ya al anochecer me dirigí a la ciudad de El Alto para impartir mis clases de tango que me son pagadas al contado por mis exhaustas discípulas que son muy honradas y cumplidas. Después busqué a mis amigos yatiris, que se encontraban en otro salón del Naiclú “Malena” analizando la situación política, social y el retorno al país de la sana práctica de las marchas, bloqueos y manifestaciones de protesta.

Al ver mi rostro radiante de felicidad, Titirico y Calimán adivinaron (para eso son brujos andinos) que yo retornaba de alguna manifestación pública en la ciudad de La Paz, relatándoles que asistí a todas las que pude y que llevado de mi entusiasmo grité “¡Muera Stalin y muera Lenin!” sin darme cuenta de que los mencionados ya habían entregado la herramienta al Diablo hace muchísimos años.

Calimán, fastidiado, me preguntó a qué herramientas me refería, respondiéndole: Me refiero a la hoz y al martillo.

Luego me enteré de que los yatiris no pararon en contra del incremento del cinco por ciento ofrecido por el Gobierno a los trabajadores del país y que no les gustaba nada el panorama actual, aunque Titirico me dijo que esta ola de protestas pasará pronto, asegurándome que el Gobierno tiene la sartén por el mango.

La verdad es que todos vivimos una jornada intensa y significativa.

Mil fábricas de vela



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La Paz - Bolivia, Miércoles, 5 de mayo de 2010

La imaginación calenturienta y económica de mi comadre Macacha es increíble. Mientras yo pobre periodista me quemaba las pestañas estudiando los pros y los contras de la nacionalización de las empresas que producen energía eléctrica en nuestro país y me debatía en medio de megaciclos, kilociclos y triciclos, llegó triunfante a mi casa la mencionada chola cochabambina y me dijo después de abrazarme laminadoramente:

“Eureka, compadre, eureka, acabo de encontrar la fórmula para volvernos inmensamente ricos”.
A continuación me cubrió de mistura y me envolvió con serpentinas de colores, mientras hacía reventar cohetillos, buscapiques, bombitas y matasuegras bajo mi lecho conyugal y en medio de mi modesto living.

Cuando se serenó un poco, ingresamos a mi escritorio y descorchando una botella de champaña me roció de burbujas y brindó “por Macacha y su compadre Paulino Huanca, los nuevos multimillonarios del régimen socialista, marxista y katarista”, llevándome nuevamente al living, donde ocupó el sofá que se rindió al peso de sus caderas. Dijo Macacha:

“Muy pronto seremos los reyes de las velas, pues produciremos velas para diez millones de felices bolivianos que sufrirán apagones de luz durante algunas noches sin previo aviso porque la energía eléctrica acaba de ser nacionalizada por el presidente Evo, su vicepresidente Álvaro y por sus ministros y viceministros”.
Pregunté a mi comadre si conoce la producción de velas en el país y si existen muchas fábricas que producen ese producto, respondiéndome:
“Son muy pocas las fábricas de velas en el país porque su consumo fue disminuyendo a medida del crecimiento del consumo eléctrico tanto en ciudades como en los pueblos, también su utilización en los templos y capillas fue bajando, salvo en días como el de la Virgen de Urkupiña, Cotoca y Copacabana, y los dedicados al santo patrono del lugar”.
Pregunté a mi comadre si el consumo de las velas en los hogares citadinos también había reducido, respondiéndome la economista cochabambina, doctora Oloris Causa de la Universidad de la Muyurina:
“En cada casa suele guardarse una vela o dos para casos repentinos de oscurecimiento y se las volvía a apagar cuando la energía eléctrica retornaba”.
Cuando quise saber cuántas fábricas de velas levantaríamos, ella me habló de que comenzaríamos con mil distribuidas así: 200 en La Paz por ser la sede del Gobierno, de la Asamblea Legislativa y el Cuerpo Diplomático, lo que permitiría las sesiones del gabinete del presidente Evo, la aprobación por dos tercios de leyes muy importantes que pronto se haría levantando velas encendidas y las recepciones diplomáticas que lucirían más elegantes en salones alumbrados por cirios de lujo y preciosos candiles en los centros de cada mesa. ¡Una belleza! Macacha también me dijo que igual cantidad de fábricas serían instaladas en Cochabamba y Santa Cruz.

Me habló con tanto enamoramiento de su proyecto industrial, que también sería mío, que le dije: “¡Adelante con los faroles, comadre, y dentro de ellos nuestras velas!

La vuelta al trabajo



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La Paz - Bolivia, Martes, 4 de mayo de 2010

Ayer recibí una llamada telefónica de España y me lancé al aparato porque mis oídos captaron el sonido del timbrazo traduciéndolo a “plata”. En efecto, era la hispanoparlante que me anunciaba su remesa correspondiente al mes de mayo.

— ¡Tesorito y Tesorera mía! Acaba de irrumpir tu argentina voz en medio de mi sórdida pobreza.

—Hola, cholito mío. He sabido que tu Gobierno miserable ha incrementado tu magro salario en un 5 por ciento con motivo de la fiesta del trabajador y que hoy has debido retornar al trabajo con los bolsillos planchados.

—Así es, tesorito mío, pero como ese incremento me huele a excremento salarial, hoy me encuentro en huelga y los próximos días deberé asistir a marchas de protesta con mis compañeros de la Central Obrera Boliviana, los maestros, los policías y militares de baja graduación y otros sectores entusiastas que siempre “acatan disciplinadamente las huelgas”, que son las únicas disposiciones que se acatan disciplinadamente.

—¿O sea que no retornaste al trabajo este primer lunes de mayo?

—No, tesorito mío, pero no importa porque algunos dirigentes nos han prometido manifestaciones públicas de protesta, huelgas de hambre, crucifixiones, costuradas de labios, tapiajes, y otras medidas de presión inventadas por la imaginación de los líderes bolivianos.

—¡Pobre cholito mío! Me entristece que tengas que sufrir tanto para continuar con tu orgullo de ser boliviano, pero no pasarás hambre (tampoco sed) porque acabo de ordenar el envío de tu remesa de mayo con la que podrás hacer frente a tus gastos más apremiantes.

—Gracias, tesorito mío, pero los primeros días de mayo no precisaré de mucho dinero porque estaré ocupado en huelgas y manifestaciones hasta conseguir un mayor aumento salarial; lo que más me preocupa es la segunda quincena del mes cuando comienzan mis fiestas por la llegada del Señor del Gran Poder.

—La remesa que te envío no es para que la gastes bailando con cholas.

—Ya lo sé, tesorito mío, y sería una vergüenza para mí gastar un solo céntimo de euros españoles bailando con ellas, aunque fuera en honor de Jesús del Gran Poder.

—Como todo en tu país anda de cabeza abajo ya nada me sorprende: Cuando todos deberían retornar al trabajo después de festejar la fiesta del Trabajo resulta que los trabajadores inician una etapa de huelgas marchas y protestas, y sigo creyendo que tú sigues empeñado en vivir en un país existencialista.

—Así es, tesorito mío: esta primera quincena de mayo descansaré asistiendo a huelgas y manifestaciones y la segunda también descansaré bailando día y noche por al fiesta del Señor del Gran Poder.

—Bueno, cholito mío, me alegra que este mes que comienza la pases descansando, primero huelgueando y marchando, y después bailando. Esta remesa para mayo, ¿podrías hacer cuenta que es para junio?

—Eso nunca, tesorito mío.

Cochabamba y su gran feria



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La Paz - Bolivia, Domingo, 2 de mayo de 2010

Hace pocos días se inauguró la Feria Internacional de Cochabamba y es la versión número 27 de esta muestra que organizan los cochabambinos para enseñar a Bolivia y al mundo que allí se trabaja con denuedo y sacrificio para el progreso del país todo, sin detenerse mucho tiempo en hacer ofrendas a la Pachamama ni ferias de alasitas para honrar al Ekeko.

La idea de viajar a Cochabamba y asistir a la Feria fue de mi comadre Macacha, inteligente y guapa chola cochabambina quien me dijo: “¿No quisiera usted, compadre, viajar a Cochabamba unos días, visitar la Feria Internacional, conversar con hombres inteligentes, visitar a su tía Encarna, gozar de la mejor comida del mundo, dormir en el Gran Hotel Cochabamba, no gastar ni un centavo y tener una chola que lo cuide gratis…?”.

A las pocas horas de escuchar esa proposición, yo estaba en una suite del Gran Hotel Cochabamba, mientras mi comadre Macacha se hallaba instalada en su casa propia, ubicada en la zona de la Muyurina, preparando ungüentos para frotarme los ttusus (léase pantorrillas) para aliviarme de mis dolores reumáticos.

Ella alquiló con su plata una motocicleta no tan hermosa como mi moto Harley Davidson que dejé en La Paz, y vino al hotel para conducirme al famoso Bar Comercio (El Barco), donde me esperaban mis amigos inteligentes cochabambinos (perdón por la redundancia), presididos por el pensador greco-cochabambino Aristóteles Giorgiadis Quiroga, que celebran una Sesión de Honor con motivo de la Feria Internacional de Cochabamba que se realiza en los campos de Alalay. Se entonaron los himnos de Bolivia y Cochabamba, y al finalizar éste, se escucharon gritos de ¡Viva Wilstermann! Y ¡viva Aurora! y también un emocionado “¡Gloria al Okjmillo!”, personaje inolvidable del siglo XX cochabambino.

El presidente del “Ateneo Pericles”, el pensador greco-cochabambino Aristóteles Giorgiadis Quiroga, rindió homenaje a la memoria de los ciudadanos cochalas Dr. Jorge Rojas Tardío, José Canedo, Sr. Coco Canelas T., monseñor Wálter Rosales, Ing. Luis Calvo y monseñor Lucho Rodríguez por haber encarnado las virtudes del hombre cochabambino. Luego se formó una comisión del “Ateneo Pericles” para visitar oficialmente la XXVII Feria Internacional de Cochabamba, acompañando a los invitados especiales y algunos coladores, entre los que me encontraba.

Grande fue mi sorpresa al encontrar en la Feria a mi comadre Macacha, quien había sido contratada como “hostes” junto a otras bellezas mucho más jóvenes que ella y vestidas con graciosos trajes que utilizaron menos tela en su confección.

Macacha nos condujo por las calles y avenidas de la Feria donde se levantaban los pabellones internacionales de Europa, América y Asia, donde se exhibían sus modernísimos adelantos industriales. Las industrias bolivianas grandes y pequeñas también fueron expuestas y admiradas. Macacha me dijo: “Es que el mundo sigue progresando y Bolivia también, para felicidad del hombre que es el rey de la creación”. ¿Qué habrá querido decir Macacha?

No me gusta trabajar



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La Paz - Bolivia, Sábado, 1 de mayo de 2010

Un periodista debe ser sincero y veraz con sus lectores y es por ello que hoy 1 de Mayo, Fiesta del Trabajo, declaro solemnemente ante el planeta Tierra, en pleno uso de mis facultades mentales y sin haber sido presionado, que no me gusta trabajar y que si rindo mi homenaje al Día del Trabajo es porque hoy no se trabaja.

No asistiré a ninguna manifestación pública ni en favor ni en contra del Gobierno, tampoco desfilaré por las calles con el Sindicato de la Prensa, ni con el Sindicato de Maridos Oprimidos, ni con la Confederación de Contrabandistas, ni con la Confederación de Propietarios de Quioscos, ni con la Asociación de Vendedores de Coca prensada, ni con la Confederación de Yatiris, Brujos y Adivinas (Sector Malena), ni con los “Sin Techo”, ni con os “Sin Lote”, ni con los “Sin Chola”.

Hoy practicaré mi deporte favorito, que es el rasquetbol y que consiste en rascarse, deporte viejo que podría ser pasión de multitudes pero lamentablemente no lo es porque no es un espectáculo público y generalmente se practica en privado, aunque algunos privilegiados lo practican en público pero en forma disimulada y de acuerdo a la etiqueta social para no vulnerar la moral pública.

Este bello y sano deporte del rasquetbol es tan antiguo como el hombre pues lo practicaba Adán en el Paraíso Terrenal antes de que Eva, la primera mujer, lo tentara, celosa de que su hombre fuera feliz rascándose todo el día porque no necesitaba trabajar.

Ustedes conocen muy bien el relato bíblico y saben que Jehová expulsó del Paraíso a nuestros primeros padres y condenó a Adán a trabajar la tierra para obtener su sustento y el de su mujer. Ese momento inventa Dios el trabajo castigando al hombre por su soberbia. Pero el rasquetbol siguió existiendo y los hombres practicaron ese deporte maravilloso a través de todas las edades, las culturas y las civilizaciones, hasta llegar a la actual donde los hombres más exitosos encuentran la felicidad en “la cultura del ocio” que es la apoteosis de la felicidad porque puedes jugar al rasquetbol sin que nadie te ofenda, ni te insulte ni te denuncie como vago, ocioso y malentretenido.

Muchísima gente gusta de este viril deporte, desde los dirigentes sindicales declarados “en comisión” hasta muchos parlamentarios del oficialismo que forman parte de la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico. Son los que están jugando al rasquetbol en sus curules hasta que llega el momento de votar y entonces dejan de rascarse para levantar la mano; pasada la votación vuelven al rasquetbol.

Otro sector donde se practica el rasquetbol de manera inteligente y apasionada es el de la diplomacia que podría llamarse el Rasquetbol Internacional. Muchos diplomáticos bolivianos en el exterior juegan este bello deporte con rasquetbolistas de otros países en medio de cócteles, recepciones y cenas de gala.

Quisiera proporcionar algunos reglamentos para la práctica de este deporte porque no es cuestión de rascarse y rascarse como hacen algunos amigos míos, pero lo haré en otra oportunidad.

¿Qué nos regalará el Presidente?



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La Paz - Bolivia, Viernes, 30 de abril de 2010

Esta mañana me levanté con la ilusión de que mañana es un poco mi cumpleaños, porque cuando llega el Primero de Mayo, Día del Trabajo y del Trabajador, el Presidente de la República siempre nos regala algo a los trabajadores; unas veces nacionaliza el petróleo, otras veces nos da un cuantioso aumento de sueldos y salarios, y algunas veces nos regala una empresa como Entel, que no había pagado y hasta ahora le siguen cobrando.

Con la alegría que me salía por los poros (Poro Norte y Poro Sur) llamé a mi comadre Macacha por teléfono para preguntarle si ella ya había sabido cuál sería el regalo que nuestro generoso Presidente nos entregaría con motivo de la fiesta del trabajador, en la creencia de que ella —por ser curiosa como todas las mujeres— habría podido enterarse antes que los periodistas.

Macacha me dijo que había tratado de averiguar cuál sería el regalo que nos anunciaría para hacernos más felices a todos los trabajadores pero que fracasó en su empeño, habiendo preguntado hasta al vicepresidente Álvaro García Linera, quien le había respondido éste que ese tipo de secretos no le confía Evo porque es un top secret.

Ella me sugirió ir a pasear por la plaza Murillo para preguntar a las palomitas que suelen llegar hasta los aleros del Palacio de Gobierno para arrullarse tiernamente si habían escuchado a algún personaje palaciego alguna referencia acerca del regalo que nos haría Evito con motivo de la fiesta del trabajador, pero ninguna paloma sabía nada.

Paseando por la plaza, Macacha me preguntó: “¿Crees que Evo nos regalará mañana con la nacionalización de la mina San Cristóbal?” Le respondí diciendo que ese regalo me parecía muy caro, sobre todo ahora que el Ministro de Hacienda anduvo buscando inversionistas norteamericanos en Estados Unidos y que además había una poderosa ONG, amiga del Gobierno, que participaba de ese negocio minero.

Nos acercamos a un guardia militar del Palacio Quemado y le preguntamos inocentemente si él sabía algo del obsequio que nos haría el Presidente planetario, como le llamó García Linera, pero el soldadito nos dijo que no había visto a nuestro Presidente en los últimos días porque aquél viajó a Venezuela para conversar con el presidente Chávez, por lo cual él creía que nuestro regalo pudo haber sido comprado en Caracas, aconsejado por el amigo caribeño del Presidente orureño.

Total: Mi comadre Macacha y yo no sabemos nada del regalo que nos hará mañana el Presidente a los trabajadores. Ojalá fuera un buen aumento de sueldos y salarios para equilibrar nuestra canasta familiar, aunque también existe la posibilidad de alguna nacionalización al fiado.

De todas maneras, la ilusión es lo último que debemos perder y es por ello que hoy dormiré tranquilo y esperanzado en que nuestro Presidente nos entregará un gran obsequio a los trabajadores en nuestro día.

Hay que saber ser rico



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La Paz - Bolivia, Jueves, 29 de abril de 2010

“Hay que saber ser rico, como también hay que saber ser pobre, porque si no sabes ser rico, la riqueza no te sirve para nada y seguirás siendo infeliz teniendo a tu vera un cerro gigantesco lleno de hierro y al cual podrías convertirlo en acero como el Mutún”, así me dijo mi asesora en Asuntos Económicos, la cholita cochabambina Macacha, al volver de Puerto Suárez, donde se armó un quilombo de la gran siete, con bloqueo y paros.

Como el tema me pareció interesante, decidí llevarlo a uno de los salones del Naiclú Malena para debatirlo con mis amigos yatiris Calimán y Titirico y algunos intelectuales alteños que no le tienen miedo a ningún problema del conocimiento y menos a la siderurgia porque por algo son brujos andinos y me están instruyendo para ser aprendiz de brujo para orientar mejor a mis amigos desde una columna periodística que se nutre en la fuentes vitales del naiclú Malena.

Cuando expuse la tesis de mi comadre Macacha, un seguidor del alcalde electo de El Alto, Patana, me replicó diciendo: “Qué sabe esa chola cochabambina del Mutún si sólo sabe moler locotos sobre el batán”, frase que me pareció ofensiva y en contra de mi comadre, por lo cual lo reté a duelo como en los tiempos cuando todavía gobernaban los caballeros. El ofensivo que desconocía el código caballeresco me dijo que le enviara a mi comadre en vez de mi madrina y recibió una bofetada, pero felizmente (para él) nos separaron, con lo que se confirma el dicho de “nunca faltan encontrones cuando un cholo se divierte”.

Volvimos al “intercambio ideológico” y Calimán, yatiri asesor de gobernantes, manifestó a la mesa: “La comadre cochabambina del Paulino Huanca tiene razón al decir que debemos saber ser ricos porque de otra manera nuestras riquezas naturales no nos servirán de nada y viviremos pobres como siempre, como vemos ahora con el Mutún y lo veremos próximamente con el litio y los recursos evaporíticos por los cuales ya comenzamos a pelear entre potosinos y orureños cuando recién se organiza una oficina que estudiará las posibilidades de su explotación a cargo de empresas extranjeras con tecnología”.

Un cerrado aplauso premió las palabras del yatiri, y el Administrador del Malena nos envió una torta creyendo que se trataba de un cumpleaños. El yatiri Titirico (pariente del gobernador electo César Cocarico) se adhirió a las palabras del yatiri Calimán y nos recordó que hace varias décadas, cuando una empresa famosa en el mundo, la Lithco Corporation, se interesó por explotar el litio del Salar de Uyuni, surgió paralelamente una montaña de peticiones provinciales, departamentales y nacionales para participar en el negocio, junto con un batallón de bolivianos “patriotas” que se oponían a la participación extranjera en la explotación, hasta que los canadienses se aburrieron, renunciaron al litio boliviano y se fueron a invertir a la Argentina en el Salar del Hombre Muerto.

Triunfó la tesis de mi comadre Macacha de que hay que aprender a ser ricos, pero como fueron destapadas varias botellas de pisco, hoy ni nos acordaremos del hecho.

Aumento de salarios



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La Paz - Bolivia, Miércoles, 28 de abril de 2010

Como sentí un permanente escozor en las palmas de mis manos, consulté con mi comadre Macacha, quien luego de examinarlas me dijo: “Seguramente recibirás platita de mi comadre que está en España, o el presidente Evo anunciará aumento de sueldos y salarios con motivo del 1 de mayo que es la fiesta del Trabajo”.

Llamé por teléfono a mi esposa y ella me respondió muy dulcemente que todavía no había llegado el fin de mes y que la deuda externa de España llegaba a la astronómica cantidad de 4.600 millones de euros, suma que me impresionó y me obligó a decirle que si sufría de algún apuro financiero yo estaba dispuesto a enviarle cualquier dinerillo a costa de cualquier sacrificio.

Llamé también a mis amigos yatiris para ver si sabían algo del aumento salarial que decretaría el presidente Evo luego de su convincente triunfo en las elecciones de diciembre de 2009, respondiéndome los brujos andinos no saber nada al respecto y que el Presidente planetario viajaría en estos días a Venezuela a conversar con su tío McChávez, quien tal vez le proporcionaría dinero.

Ante este panorama sombrío y mi escasez de fondos por estar a fines de mes le levanté mis ojos de cojudito a mi comadre Macacha, quien al sentir el impacto de la mirada profunda de mis chascañawis me dijo: “Yo te podría prestar algo de platita, compadre, pero no quiero que te acostumbres a recibir plata de una mujer, creo que lo más honrado que puedes hacer es elevar un pliego de peticiones al Gobierno haciendo saber a las autoridades de Hacienda cuánto subió la vida y a cuánto asciende tu canasta familiar y también tu canasta extrafamiliar, si es que la tienes”.

Conversando con amabilidad y dulzura con mi comadre Macacha, le dije que soy periodista y soy botarate y andaluz, pues nunca pregunto por el precio de las cosas y de los alimentos y de las ropas pues cuando siento deseo o necesidad de algo lo pido a la vendedora y meto mi mano en mis bolsillos para ver si el dinero que llevo en el bolsillo me alcanza o no para comprarlo, veo una fruta que me gusta, una salteña que me tienta, un fricasé o un chicharrón que me antojo, una corbata que me parece bonita, un libro cuyo título me interesa y los adquiero cuando la platita que llevo en mi bolsillo alcanza para ello.

Mi comadre se sorprendió al conocer mi conducta económica y me dijo que no era aconsejable y que ningún aumento de sueldos y salarios que dictara el presidente Evo me alcanzaría para vivir tranquilo y sin sobresaltos. Sonreí ante las palabras de mi comadre Macacha y le dije: el presidente Evo hace lo mismo que yo, pues si se antoja de un satélite que fabrican los chinos lo compra al tiro sin preguntarles el precio; si ve un avión que fue fabricado por los franceses para el Manchester United lo compra y paga 40 millones de dólares y si le muestran un avión ruso “Antoniev” que vale cerca de 40 millones también lo compra, y también se va a comprar misiles rusos, armamento moderno y una planta nuclear que se llamará Chernituy.

Ser así nos hace felices y qué me importa el incremento salarial.

 
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