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El dolor de ya no ser



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Domingo, 31 de enero de 2010

La otra tarde, al igual que muchísimos “ciudadanos de a pie”, subí a un minibús en la avenida Montes para trasladarme a la ciudad de El Alto, donde debía abrir mi academia de Tangos Carlos Gardel y comenzar mis clases del “dos por cuatro” a señoras y señoritas de la alta sociedad alteña y a algunos dirigentes de las Juntas Vecinales. Me tocó en suerte sentarme detrás del asiento de dos cholitas muy simpáticas que desde la partida comenzaron a conversar, seguras de que nadie las entenderían ni tomaría nota de sus confidencias profesionales y de su mundo social particularísimo.

—Cómo has estado, Rosacha, hace mucho tiempo que no nos miramos nuestras caras ni nuestras polleras.

—Así es, Chirley, el otro domingo fui a una fiesta preparatoria del Gran Poder y entonces vi a una cholita igualita a vos que estaba chapando con un viejo macanudo parecido a Charles Bronson, me acerqué para felicitarte y no habías sido tú.

—No, Rosacha, no he salido este último tiempo porque me han largado de mi pega. ¿Te acuerdas que trabajaba en la casa del Menistro?

—Claro que me recuerdo, Chirley, yo también trabajaba con su amigo el otro Menistro. A mí también me largaron a los pocos días después de la cresis del Gabinete.

—¡Qué barbaridad! Entonces nos han largado al mismo tiempo, Rosacha, pero mejor que me han largado de la pega porque desde que el cawallero dejó de ser Menistro la vida en esa casa se convertió en un infierno pues todas eran peleas y una noche la loca de mi señora le jaló de sus mechas al cawallero.

—Igualito me ha pasado Chirley y como el cawallero ya no salía al Menisterio se quedaba en la casa y renegaba cuando ella le pedía plata para el pan, para el mercado, para la papaya. Antes éramos felices todos porque venía el chofer del Menisterio y le entregaba plata como chuño.

—Igualito pasaba en mi trabajo, todo el día se miraban el cawallero y la birlocha de su mujer. Ya nadie los invitaba a cofteles, comidas, ajtapis, los sábados y domingos iban a parrilladas a Huatajata y dos veces han ido a Santa Cruz a Los Tajibos, que debe ser una pensión de lujo donde se bañan las Magnéficas.

—Yo te cuento, Chirley, que en Navidad recibimos un montón de canastones hermosos para el cawallero Menistro y su destinguida esposa. ¿Y te han pagado tus beneficios sociales?

—Nada, Chirley, aunque el cawallero me ha dicho que pase por el Menisterio y lo busque a un tal Mamani que es el encargado de pagar sus cuentas pendientes, pero nunca está en el Menisterio. Y a vos, Rosacha, ¿te han pagado tus beneficios sociales?

—Ni un centavo, Chirley, y la birlocha, mejor dicho, la mujer del cawallero Menistro me ha entregado diez de sus vestidos nuevos que se había puesto una sola vez para que los venda a buen precio.

(Entonces llegamos a la Ceja de El Alto y tuve que bajarme del minibús sin saber los nombres de sus empleadores, ex ministros que sufren el dolor de ya no ser, como dice la letra del tango Cuesta abajo.)

Mi ilusión de ser aduanero



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Sábado, 30 de enero de 2010

El destino se burló una vez más de mis ilusiones y al ver en la pantalla chica a la señora Marlene Ardaya tomar posesión de su cargo de Presidenta de la Aduana Nacional gruesos lagrimones surcaron mis mejillas mientras exclamaba entre hipos: “¡Soy un desgraciado, soy un desgraciado, porque nunca podré ser rico!”.

Al escuchar mi llanto convulsivo acudió mi esposa con una copa de whisky para consolarme y era tal mi desconsuelo que rechacé la copa y me abracé a ella diciéndole en una de sus orejas que lo único que deseaba era morir y que mis cenizas fueran echadas en los Almacenes Aduaneros de El Alto.

Para alejar de mi una idea tan lúgubre que no cuadraba con mi condición de periodista risueño, ella me recordó que la tenía a ella, a mis hijos, a mis nietos y a mis tías, respondiéndole que todo eso era verdad pero que todos ellos eran legales y que yo siempre anhelé poseer riquezas ilegales que satisficieran mi alma de contrabandista a pequeña escala.

Con la designación de la señora Marlene Ardaya como Presidenta de la Aduana Nacional las ilusiones de mi vida se han derrumbado pues lo primero que anunció fue la designación de personal idóneo y competente en las aduanas de todo el país luego de echar a los funcionarios deshonestos e incapaces. O sea que la Aduana Nacional dejará de ser la hermosa, placentera y remunerativa institución que fue para convertirse en unas oficinas frías, sin calor humano y con recaudaciones correctas y pólizas sin mácula y lo que más me preocupa sin “charleston” y sin inspectores que hacían la vista gorda, que no serán iguales a las gordas que daba gusto verlas. Le dije a mi esposa que no tratara de consolarme en mi aflicción porque mi ilusión de ser aduanero durante cinco años, o dos años, o por uno solo, y hasta por seis meses o por un mes, con sueldo o sin él, había muerto la otra noche.

Para disipar mi pena, ella me invitó a dar un paseo por la calle Uyustus, la calle Eloy Salmón, el Barrio Chino, la calle 16 de Julio en El Alto, la calle Graneros y el Miamicito que seguramente estarían de duelo porque en el futuro tendrán que pagar impuestos por expender mercadería supuestamente contrabandeada. Nos vestimos de negro para asociarnos a su dolor y allí nos dirigimos.

Al dirigirnos a esos sitios tan caros para nuestros corazones y tan baratos para nuestros bolsillos, mi esposa me preguntó: “¿Cuántos años hace que el contrabando se ha convertido en comercio casi legal ante la miopía interesada de las autoridades aduaneras?”.

Me atreví a decirle que hace más de cincuenta años y que existen mercados similares en toda la república a los cuales acudimos normalmente y ya no hay bandas de contrabandistas, sino Asociaciones y Sindicatos que los representan.

¿Podrá la señora Marlene Ardaya hacer una Aduana de verdad? Ella y el tiempo nos responderán, aunque yo siga llorando la muerte de mi ilusión de ser aduanero alguna vez.

Mentirijillas y mentiras



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La Paz - Bolivia, Viernes, 29 de enero de 2010

Hace unos días, escuché por la radio al Presidente Evo que normará a los medios para que no mientan agregando que

“hay que pensar en corregir y normar a la prensa pues el ama llulla (no seas mentiroso en quichua) está en la Constitución Política del Estado”.
Ese anuncio sobre un futuro control a los medios de comunicación preocupa a los periodistas y a sus organizaciones.

Al retornar a mi casa ya pasada la medianoche saludé a mi esposa con mi habitual carita de inocente, preguntándome ella en su también habitual interrogatorio: “¿Qué horas son éstas para llegar a casa?”, respondiéndole poéticamente:

“Qué importa la hora si no está zarpando un barco, si no está naciendo un niño y si no se está escribiendo un libro, qué importa la hora…”.

Una mujer en camisón y con ruleros no aprecia mucho la poesía y la mía marcó el 107 de Cotel para comunicarme la hora exacta con cierto retintín severo: “Son las cero horas, 55 minutos y 29 segundos”, dato exacto que mereció mi respetuoso comentario de “¡cómo pasa el tiempo tan rápidamente!”.

“¿Qué estuviste haciendo hasta estas horas?”, me preguntó mi esposa con su habitual curiosidad, tan femenina, por otra parte. Y aquí vino mi primera mentirijilla:

“Estuve trabajando para ganar mi magro salario de periodista que apenas nos alcanza para comer mientras un diputado que apenas sabe escribir gana más de 20.000 bolivianos”.


Sabiendo ella que fueron mis malos amigos los que me apartaron del camino de la virtud y me lanzaron a la ciudad de El Alto donde hallé la amistad de yatiris, curanderos, cortesanas y dirigentes vecinales, me hizo otra pregunta clave que utilizan muchas esposas: “¿Y podrías decirme con quiénes estuviste hasta estas horas…?”. Aquí viene mi segunda mentirijilla, pues en vez de denunciar a mis acompañantes nocturnos le dije de corrido y sin titubear: “Estuve con Folleque, Bombilla, Saperoco, Bicho Colorado, Tintorro, Capullín y Rulito”, nombres de los payasos que me hicieron reír en los circos chilenos que llegaron a La Paz cuando yo era niño. Otra mentirijilla piadosa para no delatar a mis amigos noctámbulos que me acompañaron durante algunas horas.

Y así lancé otras mentirijillas más ante mi desconcertada esposa, quien al final del interrogatorio torturante me dijo con acento español: “¡Ama llulla, cholito mío!”. Como ha advertido el presidente Evo a todos los periodistas “la utilización del precepto originario” por parte de mi esposa hispanoparlante me conmovió y nos abrazamos cariñosamente como corresponde a una pareja hispanoamericana.

Sin embargo, aproveché de la oportunidad para decirle:


“Nunca te dije una mentira aunque reconozco haberte dicho algunas mentirijillas, como las decimos todos en la vida normal, hasta el presidente Evo, su Vicepresidente y todos sus ministros y legisladores”.


Podré decir mentirijillas en mi vida privada, pero nunca dije ni diré una mentira para perjudicar la honra de un hombre público y menos de una Mujer Pública aunque mejor sería decir Servidora Estatal.

Respetarían mis bienes



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La Paz - Bolivia, Jueves, 28 de enero de 2010

Como no me gusta mentir, les cuento que la otra tarde tuve un encuentro clandestino con mi comadre Macacha en el Café Maibuey de la zona Norte, cerca del Parque Riosinho, escenario de mis amoríos juveniles.

Mi encuentro no tuvo motivaciones románticas pues cité a mi comadre para que ella pudiera informarme acerca del Estado Socialista que anunció el vicepresidente Álvaro García Linera y que sería implantado poco a poco y con salivita para que no nos duela mucho.

Comencé por decirle a mi comadre: “Yo no le tengo miedo al Socialismo”, pero la cholita, que es más viva que las arañas, me dijo: “Sin embargo tus rodillas están temblando como si quisieras bicicletearme y hasta la mesa se ha puesto tembleque”, manifestándole que mis temblequeos obedecían a otra clase de emociones.

Cuando cesaron mis temblores, la chola cochabambina puso su cara de intelectual y con un gesto que era mezcla de Anaya y Rodríguez Zapatero (Presidente de España) me dijo:

“No te preocupes, guaguay, hay muchas clases de Socialismo: caribeño que es el peor, chileno que fue bueno, escandinavo que es un ‘chiche’, y español, que ha sido bastante inteligente”.

Dije a mi comadre mi acuerdo con ella, pero que si ahora me temblaban las rodillas era por mi temor al “socialismo hualaycho”, hecho más de instintos y sentimientos de revancha que de sanas ideas de mejorar la suerte de los desposeídos.

Mi pariente espiritual comprendió mi preocupación y dijo para tranquilizarme y sobre todo para terminar de una vez con mi temblequeo en las rodillas que al chocar con las suyas la ponían nerviosa:

“No te angusties, guaguay, mejor dicho compadrituy, el Gobierno ha declarado que garantiza la propiedad de bienes privados, así que no temas por tu casita y otros bienes que pudieras poseer."
Perdí la lividez de mi rostro, mis rodillas dejaron de temblar y un suspiro muy profundo inundó de aire al local e hizo balancear una lámpara que colgaba del techo.

La cholita cochabambina, que es astutísima, quiso conseguir una declaración verbal de todas mis propiedades que poseo en La Paz, Colcapirhua, Tiraque y Sacaba, y mi casita cercana en Pichuloma, pero preferí callar prudentemente para que siguiera creyéndome pobre y continuaría solicitándole préstamos en dinero, sobre todo ahora que se aproxima peligrosamente el Carnaval.

Haciéndole una pequeña concesión le conté que poseo un colchón maravilloso de dos plazas y media y caja fuerte incorporada, una guitarra que guardo en el ropero y una bacinica de plata que gané en juego a un ilustre chuquisaqueño hoy venido a menos y que se niega a venderme otra bacinica gemela porque pertenece a su mujer.

Mi comadre Macacha me preguntó si todo lo declarado cumple una función social, respondiéndole que todos y especialmente mi bacinica de plata.

Ministras y ministros



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La Paz - Bolivia, Miércoles, 27 de enero de 2010

Cuando supe la conformación del nuevo gabinete que colaborará al Presidente Evo brinqué de alegría, corrí a abrazar a mi esposa, la besé en las dos orejas, la despeiné sin reparar en que había vuelto recién de la peluquería y lancé al viento mi grito de mariachi de ayyy, aaayyy aaaayyyy jalisco no te rajes y salí disparando de mi casa en busca de mis amigos yatiris que viven en El Alto.

Los encontré bailando con unas pelanduscas en el naiclú Malena celebrando la inclusión de diez mujeres en el nuevo gabinete ministerial y me asocié a su desbordante alegría descorchando una botella de “champú” que es como llamamos los alteños a esa burbujeante champaña extranjera.

Pasada la primera euforia, los yatiris y yo nos pusimos a “filosofar”, que así llamamos los cholos al arte de reflexionar hablando “yemadas en tono doctoral o licenciaturesco”.

Mis amigos brujos se mandaron la parte (como siempre) y me confesaron que ellos sabían los nombres de los ministros ratificados con mucha anticipación y que el presidente Evo consultó con ellos la designación de las diez señoras que formarían parte del nuevo gabinete ministerial.

Aproveché de la oportunidad para reclamarle al yatiri Titirico por qué no consiguió el nombramiento de mi comadre Macacha como Ministra de Hacienda, asegurándome mi amigo que él había sugerido a Evo el nombre de Macacha y que la perjudicó el hecho de ser mi pariente espiritual.

Revisando la lista de mujeres, les dije en conclusión: “Si hay diez mujeres que ahora son ministras, el país esta medio salvado”, frase que anotó en su libreta el yatiri Calimán.

Del grupo de los danzantes llegaron hasta nosotros gritos de “abajo Quintana, abajo San Miguel y abajo Rada” que interrumpieron nuestras reflexiones pero continuamos con estas, manifestando Calimán: “Nadie mejor que una mujer para llevar bien su cartera (ministerial)”, aconsejándonos que si tramitamos algún asunto con alguna de las diez ministras sepamos protegernos de un “carterazo”, arma peligrosa que manejan las señoras para defenderse de algún atrevido que se atreve a rozarlas.

No crean ustedes que aplaudí todas las designaciones y sin miedo alguno les dije a los yatiris Calimán y Titirico mi desacuerdo con la ratificación del ministro de Relaciones Exteriores David Choquehuanca porque su política me parece errada e inconveniente para nuestro país pues sigue atacando a Estados Unidos y al presidente Obama y nos acerca a Irán y Siria luego de romper relaciones diplomáticas con Israel.

Los yatiris, naturalmente lo defendieron al Canciller de Piedra, descubridor del sexo entre las piedras, y al final me dijeron contundentemente que la política exterior de Bolivia la conduce el Presidente de la República y que el Canciller sólo la ejecuta.

Para evitar peleas me callé y todos decidimos volver a las prácticas del baile pues la orquesta tocaba la cumbia villera Mové la colita, nena.

El Ekeko, patrimonio cultural



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Martes, 26 de enero de 2010

Como todos los años, todavía continúo en la Feria de Alasita rebotando de chola en chola desde que mi esposa me dejó olvidado en brazos de una que al verme exclamó: “¡Qué Ekeko más bonito, déjemelo en préstamo porque seguramente me traerá buena suerte!”, voz que corrió entre las cholitas comerciantes de la feria.

Encontrándome en uno de los puestos expuestos al sol y a la lluvia, sonó mi teléfono móvil y pensé en que otra cholita me llamaba para que le contagiara mi buena suerte, pero se trataba de mi tía cochabambina y teutona Clotilde von Karajan Quiroga.

—¿Dónde estás, sobrino von Paulus, que no guespondes en tu domicilio, ni el peguiódico, ni en tu quiosco?

—Es que me hallo secuestrado por unas cholitas en la Feria de Alasita, donde me trajo el domingo mi esposa que me vistió de Ekeko y ha corrido la voz de que soy un Ekeko con suerte.

—¡Qué afogtunado egues, sobrino, a quien nunca le falta la chola buena de cada día. Cuéntame de la Alasita, sobrino, pues hace muchos años que no la visito!

—Es una feria muy importante, tía Clotilde, y hay unos paceños exagerados que quieren que la UNESCO declare a esta feria Patrimonio Cultural de la Humanidad.

—Me paguece un dispagate porque ferias de miniaturas existen en todo el mundo y hay artistas miniatuguistas en todo el globo.

—Ya lo sé, tiitay, pero aquí existe el Ekeko, un ídolo en el cual creen hasta los hombres más ilustrados del país, como el vicepresidente Álvaro García Linera.

—¿Ese señog que leyó mil libros y sabe más que Kant y Nietzche…?

—Sí, el mismo que inauguró la feria en nombre del Gobierno del Estado Plurinacional, Multicolor y Folklórico (antes República de Bolivia).

—¿Y qué ha dicho don Alvaguito?

—Que se compraría una gallina de yeso en miniatura para que el Ekeko le conceda este año una mujer, que además compraría tres gallinitas de yeso para regalárselas al presidente Evo Morales, quien también es soltero.

—¡Qué país tan chistoso es el nuestro, queguido sobrino! Si el Ekeko hubiera sido conocido en Alemania, el señog Hitler no habría muegto soltego.

—Así habría sido, tía Clotilde, pero es hermoso vivir en un país de Alasita donde todos se creen grandes y cuando se miran el ombligo creen ver el centro del Universo.

—¿Compraste muchas miniatugas, sobrino?

—No muchas, tía Clotilde, compré periodiquitos, dolarcitos en miniatura, dos botellitas de whisky y una casita de yeso para cuando llegue el socialismo y pueda entregarla quedándome con mi vivienda.

—Egues un astuto, sobrino von Paulus Huanca. ¿Y hasta cuándo pegmanecegás en la Alasita guebotando de chola en chola?

—Hasta el Carnaval, tía Clotilde von Karajan Quiroga.

—¡Tienes una suegte del Kagajo, sobrino von Paulus!

El dios de la abundancia



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Domingo, 24 de enero de 2010

Hoy se celebra el Día del Ekeko, al que la imaginación calenturienta de los cholos paceños nos lleva a llamarle “el dios de la abundancia” aún en tiempos de pobreza, desocupación, frustraciones y hambre en algunos sectores de la población.

Esta mañana muy temprano fui despertado por mi esposa, quien cariñosamente me dio un codazo en mi costillar y me dijo:

“Felicidades, cholito mío, porque hoy es la fiesta de todos los enanos, petizos, mok’os, pequeñajos y de estatura breve”.

Levantándome en sus brazos y besándome cariñosamente en la oreja como le tengo enseñado. A continuación me bañó en agua caliente para luego secarme con cuidado y ternura para después rociarme con talco para niños mezclado con Royal, como le aconsejó una comadre chola preocupada por mi lento crecimiento.

Luego de perfumarse me vistió con esmero conduciéndome en sus brazos hasta la Feria de Alasita situada en el Parque Central. Durante el trayecto que ella lo hizo a pie y yo cargado en sus brazos recibió muchos saludos y felicitaciones por el cuasi niño que portaba en sus brazos, dialogando conmigo en el camino acerca del Ekeko, un diocesillo aymara con cara de tendero español, al que la leyenda hace nacer en el siglo 18 durante el cerco a la ciudad de La Paz protagonizado por los indígenas aymaras dirigidos por Túpac Katari.

Mi esposa hispanoparlante, quien no cree en fetiches ni ídolos
aymaras, se sorprendió cuando le pedí respeto por este diocesillo de la abundancia y me dijo:

“Yo no sé la razón por la cual sigues creyendo en el Ekeko si te ha fallado durante toda tu vida y nunca fuiste próspero pues tuviste que vivir como un modesto periodista que algunas veces tuvo que recurrir a préstamos de algunas cholas ricas…”.

Defendí al Ekeko diciendo a la española:

“Es verdad que el Ekeko nunca me hizo nadar en el mar de la abundancia, porque muchos paceños no sabemos nadar y tal vez me habría ahogado en esas aguas, pero siempre gané más de lo que gasté y creo que fue el Ekeko quien convenció a algunas de mis comadres cholas para que me prestaran algunos dinerillos diciéndoles en sus orejas que Paulino Huanca es un buen tipo y le llaman ‘la verruga endiablada’”.

Mi esposa no se sintió convencida por mis argumentos y continuó diciéndome:

“No deberías seguir creyendo en ese idolillo popular porque tus dólares de Alasita que siempre compraste en la feria nunca se convirtieron en dólares de verdad, los camioncitos en miniatura que adquiriste nunca se transformaron en camiones de verdad como tienen algunos felices transportistas, dirigentes del gremio, y jamás pudiste ser propietario de un periódico a pesar de que todos los años compras todos los periódicos de Alasita”.

Escuché sus argumentos con respeto pero al final no pude reprimir mi grito:

“Jamás aceptaré que me digas que el Ekeko es un diocesillo falluto, porque los bolivianos vivimos en la abundancia, tenemos abundancia de pobres, abundancia de desocupados, abundancia de políticos corruptos, de yatiris y abundancia de impostores y bellacos”.

Ministros, escobitas nuevas



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Sabado, 23 de enero de 2010

Al saber con anterioridad que tendríamos algunos ministros nuevos en el gabinete del presidente Evo, llegó de Cochabamba mi tía Encarna para felicitarlos por ese regalo de la Pachamama y para obsequiarles escobas nuevas que fuimos a comprar en el centro paceño, para luego dirigirnos a los respectivos ministerios.

En el primero que visitamos nos encontramos con una multitud de buscapegas que habían acudido desde tempranas horas de la madrugada y formaban una larga cola que impidió nuestro ingreso pese a las explicaciones de mi tía asegurando a esos desocupados que ella no necesitaba de ningún cargo público porque es rica. “¡A la cola, a la cola!”, nos gritaban los buscapegas y una chola me pellizcó de mi poto cuando traté de introducirme en los primeros puestos de la fila.

Ayudándonos con el palo de nuestras nuevas escobas pudimos ingresar en el edificio ministerial donde un guardia policial me pidió mi cédula de identidad, rechazando mi explicación de que mi carnet se hallaba empeñado desde el año pasado en el Bar Chuma por consumo de comidas y bebidas.

El celoso guardián público me pidió entonces que le mostrara mi carnet del Movimiento Al Socialismo. En mi apuro saqué de mi bolsillo un carnet del Movimiento Sin Miedo que tengo como gremialista y propietario de un quiosco, pero el policía me dijo que “estos brevets de los ‘sin miedo’ ya no sirven por orden del presidente Evo”, y tuvo que intervenir mi tía Encarna, quien le enseñó su carnet de viuda de guerra, con el cual ingresamos en las oficinas ministeriales. Salió una secretaria macanuda del despacho ministerial y lo primero que hizo al llegar a la sala de espera fue utilizar un spray perfumado que echó en las patas del guardia y de todos los visitantes que aspirábamos a saludar al nuevo salvador de la Patria y todos nos sentimos más esperanzados.

Preguntamos a la secretaria desde qué hora se encontraba el nuevo Ministro en su despacho y ella respondió coquetonamente que llegó a las siete de la mañana y que desde esa hora se encontraba solucionando los gravísimos problemas de su sector, tal como le había encargado el señor Presidente de la República.

Mi tía le preguntó si el Ministro había desayunado, pues ya eran las once de la mañana, respondiendo la inteligente secretaria:

“Ha dicho el nuevo Ministro que no puede perder su tiempo desayunando, pues la Patria está en ayunas desde hace más de dos décadas por culpa de los gobiernos neoliberales, capitalistas, entreguistas y pro imperialistas”.
Mi tía y yo aplaudimos para obtener otra sonrisa de la eficiente secretaria. Le preguntó mi tía Encarna qué haría el nuevo Ministro con los millares de desocupados que pugnaban por cualquier peguita y nos dijo: “La sabiduría gubernamental seguro declarará por decreto la abolición de la desocupación”.

Cuando el Ministro nos mandó decir que no podría recibirnos, mi tía Encarna se acercó a la secretaria y le dijo: “Por favor, entréguele de obsequio esta escobita nueva de parte de Paulino Huanca y su tía Encarna”. Y nos marchamos dignamente.

Mis desventuras en Tiwanaku



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Viernes, 22 de enero de 2010

Al escuchar voces que anunciaban que el presidente Evo y el vicepresidente Álvaro descenderían del cielo, pues venían en su helicóptero, levanté mis ojos al firmamento y empecé a agitar mis manos para saludarlos sin encontrar reciprocidad en ellos, señal de que me habían reconocido por la blancura de mis hands, optando por agitar unas wiphalas (bandera de los pueblos indios) que me habían vendido unas cholas que hicieron un gran negocio, pues llevaron millares de ese emblema recién inventado por los geniales creadores del mito aymara como epicentro de la nación boliviana.

Yo agitaba mis wiphalas, pues estaba junto a la Puerta del Sol y deseaba llamar la atención del piloto de la aeronave para que aterrizara cerca de la famosa puerta que es el sitio más indicado, pues hay que entrar por la puerta y no por el canchón. El helicóptero pasó por sobre mi cabeza y se fue a posar en otro lugar lejano, al que me dirigí corriendo junto a cientos de campesinos que habían acudido a Tiwanaku para decir welcome (bienvenido en ingles) a nuestros gobernantes que serían investidos como primeras autoridades indígenas del pretérito Kollasuyo.

En mi prisa por ver de cerca a los apu mallkus, los protagonistas del acto, me olvidé cerrar con llave la Puerta del Sol, lo que me obliga a invocar a la Pachamama que cuidara la puerta de posibles ladrones que seguramente habrían en el acto. Estoy seguro de que la Puerta del Sol continúa allí. En mi loca carrera en pos de Evo y Álvaro, a quienes nunca había visto de cerca, olvidé mis wiphalas que eran mis principales credenciales de mi aymarismo circunstancial y me acerqué a uno de los centenares de puestos ocupados por cholitas paceñas que vendían chicharrón, sándwiches de chola y anticuchos, pidiéndole que me vendiera dos wiphalas pequeñas, por las que me cobró 50 bolivianos, dándome un chicharrón de yapa. Reconfortado, continué mi carrera junto a centenares de hermanos campesinos vestidos como yo. Con mi lluchu en la cabeza, mi camisa made in China y mi poncho rojo made in Achacachi.

Con la mente puesta en nuestros dos principales gobernantes, seguí corriendo hasta que me encontré con una barrera humana infranqueable formada por valientes mozos que me gritaron “¡Alto!”. Yo que soy bajito no hice caso y fui detenido: por su hablar caribeño, supuse que eran venezolanos, miembros de la guardia del Presidente y que le protegen en todos sus viajes.

Mucho me costó hacerles comprender que soy un periodista boliviano que había llegado a Tiwanaku para saludar y felicitar a quienes serían investidos como autoridades primeras del indigenismo boliviano. Los celosos guardias me dejaron pasar luego de un interrogatorio con una advertencia:

“Después tendrás que pasar por la Guardia Presidencial Boliviana, después la Guardia Especial de la Policía, para luego convencer a la Guardia Campesina de Achacachi y a la Guardia Sindical de los Movimientos Sociales”.

Hice la intentona, pero cuando llegué a la Plataforma Presidencial, el acto de investidura ya había concluido y los actores principales ya habían retornado a La Paz.

Tiwanaku será la capital



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Jueves, 21 de enero de 2010

Mi imaginación calenturienta me dice que hoy escribo desde la Capital de Bolivia, con perdón de los sucrenses que mantienen la capitalía histórica de Sucre, de los paceños que decían que La Paz era sede del Gobierno, de los orureños que nacieron en la Capital folclórica de Bolivia, de los cochabambinos que viven felices en la Capital de la inteligencia y de la gastronomía y de los cruceños que defienden su título de la Capital del Oriente boliviano.

Hoy 21 de enero, Tiwanaku es la Capital de Bolivia, la sede del Gobierno, el ombligo del Mundo, la ciudad luz porque tiene la Puerta del Sol y el Vaticano de la religión Pachamamánica con su Congregación de yatiris y curanderos a falta de cardenales. Allí estoy yo esperando la llegada del presidente Evo, del vicepresidente Álvaro García Linera, de mandatarios y delegaciones extranjeras, de las gloriosas Fuerzas Armadas, de los virtuosos miembros de la Policía y de los formidables componentes de la Asamblea Legislativa del Estado Plurinacional Multicolor y Folclórico, amén de otros ilustres invitados y coladores como yo.

Como ustedes saben, me encuentro en esta capital tiwanacota desde hace varios días preparando, a las órdenes de mis amigos los yatiris Calimán y Titirico, la investidura de los gobernantes Evo y Alvarín que ganaron su reelección en la votación de diciembre, una investidura al estilo indígena con trajes de la época kolla que es anterior a la aymara, por lo cual los organizadores tuvieron que imaginar todo desde los trajes, símbolos de mando y poder hasta los peinados que estuvieron de moda en esas épocas pretéritas. Confieso que en ese capítulo no tengo nada que ver pues mis jefes y amigos los yatiris mencionados me destinaron a la limpieza y al pulido de las piezas arqueológicas más importantes, como la Puerta del Sol, el monolito Bennett y sus hermanos unos monolitos menores, además de otras piezas del templo de Kalasasaya.

Durante varias jornadas trabajé intensamente en mi sector, habiendo comenzado con el barnizado de la Puerta del Sol que no podía hacerse con materiales ordinarios, pero gracias a Dios y a la Pachamama oportunamente recibí miles de kilos de crema Nivea que me envió como donación mi tía Clothilde von Karajan Quiroga desde Berlín (Alemania). En nuestra tarea se perdió la llave de la Puerta del Sol y perdimos muchas horas buscándola entre tanta piedra y tierra, hasta que al fin la encontramos.

Hoy desde muy temprano me dediqué a mi arreglo personal porque no me pareció bien recibir a Evo y Alvarín con el mismo peinado y las mismas ropas. Acudí a los peluqueros del Palacio para que me cambiaran de look. Así me peinaron estilo Evo y me hicieron más moreno con exposiciones al sol y crema negra para calzados marca Nugget. Me vistieron con una túnica y un poncho rojo muy caché, diciéndome:

“Ahora pareces un indiecito de verdad y ya no tienes la pinta ni el color de cholo cochabambino”.

Dejo de escribir esta crónica porque me acaban de decir:

“Ya llegan Evo y Álvaro en su helicóptero y pronto descenderán del cielo”.
Me voy porque estoy muy emocionado.

Ayudando a los yatiris



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Miércoles, 20 de enero de 2010

Cuando me encontraba en Tiwanaku dando mis últimos toques de crema Nivea al monolito Bennett y otros menos famosos para que estuvieran más bellos y blanquitos para las ceremonias de mañana, mis amigos yatiris Calimán y Titirico me dijeron:

“Hemos sido llamados urgentemente de La Paz para k’oar las instalaciones del Palacio de Gobierno y del Palacio Legislativo pues mañana (hoy) es el último día de la presente gestión administrativa del presidente Evo Morales”.

Pregunté a los brujos aymaras qué era eso de “k’oar” y me explicaron rápidamente que se trataba de una ceremonia ancestral y aborigen en honor de la Pachamama y que consistía en quemar varios productos sobre unas mesillas para que la diosa de los aymaras limpiara de impurezas un recinto y esparciera nuevos humos benéficos en la nueva etapa.

Siempre ansioso de aprender cosas nuevas, les pedí que me llevaran con ellos para ayudarles pues en mi niñez y juventud yo había sido monaguillo y fui un diestro en el manejo del incensario que se utiliza en las solemnes ceremonias litúrgicas para esparcir en nuestros templos el aire perfumado del incienso que se quema. Los yatiris aceptaron mi pedido y en pocos minutos nos trasladamos a la sede del Gobierno.

En la calle Linares, también llamada “la calle de los brujos”, adquirieron los materiales necesarios para la k’oa (yerba aromática) y en la calle Sagárnaga compré tres lluchus también llamados ch’ullus y unos pequeños awayus multicolores que adornaron nuestras espaldas a modo de vestiduras litúrgicas aymaras. Con todo ese material, nos dirigimos a la plaza Murillo para proceder primero a la k’oa de las instalaciones del Poder Legislativo, hoy devaluado con el nombre de sede de la Asamblea Legislativa Plurinacional Multicolor y Folclórica.

Los guardias me pidieron en la puerta alguna credencial para ingresar, respondiéndoles:

“Vengo con los yatiris para expulsar a los malos espíritus de la anterior legislatura y para dar la bienvenida a los buenos espíritus que hoy son los dos tercios de la nueva asamblea”.
Me dejaron pasar.

Instalamos las mesas del k’oa en la sala de sesiones del Congreso Nacional y como los yatiris hablaron con la Pachamama en lengua aymara que pocos entienden, yo le dije con voz clara: Inspira a todos los asambleístas amor a Bolivia y a que piensen bien antes de levantar sus manos.

Luego recogimos nuestro material litúrgico aymara y nos dirigimos al Palacio de Gobierno donde actuamos de la misma manera, los yatiris dijeron algo en aymara y yo le pedí a la Pachamama en la lengua de Cervantes:

“Protege al presidente Evo, porque los que quieren sucederle parece que son peores y tú sabes de quiénes te hablo”.

Concluidas ambas ceremonias, rogué a los yatiris que también fuéramos a k’oar al Ministerio de Relaciones Exteriores para que no se sigan cometiendo disparates en materia internacional, pero ese momento pasaron tres cholas muy guapas y nos fuimos tras ellas.

No seré ministro



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La Paz - Bolivia, Martes, 19 de enero de 2010

El cariño que me tienen mis parientes y en especial algunas de mis tías hizo que en los últimos días corriera la voz en mis círculos familiares de que podría ser designado por el presidente Evo Ministro Nacional de Disparates, con tuición sobre los ministerios de Relaciones Exteriores y el de Hacienda. La imaginaria propuesta llegó a oídos de mi tía Clothilde, que vive en Alemania y me llamó por teléfono desde Berlín a Tiwanaku, capital de los Kollas, donde me encuentro desde hace varios días preparando la ceremonia de investidura Presidencial del relecto presidente Evo Morales.

—Hola, quisiega hablag con mi sobrino Paulus Huanca…

—No es posible comunicarle con él, señora, porque está en medio de las ruinas de Tiwanaku buscando la llave de la Puerta del Sol que se les ha extraviado a investigadores arqueólogos.

—Pog favog, dígale que le llama desde Beglín su tía Clothilde von Karajan Quiroga.

—Querida tía, perdóname por haberte hecho esperar tanto tiempo, pero es que andaba en busca de la llave de la Puerta del Sol que se ha perdido entre tantas piedras, funcionarios, ministros y periodistas que estamos aquí.

—Pobre sobrino mío que tiene que trabajar tanto paga la investiduga del presidente Evo. Te llamo paga decigte que me ha llegado el rumog de que segás nombrado Ministro en el Gabinete del presidente Mogales.

—Así es me ha dicho una comadre mía que es cholita y se llama Macacha que Evo me invitaría para ser su próximo ministro Nacional de Disparates con tuición sobre los ministerios de Relaciones Exteriores y Hacienda.

—¡Qué lindo seguía, sobrino von Paulus Huanca! ¿Y aceptaguías la invitación?

—No, tía von Karajan. Lo que yo ambiciono es ser Presidente de la Aduana o de YPFB; son sitios donde está la plata.

—Pego no tú egues expegto en asuntos aduanegos ni petrolegos.

—Te equivocas, tía Clothilde, pues un íntimo amigo mío que era más ciego que yo trabajó de vista en la Aduana de Oruro tres meses y ahora es millonario, imagínate lo que haría siendo menos ciego que mi amigo; en cuanto a mi experiencia petrolera, debes saber que en mi juventud fui un gran perforista en un campo cercano a Camiri. ¡Así que no me vengan con invitaciones para ser Ministro!

—Ya me había hecho la ilusión de teneg a mi sobrino como Ministro. ¿Y hasta cuándo estagás en Tiwanaku limpiando monolitos, embagnizando la Puerta del Sol y ensayando bailes en honor del Sol y la Luna?

—Me quedaré en Tiwanaku hasta el anochecer del día 21 de enero.

—Entonces estás a tiempo para recibir mil cajas de crema Nivea (que es alemana) paga embadurnar a todos los monolitos y otros ídolos que hay por allí para rejuvenecerlos y blanqueaglos un poquito, pogque el sol de altiplano quema mucho.

Bailarán hasta los monolitos



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La Paz - Bolivia, Domingo, 17 de enero de 2010

Como la mayoría de los bolivianos me encuentro emocionado ante el anunciado retorno al esplendor de la época tiwanacota aunque sólo fuera por algunas horas, cuando el presidente Evo Morales reciba por segunda vez el mando de las autoridades originarias, en este caso de los aymaras, aunque hasta el momento no recibí ninguna invitación.

Con rara astucia decidí la noche del viernes hacerme presente en el naiclú “Malena" de la ciudad de El Alto, donde con toda seguridad encontraría a mis amigos yatiris Calimán y Titirico, asesores del “Comité de Festejos Tiwanacotas en honor al presidente Evo (Segunda parte)" y allí estaban organizando esta fiesta, única en el mundo, pues se combinaban elementos espirituales y físicos anteriores al Incario con otros contemporáneos como son los helicópteros, aviones, cámaras de televisión, urinarios movibles y otros.

Me quejé a los yatiris por no haber recibido hasta ese momento una invitación para asociarme al histórico festejo y Calimán me dijo:

“No te quejes porque podrían llamarte quejudo, seguramente mañana llegará la invitación que está grabada en piedra, como corresponde, además no necesitas ninguna tarjeta de piedra porque nosotros estamos organizando ese acto importante y trascendental y dentro de dos horas partiremos hacia Tiwanacu.

Agradecí la cortesía del aymara y llamé por teléfono a mi esposa para comunicarle mi inminente partida a Tiwanacu para participar de la original investidura presidencial que se realizaría ante el príncipe heredero de la corona de España, Felipe de Borbón, varios presidentes y Jefes de Gobierno, además de campesinos traídos de países vecinos y que fueron convocados posiblemente por pututus, tambores o señales de humo, además por mensajes enviados por Internet. Mi esposa se fastidió por este mi súbito viaje a una capital que fue anterior al descubrimiento de América, pero al saber que allí podría estar el príncipe Felipe de Asturias se tranquilizó y me pidió que saludara a Su Alteza Real en nombre de una aragonesa que lo admira.

Ya en Tiwanacu me proporcionaron mi disfraz de aborigen que me quedó fetén y aunque mi perfil de mestizo denunciaba mi impostura. Dije a Titirico que yo no sabía hablar aymara ni quechua, pero el brujo me tranquilizó diciéndo:

“No te preocupes, el presidente Evo tampoco habla lenguas indígenas".
Luego limpiamos monolitos y piezas arqueológicas y les untamos crema Nivea y de lechuga para que se vean más jóvenes y guapos.

El yatiri Calimán abrió su maletín James Bond con clave secreta y sacando un fajo de dólares de a cien le encargó a su secretario que contratara a 500 cholas del lugar para la preparación y expendio gratuito de 20 mil sandwiches de chola, 10 mil raciones de chicharrón con mote y chuño, 15 mil anticuchos y 20 mil salteñas para el glorioso día de la posesión del presidente Evo, legítimo sucesor de los mallkus aymaras y también de los Incas quechuas. Todos comenzamos a bailar esperando la llegada del Helicóptero Presidencial. Y vi bailar hasta a los Monolitos.

Inquietud en los ministerios



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La Paz - Bolivia, Sábado, 16 de enero de 2010

La sabiduría política de mi comadre Macacha la trajo a la ciudad de La Paz desde la plácida Cochabamba y en un encuentro clandestino que tuvimos en el Café Rendevous del barrio de Villa Fátima me dijo: “Sabe usted, compadrito, la ciudad donde mejor se come es Cochabamba, pero los manjares políticos más suculentos se ‘cocinan’ en La Paz y es por eso que se llama ‘sede del gobierno’”.


Como soy lerdo de entendederas no “capté” la verdadera magnitud de su verdad y al ver mi cara de colla opa, mi comadre me explicó que en estos momentos se estaban negociando (en el buen sentido de la palabra) los cargos más importantes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial y que por lo tanto yo debería estar muy bien informado acerca de esas conversaciones.


Como también soy bastante presumido, le dije a mi comadre cholita que ella no se hallaba muy capacitada para darme lecciones sobre periodismo, palabras torpes que la fastidiaron y que fueron respondidas así: “Tú habrás estudiado periodismo en España, pero no sabes lo que sucede en los círculos más íntimos del Poder donde yo entro y salgo cuando quiero y cuando me da la gana”.


Y luego de pagar ella la cuenta en el café Rendevous me llevó de la manito al Ministerio de Disparates sin hacer caso a la guardia policial que custodiaba el edificio ni a los empleados que le exigían la presentación de nuestras cédulas de identidad.


En un amplio hall de espera y mientras Macacha se introducía a todas las oficinas, conocí a una señora muy pituca que había sido la propietaria del apartamento que le había sido alquilado al señor Ministro. Ella me dijo confidencialmente: “Le cuento que le alquilé mi apartamento al señor Ministro, pero éste no me ha pagado hace cuatro meses y ahora me entero de que podrían cambiarlo dentro de pocos días. ¿Se da usted cuenta de mi preocupación?”. Tratando de tranquilizarla, le aseguré que su Ministro-inquilino sería ratificado por el presidente Evo porque como Ministro de Disparates lo había hecho muy bien y que ese Ministerio había sido el más productivo de todos.


Una secretaria muy guapa trabajaba frente a una computadora y al reconocerme como periodista me dijo: “Estoy preparando la carta de renuncia del señor Ministro y al mismo tiempo elaboro un informe completo de la acción gubernamental que cumplió mi Jefe en los cuatro años de labor en este Ministerio. Le cuento además que todos los empleados estamos temerosos de algún cambio y esperamos con angustia ‘el día de la movida’”.


Mientras yo me enteraba de los problemas humanos que se crean con el cambio de algunos ministros, mi comadre Macacha se había enterado de todas las movidas políticas que se realizaban alrededor del cambio ministerial que podría producirse en pocos días que no quiso decírmelos allí “porque había ropa tendida” y que me los diría en el Café Rendevous de la zona de Villa Fátima, adonde retornamos.


Allí fue donde Macacha me contó de la presión que ejercían grupos poderosos de algunos sindicatos: transportistas, carniceros, cocaleros y hasta contrabandistas. La cosa está que arde y hay orden de no aflojar.

País de brujos y curanderos



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La Paz - Bolivia, Viernes, 15 de enero de 2010

El otro día me encontraba en el lecho del dolor, víctima de extrañas calenturas y retortijones cuando providencialmente timbró el teléfono que está en mi mesilla de noche y hoy se halla convertida en una sucursal de la farmacia El Inca por la variedad de hierbas medicinales y medicamentos producidos por importantes laboratorios de Estados Unidos, Alemania, India y Australia. Con el cacho de fuerza que me quedaba levanté el auricular y reconocí la voz de mi tía Clothilde von Karajan Quiroja y así conversé con ella.

—Queguido sobrino von Paulus, te llamo pogque adiviné que estabas enfegmo pogque la televisión eugopea nos hizo sabeg que en Bolivia se han descubiegto toneladas de medicamentos en mal estado y con fechas de expiración coguegidas y aumentadas.

—Así es, tía, y a raíz de haberme medicado con algunos de esos productos estoy con k’echalera y muy extrañas calenturas.

—¿Qué enfegmedad es esa que llamas k’echalega?

—¡Cómo no vas a saber si tú eres cochabambina y has vivido en la “Llajta” hasta que eras jovencita, k’echalera es pues diarrea y para la gente fina como nosotros es la famosa colitis.

—¡Pobrecito sobrino mío! Es una enfegmedad muy mala, ¿y desde cuándo te encuentras enfegmo de k’echalega?

—Hace muchos días, desde que le compré a una cholita que vendía en las cercanías del mercado Rodríguez una medicina que se había llamado Chorrillana fabricada en Chorrillos, República del Perú.

—¡Qué barbaguidad!, ¡cómo se te ocugue comprar medicamentos a una cholita que vende en el suelo junto a otros productos alimenticios!

—Es que yo tengo mucha confianza en las cholas pues ellas siempre me han curado mis males y dolencias y una de ellas fue hasta mi enfermera y me frotaba mis tt’usus con sus menjurjes y pomadas.

—¿Qué quiegue decig la palabra tt’usus?

—Pantorrillas, pues, ¿acaso nunca te han tt’useado en los cines de Cochabamba?

—Cuéntame, sobrino, sobre el negociado de las medicinas en Bolivia, que me parece escandaloso y hasta criminal.

—No dramatices tanto tal cosa, tía Clotilde, porque este asunto ya se realizaba desde hace cinco años o más y esos medicamentos los venimos utilizando desde hace mucho tiempo sin que las autoridades descubrieran ese tremendo atentado.

—Aquí en Alemania es difeguente, sobrino. En primeg lugag aquí se producen los mejogues medicinas del mundo pogque aquí funcionan los labogatoguios Bayer, descubridogues de la aspiguina Bayer y pog eso decimos: “Si es Bayer, es bueno”, después nuestras autoguidades controlan labogatoguios, comegciantes en fágmacos y pog último las apotecas, que quiegue decig “boticas”.

—Ay, ay, ay, ay, me duele la barriga y la cabeza y los pies, menos mal que viene ahora mi cholita enfermera que me pondrá una inyección de Pinchaculina que cura todos mis males sin pedir permiso al Ministerio de Salud Pública y Deportes.

Las “bartolinas” se pasaron



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La Paz - Bolivia, Jueves, 14 de enero de 2010

Supe por conocimientos elementales de nuestra Historia que Bartolina (diminutivo de Bartola) Sisa fue una gran mujer que inspiró y alentó las hazañas rebeldes de su marido Túpac Katari y que cuando ella fue capturada por las autoridades españolas de la época también fue sellado el final y el ímpetu del héroe indígena.

Como ese episodio forma parte de nuestra Historia, siempre lo respeté porque entiendo que todo lo que sucedió en nuestra comunidad desde entonces hasta ahora no es otra cosa que la sucesión de episodios motivados en hechos anteriores. Es que la historia no se inventa ni alimenta de hechos aislados, sino que todos se encadenan desde el origen común hasta el destino común que tiene toda nación.

Iba perdiendo el tiempo en esas reflexiones que a nadie le importa cuando escuché por la radio “que entre varias decisiones de la organización de mujeres ‘Bartolina Sisa’ se pedía a las autoridades paceñas cambiar de nombre a la plaza Murillo, llamándola plaza 21 de Enero porque en esa fecha fue elegido Presidente el señor Evo Morales…”.

Creí no haber escuchado bien y le rogué a mi esposa que dejara de darme besos en la oreja porque estaba dañando mi sentido auditivo, pero ella me ratificó lo que yo había escuchado:

“Se quiere cambiar el nombre de la plaza Murillo para llamarla plaza 21 de Enero, fecha en que también el presidente Evo sería nuevamente investido como Presidente del Estado Plurinacional, Multicolor y Folklórico de Bolivia”.

¿Qué hacer ante este sopapo inmerecido a nuestro prócer paceño Pedro Domingo Murillo…? Como era de noche, busqué en mi ropero la tea que encendió Murillo y que yo la guardo apagada en el ropero, junto a mi guitarra y otros objetos valiosos.

Logré llegar al pie del monumento al Protomártir de la Independencia, esperando encontrar allí a millares de paceños desagraviando al revolucionario paceño que dio su vida por lograr nuestra libertad, pero no encontré a nadie que representara a la paceñidad y sólo pasaron tres cochabambinos paisanos del alcalde de La Paz, señor Juan Del Granado, y cinco chaqueños paisanos del prefecto de La Paz, el señor Pablo Ramos.

Entonces, con mi tea encendida, me acerqué al monumento y le dije al héroe a quien se recordó en el Bicentenario del 16 de Julio de 1809:

“¿Me escucha usted, don Pedro?”.
Respondiendo el ilustre paceño:
“Te escucho claramente y advierto en tu tono que estás indignado, ¿podrías decirme el motivo?”.
Tuve que contarle todo acerca del pronunciamiento de la Organización de Mujeres Bartolina Sisa y sobre todo el pedido para cambiar el nombre de la plaza Murillo y llamarla plaza 21 de Enero, fecha de la investidura presidencial del señor Evo Morales, y don Peter Sunday Little Wall me dijo sonriendo:
“No te calientes, Paulovich, esta plaza llevará siempre mi nombre porque yo formo parte de la historia de La Paz y de la de Bolivia. Las “bartolinas” “se pasaron”.
Ya tranquilo volví a mi casa portando siempre la tea de Murillo, que es la tea de la Libertad.

La buena suerte del Beni



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La Paz - Bolivia, Miércoles, 13 de enero de 2010

La ex Miss Bolivia Jessica Jordan ha incursionado en el mundo de los feos desde que el presidente Evo la designó candidata a Gobernadora del departamento del Beni por el Movimiento Al Socialismo (MAS) que él lidera sin derecho al pataleo de los llamados Movimientos Sociales.

Sorprendido por esta decisión, me trasladé a la ciudad de El Alto, donde trabajo por las noches cumpliendo una actividad moral y educativa que conocen mis lectores y que no es otra que enseñar a bailar el tango a señoras y señoritas de alta alcurnia que viven en la mencionada urbe a la que muchas de sus autoridades convirtieron en “ubre” de la cual “mamaron”, según consta en los archivos judiciales.

Concluida mi clase tanguera del lunes, quise conocer los principales motivos que impulsaron esta decisión política del presidente Evo y para ello me dirigí al consultorio político y sentimental del Dr. William Titirico (del aymara "thithi", 'renegon'), conocido yatiri (en aymara 'sabio') que ahora trabaja asociado al Dr. Calimán, frecuentemente consultados —según dicen ellos— por el Presidente y algunos ministros de Estado.

Grandes fueron mi sorpresa y emoción cuando al llegar al consultorio de los brujos aymaras vi en todos los muros y ventanas de la casa enormes afiches impresos a full color de la señorita Jessica Jordan cuando ella fue elegida Miss Bolivia y viajó al extranjero a competir por el título de Miss Universo. Aprecié los afiches y exclamé sinceramente: ¡Ésta sí que es una mujer guapa y no algunas cholas que tuve en mi vida!

Todo era alegría y satisfacción en el consultorio de los yatiris, quienes al verme adivinaron el motivo de mi visita, pues Calimán me dijo espontáneamente:

“Hermanito, yo te la presentaré a Jessica el rato que quieras, pues fuimos nosotros los que se la presentamos al presidente Evo y quienes lo animamos a sacarla a bailar en ese festival folclórico al que tú no asististe; y fuimos también nosotros quienes le aconsejamos a nuestro hermano Evo para que la designara candidata del MAS a Gobernadora del Beni en las elecciones de abril”.

Felicité a mis amigos yatiris, hicimos comentarios políticos y sociológicos acerca de esa decisión y antes de concluir nuestra conversación les manifesté mis sentimientos de bienvenida a Jessica por su ingreso al mundo de los feos que es la política y donde imperan la ignorancia, la ambición desmedida y la corrupción en muchísimos de sus actores. Jessica podría ser una flor perfumada en el pantano.

Ellos —los yatiris— me hablaron de su inteligencia natural, de sus deseos de superación profesional y académica y me alegré de ver a una mujer beniana en esa lucha por la Gobernación de aquel querido departamento.

Al despedirme de los amigos yatiris les dije con tristeza y resignación: El Beni ha tenido buena suerte con la designación de Jessica, lo que me duele es la mala suerte que han tenido mis amigos alteños que seguramente tendrían que votar por Patzi como Gobernador de La Paz y por Patana como Alcalde de El Alto.

Codeándome con los ricos



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La Paz - Bolivia, Martes, 12 de enero de 2010

Cuando le pregunté a mi esposa dónde podría estar guardado mi diente de oro que me había regalado nuestra comadre Macacha y que pertenecía a su difunto esposo, el señor Racacha (Que de Dios Goce), puso un gesto de asquito y me dijo:

“No pensarás utilizar el diente de oro de un difunto en la fiesta previa al Gran Poder a la que nos han invitado…”,
respondiéndole humildemente:
“Es la única reserva de oro depositado en bóvedas de nuestro Colchon Bank”.

Al fin pude hallar la valiosa pieza dental y, previa una desinfección, la coloqué entre mis incisivos, después de lo cual sonreí ante mi mujer y le pregunté qué tal lucía mi diente de oro en mi sonrisa. La hispanoparlante me dijo que parecía a un carnicero rico del barrio de Chijini (en aymara 'con césped') y quedé satisfecho, por no decir ufano y complacido, volviendo a sonreír muy orondo.

Luego me vestí con mi traje negro, mi corbata roja y calcé mis zapatos amarillos, mis afamados ch’aiñitas. Al verme así vestido y enjoyado, mi esposa desistió de acompañarme a la fiesta del Gran Poder que se realizó el domingo pasado y sin hacer caso de mis ruegos de ir acompañado por una dama europea.

En el barrio de Chijini me encontré con mi comadre Macacha que al verme luciendo el diente de oro de su difunto esposo se emocionó y hasta derramó una lágrima manifestándome que yo me parecía mucho al difunto aunque aquel era más grande, robusto y lustroso, sin embargo dijo que su diente de oro me quedaba cabalito, como si hubiera sido hecho a mi medida.

Macacha quiso saber el significado exacto del término high-life (origen de 'jailón' para referirse a gente de la 'clase alta'), informándole que servía para designar al sector rico y distinguido de una sociedad, manifestando mi comadre que ella pertenecía a la “jaiglaif” de Cochabamba y que alternaríamos con la “jaiglaif” paceña, el sector social formado por la gente más rica de esta urbe mestiza y floreciente.

De esta manera conocí a grandes magnates que dominan no sólo la ciudad de La Paz sino también otras ciudades del país mediante el comercio, algunas veces formal y otras informal. Pude dar la mano y a veces abrazar al Rey de los carniceros acompañado de su Corte, todos maestros en el corte de la carne, su distribución y sobre todo el control social y político de sus afiliados. El hecho me produjo admiración y respeto pues algunos de ellos no sólo lucían un diente de oro perteneciente a un difunto (como era mi caso), sino las 32 piezas. Conocí también al Rey Johnny Walker, un cholo que domina el contrabando de licores extranjeros y cigarrillos americanos y europeos.

A todos nos unía nuestra devoción al Señor del Gran Poder y una enorme red de parientes y compadres. Mucho cariño, mucho dinero para gastar y también para distribuir entre los músicos nacionales y extranjeros. La “jaiglaif” paceña es rica y también inteligente porque nunca fueron adversarios de ningún gobierno.

Mi máxima emoción la sentí al dar la mano a un señor Choquefeller y a un potentado cholo que antes apellidaba Ticona y ahora se ha convertido en Tycoon Huanta, posiblemente mi pariente.

El tercer hombre sería mujer



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La Paz - Bolivia, Domingo 10 de enero de 2010

De más está decirle que mi trabajo extra de profesor de tango que ejerzo algunas noches en la ciudad de El Alto no le gusta mucho a mi esposa, aunque le he jurado mil veces que mis alumnas son señoras y señoritas de la sociedad alteña, que todas son virtuosas y que me pagan puntualmente.

Además, dicha ocupación me permite alternar, después de mi labor educativa y musical, con intelectuales de la ciudad alteña que conocen muy bien la realidad política del país, algunos son catedráticos de la UPEA (Universidad Pública de El Alto), dirigentes de las juntas vecinales, candidatos a concejales y alcaldes; aunque también tengo el gusto de conocer a vagos y malentretenidos y también maleantucos. Menciono al final a mis amigos yatiris (en aymara 'sabios') que siempre contribuyen a mi mejor información, pues ellos afirman ser asesores de los más importantes personajes del actual Gobierno.

Cuando la otra noche relaté a mi entorno plurinacional, folklórico y multicolor que había concurrido al acto de la entrega de credenciales a los ganadores de la reciente elección, muchos se pusieron verdes de envidia y me preguntaron si había estrechado las manos del presidente Evo, del vicepresidente Alvarín y del presidente de la Corte Nacional Electoral, Dr. Costas; les respondí muy ufano que sí, comentando algunos: “¡Qué chichudo es este periodista!”.

Un dirigente de las juntas de vecinos se me acercó y cuando estrechamos nuestras hands (en inglés 'manos'), él quiso besar las mías al saber que yo había felicitado a la señora Ana María Romero de Campero y me dijo medio ebreo (en coba 'borracho'. De "ebrio"): “¡Qué suerte tienes de conocer a esa hermosa señora, yo sólo la he visto por la televisión y juro que me casaría con ella si me divorciara de mi chola!”. Tranquilicé a mi amigo que ya estaba tundiki (en Coba 'borracho') y le aclaré que la señora Ana María era casada hace ya muchos años, para frenar en seco las ilusiones amorosas de ese humilde ciudadano.

Esa breve charla con ese “mariachi” llevó al primer plano general el tema de la señora Ana María Romero de Campero, recientemente elegida primera senadora por el departamento de La Paz.

No faltaron tres o cuatro cholos ("Cholo". Hijo o hija de meztizo, 'misti' con india) que afirmaron ser parientes no sólo de la senadora, sino de su esposo. Varios me pidieron su teléfono para pedirle pegas en la Asamblea Legislativa Plurinacional y Folklórica, mientras que el ebreo enamorado me ofreció mil pesos por una fotografía en colores de la senadora.

Hablaron bien y mal de la señora pero yo siempre la defendí porque fuimos colegas periodistas.

En el calor del diálogo se escuchó la voz del yatiri Calimán, quien afirmó que había escuchado en los altos círculos gubernamentales que él frecuenta que la señora Ana María Romero de Campero sería elegida por sus colegas asambleístas como Presidenta del Senado y que, por lo tanto, el tercer hombre del país sería una mujer.

El yatiri Titirico confirmó la noticia y así nomás vendría a ser.

Primer asunto: dietas



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La Paz - Bolivia, Sábado, 9 de enero de 2010

Me encontraba muy preocupado al enterarme de que los legisladores no resolvieron aún el asunto de sus sueldos porque al fin y al cabo son los Padres de la Patria o las Madres de la Patria, resultando ser los “papis” de todos los bolivianos, aunque al conocer a algunos preferiríamos ser huérfanos de padre y madre. De pronto, una buena solución me llegó desde Cochabamba, desde las entrañas del Bar Comercio que funciona a orillas del Rocha River, donde un grupo de patriotas greco-cochabambinos se reúne bajo la presidencia de mi amigo Aristóteles Giorgiadis Quiroga. Se trata de un proyecto de Resolución Camaral que dice así.

Considerando: Que dentro de pocos días se inaugurará el periodo anual de Sesiones de las Cámaras que componen la Asamblea Legislativa Plurinacional Multicolor y Folklórica integrada por cerca de 500 legisladores entre titulares y suplentes.

Considerando: Que exagerando un poquito podríamos afirmar que este conjunto de ciudadanos representa legítimamente a toda la población boliviana mestiza, indígena y blanca, más un afroboliviano que en otras épocas sólo habría podido ser guaripolero de una banda de música o integrante de la Swingbaly. Que el patriotismo de los elegidos no les permitió averiguar cuál será su sueldo como legisladores, lo que demuestra su idealismo desinteresado y noble.

Se resuelve:

Artículo 1.- La dieta mensual de cada diputado será fijada en la suma de Bs 22.000 para diputados y en Bs 30.000 para senadores.

Artículo 2.- También estas sumas serán pagadas a los asambleístas suplentes porque también ellos cooperaron en la campaña electoral y deben mantenerse en forma para intervenir en cualquier momento en las deliberaciones.

Artículo 3.- Se establecen los siguientes bonos para los asambleístas titulares y suplentes: bono para padrinazgos de matrimonio calculado en Bs 2.000 promedio. Bono para designados padrinos de una wawa (en aymara'bebé'), que será de Bs 1.000. Bono para padrinos de promociones estudiantiles y otras obligaciones similares. Las Cámaras respectivas deberán acordar subvenciones especiales para legisladores originarios que trasladen sus residencias a la ciudad de La Paz, acordándose el monto de acuerdo con el barrio donde fijará el asambleísta su residencia: Barrio de San Miguel y otros de la zona Sur, zona Central, avenida Buenos Aires o ciudad de El Alto.
LA CHOLA
(c) 2000 by Angel Arias
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Artículo 4°.- Las directivas camarales podrán conceder un bono para Asuntos de Género a los asambleístas del Movimiento Social de “Los sin Chola”, noble institución que cobija en sus filas a ciudadanos que nunca pudieron alcanzar esa importante conquista social.

Artículo Transitorio: Mayores y mejores compensaciones económicas a los asambleístas podrán ser agregadas al presente proyecto de Resolución Camaral, pues el país está convencido del invalorable servicio que los Honorables de 2010 prestarán al país en este año decisivo para la implantación del socialismo en nuestra Patria Bolivia, una gran nación y que por ella doy mi vida, también mi corazón.

Entrega de credenciales



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La Paz - Bolivia, Viernes, 8 de enero de 2010

Durante la mañana del martes me encontraba en las inmediaciones del Banco Central de Bolivia y advertí que mucha gente ingresaba en el protegido edificio, colándome yo también. Ya estando dentro me enteré de que allí se realizaría un acto muy importante, cual era la entrega de credenciales a los ganadores de las elecciones realizadas el pasado mes de diciembre.

Los primeros en recibir sus credenciales fueron el presidente Evo y el vicepresidente Alvarín, a quienes aplaudí de forma entusiasta, aunque no llegué al delirio porque en todas partes hay que guardar las formas, reservando mis ovaciones más entusiastas para los que salieron asambleístas, o sea diputados y senadores que conformarán la Asamblea Legislativa Plurinacional y Folklórica, a quienes desde ese día habrá que llamar “honorables”, título al que muchos de ellos no están aún acostumbrados.

Sentado en medio del público, resulté al lado de muchos asambleístas que recibieron sus credenciales; al retornar uno del estrado con la credencial que le temblaba en la mano, lo felicité con educación y le dije: “Felicidades, Honorable”, a lo que me respondió el elegido del pueblo: “No sé por qué me llama usted Olorable, si esta mañana nomás me he bañado”, diálogo que preferí no continuar.

Concluida la parte formal, comenzó el intercambio de abrazos y felicitaciones, recordando que en 1962 (hace la friolera de 48 años) fui elegido diputado por el Partido Social Cristiano y al encontrarme en El Prado con mi colega diputado Augusto Céspedes, nos abrazamos y felicitamos, diciéndome don Augusto con su habitual sarcasmo:

“Yo no sé por qué nos felicitamos si somos hijos del mismo fraude”.

Yo no sé por qué recuerdo esas tonterías cuando ahora vivimos en tiempos de cambio, aunque no cambia nada, y ahora les cuento que permanecí en el auditorio del Banco Central codeándome con los diputados y senadores a cuya gran mayoría no conozco. Uno de ellos me creyó diputado por Achachicala (en aymara 'piedra vieja') al verme tan viejo y tuve que aclarar la situación: “Yo no soy diputado ni por Achachicala ni por Auquisamaña (en aymara 'respiracion de viejo', 'lugar de descanso de los viejos', 'asilo'), estoy aquí por equivocación pues pensé que seguían descargando monedas nuevas de 1 peso y 50 centavos fabricadas en Chile, y resulta que se trataba de la entrega de credenciales a los nuevos asambleístas”.

Ese momento, un fotógrafo en medio del gentío gritó: “Ruego a los senadores y diputados del Movimiento Al Socialismo levantar sus manos para sacarles una fotografía”. Comprobé entonces con horror que todos los asambleístas del MAS sabían ya levantar las manos con destreza. ¿Lo seguirán haciendo en sesiones en momentos de votar? Me pregunté con cierta angustia.

Ya en el momento de salir, un novel diputado originario me confesó con sinceridad:

“Una macana había siro esti asonto di las cridenciales, compañiro, en isti papil no dice siquiera cuánto sirá mi sueldo ni cuánto mi pagarán por cada ley estodiada y aprobada. Sonsira nomás es”.
Alguien deberá informarle mejor.

Atención: Niño extraviado



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La Paz - Bolivia, Jueves, 7 de enero de 2010

Ayer se presentó en mi quiosco plurinacional La Macacha, un ciudadano de aspecto normal, para preguntarme si podría colocar en el frontis de mi negocio un aviso anunciando la desaparición de un niño que abandonó su domicilio a mediados del mes de diciembre y desde entonces no se sabe nada de él. Tratando de colaborarle, le dije que no existía ningún inconveniente por tratarse de una obra humanitaria.

Sin embargo, al ver en la parte superior del aviso a un niño regordete y con la sombra de un bigote recién afeitado, pregunté al buen hombre si había denunciado el caso en las oficinas policiales correspondientes y especialmente en la sección Personas Desaparecidas, obteniendo la siguiente respuesta:

“Todas las fuerzas policiales distribuidas en el territorio nacional le han buscado afanosamente y hasta el mismo Presidente de la República ordenó que no le perdieran rastro después de las elecciones.

Como el caso me pareció extraño, le sugerí que acudiera al Ministerio de Gobierno, diciéndole con fuerza y convencimiento:

“Allí conocerá usted al ministro el señor Rada y a sus principales colaboradores, y a los policías especializados en ‘Inteligencia’, pues ellos saben todo lo que ocurre en el país y ni las hojas de los árboles se mueven sin su conocimiento.

El ciudadano sonrió ante mis apreciaciones y me contestó:

“Con todo respeto, señor Paulino Huanca, váyase al carajo, mientras yo coloco este aviso del “niño desaparecido” en el frontis de su quiosco plurinacional y folklórico La Macacha.

Recién entonces fijé mi vista en el anuncio de marras y vi que la fotografía del desaparecido no era otra que la de mismísimo Manfred Reyes Villa, ex prefecto de Cochabamba y ex candidato a la Presidencia de la República, ahora emplazado por autoridades judiciales a responder por cargos en su contra en una media docena de juicios instaurados contra él.

Quise ponerme a cantar en mi quiosco plurinacional y folklórico en esos versos que dicen: Todos quieren cortar leña de un árbol que esta caído, apuesto que no lo harían de un árbol que esta florido... Pero preferí decir a mi visitante: yo creo que usted debería colocar su aviso en las puertas del infierno y yo podría recomendarle a don Satanás que lo ayudara. Extrañado mi nuevo cliente, me preguntó el porqué de mi extraño consejo, respondiéndole:

“No olvide, querido amigo, que las autoridades policiales prometieron encontrar a Manfred aunque éste se escondiera en el infierno”.
Lo único cierto es que el niño se ha pirdiu, aunque algunos sostienen que se encuentra en Estados Unidos, mientras otros se aferran a su creencia de que sigue oculto en nuestro territorio.

La colocación del aviso en mi quiosco plurinacional tal vez pueda ayudarnos a resolver este caso enigmático. Y por último, les cuento que el señor que le busca afanosamente es el sastre del ex Prefecto de Cochabamba y ex candidato a la Presidencia de la República.


Pirdiu, pirtiu.- En lenguaje popular: 'Perdido'.

Los nuevos Reyes Magos



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Miércoles, 6 de enero de 2010

Los Calimán y Titirico (en aymara 'renegón') que saben muchas cosas y se ufanan de ser asesores del presidente Evo y de algunos ministros y viceministros no saben mucho de la religión Católica, que es la verdadera, ni de los testimonios históricos contenidos en la Biblia. Es por ello que me preguntaron anoche acerca de los Reyes Magos que llegaron de Oriente guiados por una estrella y se detuvieron en Belén de Judá para adorar al Niño Jesús que acababa de nacer.

Yo aproveché de la ocasión y les leí el capítulo correspondiente del evangelista San Mateo donde se narra el maravilloso viaje de los tres reyes, Gaspar, Melchor y Baltasar, que se inclinaron ante el nuevo Rey de los Judíos, en pleno gobierno del Rey Herodes y bajo el poder conquistador de Poncio Pilatos.

Ellos se burlaron del relato bíblico y Calimán me dijo: “Ya no debieras creer en esos reyes magos porque llegarán a La Paz y especialmente a Tiwanaku tres reyes ‘más mejores’ que los tuyos y no viajan en camellos sino en poderosos aviones propios, ellos vendrán a La Paz a rendir homenaje a nuestro presidente reelecto Evo Morales aunque llegarán dentro de 15 días…”.

Como soy lerdo de entendederas, insistí en mi versión evangélica y dije a los : “No, hermanitos, creo que ustedes se hallan confundidos, mis reyes magos llegan cada 6 de enero a los países que creen en ellos y traen obsequios a todos los niños que les escriben cartas pidiéndoles regalos”. Los yatiris (en aymara 'sabio') se burlaron de mis creencias y uno de ellos se atrevió a decirme: “Tienes que hablar alguna vez con el filósofo Álvaro García Linera porque él sabe todo del materialismo dialéctico, base del socialismo katarista que impondremos los masistas”.

Para no discutir más en la ciudad de El Alto, donde yo esperaba el anuncio de la llegada de tres camellos con pasajeros reales, dije a los yatiris: “Ya les he dicho que los reyes magos que espero son Gaspar, Melchor y Baltasar, ahora díganme ustedes qué reyes magos llegarán dentro de 15 días” Tomó la voz Calimán y dijo: “Un montón, hermanito, pero como no tengo la lista oficial de invitados que vendrán a saludar a nuestro presidente Evo, sólo te menciono al rey mago Hugo Chávez, al rey mago Mahmud de Irán y a la reina maga Cristina, esposa del rey mago Kirchner, de Argentina”. Los yatiris me hablaron maravillas de estos tres reyes magos que tienen más oro que el Rey Salomón y el yatiri Calimán me dijo: “Melchor Chávez… perdón, Huguito, es el más rico de todos y nadie sabe la cantidad de dólares que ha regalado o prestado al presidente Evo en los últimos cuatro años, siendo uno de sus últimos obsequios una fábrica de materiales plásticos de construcción con los que el Gobierno construirá viviendas en el altiplano y otras regiones. Titirico habló maravillas del Rey Mago Mahmud de Irán, cuando vuelva al país llenará de regalos al país y a nuestro Presidente y se llevará algún pequeño contrato sobre el uranio que tiene Bolivia en el Oriente y otro pequeñísimo sobre litio que existe en Uyuni.

¿Serán éstos los nuevos Reyes Magos? Yo seguiré creyendo en Gaspar, Melchor y Baltasar.

Adivinando la suerte



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, Martes, 5 de enero de 2010

Sin perder un solo instante, a partir del 1 de enero de 2010 inicié mis trabajos adicionales para hacer frente a estos doce meses que serán bravos y para ello habilité mi quiosco La Macacha, situado en las cercanías de la Buenos Aires Avenue, para recibir consultas de un público numeroso que necesita con urgencia saber algo de su futuro, pues no todos confían en la sabiduría de nuestro presidente Evo y de su ideólogo don Álvaro García Linera.

Hace cuatro días, un enorme letrero anuncia: “Conozca su suerte en las bolas (BOLAS. Se dice del individuo algo boludo, o poco inteligente. Con frecuencia, oirá decir a los cholos: “ese Licenciado es un bolas”; y también: “aquel doctor es un
bolsastristes”. El Diccionario De Cholo Ilustrado) de cristal de Paulino Huanca, célebre adivino, mentalista y pedomántico (leer el futuro de una persona en las líneas de la mano), doctorado en Achacachi”.

Empezaron a llegar mis ilusionados clientes y antes de ingresar en la sala de consultas debían pasar previamente por la caja celosamente administrada por mi comadre Macacha, quien me colaborará hasta mediados de este mes, cuando me traslade a otros pueblos de La Paz, Oruro y Potosí, célebres por la ingenuidad de sus votantes.

Cuando ingresó en mi consultorio mi primer cliente, puse cara de despistado fingiendo no haberlo visto, mientras el mirar profundo de mis ojos chaskañawis (en idioma quichua ‘ojos lindos’, ‘ojazos’ ) se perdía en el abismo de otros mundos siderales. Hasta que el ciudadano empezó a toser para que yo me diera cuenta de su presencia.

Entonces, como despertando de un profundo sueño, observé al cliente y le pregunté por su nombre y por el partido por el cual votó en las elecciones de diciembre. Cuando me dijo que había votado por el Movimiento Al Socialismo, le sonreí, le felicité para luego anunciarle que le mostraría su suerte para el año 2010 en mis bolas de cristal.

Al entrar en marcha las esferas una voz le dijo: “Bienvenido, compañero, alégrate porque tu voto no fue inútil ya que nuestro Presidente aprobará muy pronto unos ‘decretos cortos’ con los cuales la justicia, la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional comenzarán a funcionar milagrosamente”. Mi cliente me preguntó si esos “decretos cortos” serían constitucionales, a lo que repuse: “Si quieres que la bola de cristal te absuelva esa pregunta tendrías que pagar otros 50 mangos”. Y como le vi reacio a pagar otros 50 mangos detuve el funcionamiento de la bola.

El 1 de enero tuve más de cien clientes y hasta el momento la cifra se mantiene, lo que demuestra que hay muchísima gente que no sabe lo que sucederá este año 2010 y que también son muchísimos los ingenuos que creen en astrólogos, adivinos, mentalistas, quirománticos y también pedománticos, que no son los que muchos suponen, sino quienes te leen la suerte en las líneas que tenemos en las plantas de nuestros pies, especialidad adivinatoria que practico con buenísimos resultados.

Para concluir les cuento que una pedomántica leyó en las líneas de las plantas de mis pies que tendré larga vida, regular fortuna y mucho amor durante el presente año de 2010. Le creo a pie juntillas.

 
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