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Estado de la nación


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, domingo, 30 de enero de 2011

Hace unos días, el presidente de Estados Unidos, señor Obama, habló ante su país y también al mundo sobre el “Estado de la Nación”, saludable práctica que prescribe las leyes y las costumbres norteamericanas mediante la cual nos enteramos de cómo va el país que lidera al mundo occidental.

Ese importante discurso fue escuchado o leído también en Cochabamba, donde algunos de sus hombres inteligentes realizaron una importante reunión en los salones del Bar Comercio (El Barco), a la cual Macacha y yo fuimos invitados, pues allí se debatiría en serio acerca del “Estado de la nación boliviana”, tema que es tratado en todos los cafés y bares de nuestro país todos los días por las mañanas, tardes y noches.

Aceptamos la invitación porque otra cosa es escuchar a los pensadores de Cochabamba que no son los mismos que los pensadores cochabambinos, sobre todo si en el Bar Comercio alternaríamos con ese selecto grupo de filósofos y pensadores greco–cochabambinos que dirige mi admirado amigo Aristóteles Giorgiadis Quiroga, fundador de la Academia “Pericles”.

Con muy buen juicio se abordó el tema sobre el estado de la nación, prescindiendo de las cifras numéricas aunque éstas procedieran del Ministerio de Economía, Instituto Nacional de Estadística (INE), del Banco Central de Bolivia y de algunos organismos internacionales después de que mi comadre Macacha dijo: “No hay que fiarse de los números porque con ellos puedes demostrar lo mismo una verdad que una mentira”.

Los pensadores greco–cochabambinos nos dijeron que en esta banda y en Cochabamba la escasez es la que manda y que hay alza de precios en todo y para todo.

El pensador greco–cochabambino Aristóteles Giorgiadis Quiroga ratificó la anterior denuncia, agregando que hasta el momento todos los bolivianos ganamos los mismos miserables sueldos y salarios.

Otro expositor procedente de Hawai, que antes llamábamos Jaiuaicu, manifestó que le habían subido los alquileres, las pensiones escolares que debe pagar para cinco críos, y también habían subido de precio los útiles y uniformes escolares, y que el precio de un sillpanchu también había subido y que ya no parecía una oreja de elefante sino la oreja de un burro chico.

Se habló de la escasez de azúcar, harina, arroz y otros productos, y que Emapa se parecía mucho a los comisariatos cubanos que reparten alimentos.

Fue también Aristóteles Giorgiadis Quiroga quien afirmó que la desesperación por la escasez de alimentos y por la elevación de precios en todo orden de cosas podría llevar a la desesperación y a los saqueos, como sucedió en Llallagua y como fue amenazada en la calle Gallardo en el Gran Poder paceño.

Todos salimos muy preocupados al conocer el estado de la nación boliviana y Macacha me invitó medio sillpanchu luego de decirme que “la plata está escaso”.

Los que no acullicamos


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, sábado, 29 de enero de 2011

Como ustedes saben, este fin de mes vence el plazo señalado por la Organización de las Naciones Unidas para recibir pronunciamientos a favor o en contra de la despenalización de la hoja de coca que hasta ahora es considerada como estupefaciente. Debe ser por ello que en los últimos días recibí varias invitaciones para masticar coca en lugares públicos, a lo que me negué, pues mi tía Encarna me inculcó desde que yo era niño que la coca es cocaína y punto, y que lo demás es majadería, principio que comparte mi tía Clotilde von Karajan Quiroga, quien me llamó desde Berlín, Alemania.

—Habla la señoga frau Clotilde von Karajan Quigoga, ¿estagá sobrino Paulino von Paulus Huanca Claure?

—Querida tía Von Karajan, mi tía del carajo, la que vive en Berlín y no se olvida nunca de Cochabamba ni de este sobrino que vive sufriendo en La Paz por el amor de una mujer…

—En diciembre te mandé un guegalito en eugos paga que pagagas a unas cholas que te habían prestado dinego.

—Gracias tía Clotilde, recibí los euros, pero no les pagué a las cholas que son una sola y tú la conoces. No quiero hablar de cholas contigo, ¿has oído hablar en Alemania que estuvo por allí nuestro Canciller?

—Supe que había estado por aquí queguiendo convenceg a los alemanes de que la coca es una hoja sagrada y que es buena paga la salud y que debeguía seg despenalizada pog la ONU. Felizmente no le he visto, pego sé que los alemanes, y todo el mundo, saben que la coca boliviana se utiliza casi totalmente en fabricag cocaína.

—Sobre todo la hoja que se cultiva en el Chapare, aunque también la que se produce en otras regiones de Bolivia es cultivada para lo mismo.

—¿Y tú, sobrino Von Paulus Huanca, a-cu-lli-cas coca alguna vez?

—Nunca, tía Von Karajan, porque he visto que la coca te deja los dientes verdes y un aliento asqueroso y te puedo asegurar que en nuestra Bolivia, millones de paisanos nuestros jamás hemos acullicado coca.

—Y entonces, ¿quiénes a-cu-lli-can coca?

—Los indígenas y los trabajadores mineros porque la coca les quita el hambre y alivia su fatiga.

—Pego los indígenas son la mayoría de la población…

—No, tía Von Karajan, la mayoría de nuestra población es mestiza y nosotros no consumimos coca, esa hoja que llaman sagrada, según creían los incas.

—Pego, he sabido sobrino, que te viegon megodeando pog el edificio de la Embajada de Estados Unidos cuando los a-cu-lli-ca-do-gues masticaban coca para tetimoniag que la coca es un alimento inocente y fogtificadog y que ibas con una cholita cochabambina como yo…

—Fuimos en calidad de periodistas para ver a algunos hombres importantes.

—¿Y viste a algunos?

—Estuvieron algunos diputados del partido gobernante, y allí supe que el Alcalde de Calamarca había sido capturado por narcotraficante.

—¡Qué país tan emocionante es el nuestro, sobrino!

El hambre causa mal humor


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, viernes, 28 de enero de 2011

Honda preocupación causaron en nuestro país los sucesos acaecidos en Llallagua hace unos días, cuando un gentío calculado en tres o cuatro mil ciudadanos enfurecidos (mineros y campesinos) saqueó tiendas y almacenes en señal de protesta por la elevación de precios en el coste de la vida, desbordando a la escasa fuerza policial, que prefirió encuartelarse.

Cuando esta noticia me fue relatada por mi comadre Macacha en medio de llanto, conmiseración, miedo y protestas, sólo le dije: “Nunca olvide, comadre, que el hambre causa mal humor y debería usted decir a sus amigos del Gobierno que no hay peor enemigo que las multitudes hambrientas”.

Ella meditó en mis palabras y luego me dijo: “Tiene usted razón compadre, cuando yo tengo hambre me pongo de mal humor, y eso me sucede al mediodía cuando se retrasa mi almuercito y también en la noche cuando cenamos tarde”.

Con mi escaso conocimiento del idioma quechua me atreví a recordarle a la cochabambina que la sajra-hora quiere decir “hora maldita”, pues en ella el gusanito del hambre, o la gazuza, mordía nuestros estómagos antes del mediodía o al atardecer obligándonos a ingerir un platito para mejorar nuestro humor, opinión que compartió mi guapa pariente espiritual, quien me aconsejó no acercarme a ella en su sajra-hora porque siente hambre y eso la pone de muy mal humor.

Macacha que sabe sus cositas, aunque no le gusta presumir de ello, me contó que una empleada doméstica del señor García Linera había leído en algunos libros del Vicepresidente que la revolución francesa, si bien contenía principios filosóficos indudables, fue plasmada en hechos por los hambrientos de París, que no tenían dinero ni para comprarse calzones, hechos que los pusieron de muy mal humor, lo cual los empujó a tomar la Bastilla.

Esa referencia histórica de la cholita cochabambina me complació, porque nuestro Vicepresidente se parece mucho a Robespierre y suele hacer referencias históricas de la revolución francesa y de la revolución bolchevique a sus partidarios políticos, algunos de los cuales confunden revolución con robolución, no por choros, sino por errores ortográficos.

Quise seguir conversando con mi comadre acerca del hambre, del mal humor y del saqueo en Llallagua, pero vi que había cambiado de expresión y que ya no sonreía, por lo que decidí cambiar de tema preguntándole si alguna vez había preguntado a sus profesores de Historia si las Heroínas de la Coronilla llevaban o carecían de calzones, pero ella no me respondió y, mostrándome su reloj, me dijo: “Son las once de la mañana, que es mi sajra-hora, cuando me ataca el hambre y debo comer salteñas, pues siento ganas de saquear su casa”.

Salimos de prisa y en el camino dije a mi comadre Macacha: “Diga a sus amigos del Gobierno que el hambre causa mal humor y que un pueblo malhumorado es capaz de hacer cualquier cosa, como ha sucedido en Llallagua”.

El Canciller acullica en Europa


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, jueves, 27 de enero de 2011

Mientras el presidente Evo hacía temblar a los chilenos anunciándoles que Atacama volverá a ser boliviana, nuestro canciller Choquehuanca realizaba un periplo por Europa para convencer a sus autoridades de que la masticación de las hojas de coca mezclada con carbonatos es inocente y buena para la salud de los humanos.

Deseoso de conocer con mayor profundidad los argumentos del señor Choquehuanca, pasé por la Cancillería varias veces tratando de ingresar en el viejo y hermoso edificio, pero no pude “colarme” ni por la puerta de la calle Ingavi ni por la calle Junín, hasta que se me ocurrió ir en busca de información a la ciudad de El Alto, donde trabajan mis amigos yatiris Calimán, Titirico y Wayruru, íntimos amigos de Choquehuanca, al que —según ellos— asesoran en Política Internacional, ritos andinos y artes del embrujamiento.

Allí encontré a Wayruru, quien me dijo que acababa de retornar de Europa, pues había acompañado a nuestro canciller David Choquehuanca en la difícil misión de convencer a la comunidad internacional de que el acullico de coca es bueno para el hombre, aunque te deja verdes los dientes, los labios y el paladar.

Le invité a comer al famoso restaurante Manka Siñani, donde nos sirvieron un manjar denominado huarjata, hecho con la cabeza del chancho. Dos cervezas sirvieron para agilizar la lengua de mi amigo Wayruru y destapar las orejas de este modesto servidor, el periodista Paulino Huanca, pariente lejano del canciller Choquehuanca.

El yatiri Wayruru me contó que los cinco años de experiencia que tiene el señor David Choquehuanca como canciller le han dotado de modales muy delicados y suaves y de un hablar muy delicado, pues al saludar a las damas previamente les da un beso en la mano derecha que le extienden ellas y Wayruru supone que les da un beso con lengua porque a continuación ellas sonríen y dicen: “¡Qué ministro tan picarón!”.

El yatiri Wayruru también me contó que el canciller Choquehuanca lo utilizó en todas las reuniones importantes que sostuvo, diciendo a sus interlocutores que se trataba de un yatiri andino que masticaba coca durante todo el día y que siempre la mezclaba con bicarbonato de sodio, lo cual lo mantenía (a Wayruru) alegre, emprendedor y vivaracho. Y que a continuación le decía: “Wayruru, muestra a los señores cómo acullicas durante el día para no sentir hambre”. Y que él obedecía lo que le ordenaba nuestro canciller David Choquehuanca.

Wayruru también me contó que en Suiza (Ginebra) le hizo acullicar tres veces en una mañana y que quiso “gomitar”, por lo que el canciller Choquehuanca le dijo muy cortés y suavemente: “No se dice ‘gomitar’, querido Wayruru, se dice vomitar”. Al final, me contó el yatiri que en París, en un famoso cabaret, el Canciller hizo una demostración por la cual pudo reconocer el sexo de las piedras, demostración que arrancó aplausos y exclamaciones de admiración.

Pagué la cuenta por dos huarjatas y seis “bielas”, agradeciendo a Wayruru por su sorprendente información.

Las Alasitas y la felicidad


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, miércoles, 26 de enero de 2011

Al ver frustradas nuestras ilusiones de conocer personalmente a los nuevos ministros que ayudarán al presidente Evo a salvar a nuestra Patria, mi comadre Macacha me pidió que la acompañara a la feria de Alasitas, que fue inaugurada anteayer, a lo cual accedí con gran regocijo porque muchas veces pensé en que vivimos en un país de alasitas mientras otros sostienen que somos el centro del Universo y que con un poco de esfuerzo podríamos alimentar al mundo.

Ella se emperifolló con sus mejores galas y hasta se atrevió a lucir unos aretes de oro legítimo, mientras, me prestó un reloj de oro perteneciente a su difunto esposo recalcándome al ponérmelo en la muñeca que es solamente prestadito y su marca es “devolverme”, recomendación que me fastidió y me hizo rechazar una dentadura postiza de oro que osó ofrecerme también en calidad de préstamo. Llegados a la feria de Alasitas, mi comadre me explicó (como si yo no lo supiera) que la fe ingenua de nuestras gentes las lleva a creer que toda miniatura que se adquiere en la feria se convertiría en realidad por obra y gracia del fetiche aymara llamado Ekeko; si tú compras una casita en miniatura, se convertirá mañana en una casa verdadera y si tú compras dólares en miniatura, éstos se convertirán en dólares de verdad, sucediendo lo mismo con las miniaturas de camiones, buses y automóviles de último modelo.

Con fe en el fetiche aymara, compré varios millones de dólares de alasitas, de los cuales aparté cinco mil, que es la suma que debo a mi comadre desde el año pasado, y acariciando la mano derecha de mi pariente espiritual deposité en ella la cantidad adecuada. Ella recibió los billetitos y, riendo jacarandosamente, me dijo que yo era un ekeko muy bromista.

Seguimos recorriendo y vimos un hermoso bus en miniatura que ella lo compró y me lo entregó deseando para mí la mejor suerte si es que me decidiera a cambiar mi oficio de periodista por la de transportista, cual lo fue su difunto esposo, que le dejó su gran fortuna. Recibí el obsequio y al agradecerle le manifesté que me convertiría en transportista siempre que ella manejara el bus y yo trabajara a su lado como voceador. Seguimos viviendo ese mundo fantástico: mi comadre Macacha me regaló un carnet del Movimiento Al Socialismo firmado por el mismo Presidente de la República y un título de Director de la Biblioteca del señor Álvaro García Linera con la firma del mismísimo Vicepresidente de la República.

Haciéndose la graciosa, quiso obsequiarme una Sentencia de Divorcio y un Acta de Matrimonio entre la señorita Macacha viuda de Racacha y el periodista Paulino Huanca, miniaturas que rechacé porque no debería jugarse con hechos tan importantes.

Disfrutamos de las masitas y de los coquitos, de los alfajores y maicillos, que me hacían feliz en mi niñez, para concluir en la sección comidas, donde Macacha saludó a varios senadores, uno de los cuales repitió a mi comadre que por vez primera las reservas monetarias en el Banco Central habían llegado a 10 millones de dólares, respondiendo la cochabambina:

“Esa es una cantidad de alasitas en comparación a lo que tienen los chilenos y peruanos...”.
Salimos para no fregar una jornada ilusionada y feliz.

Parches en el gabinete


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, martes, 25 de enero de 2011

Mientras yo deseaba asistir a la inauguración de la Feria de Alasita para interpelar al Ekeko (que se hace llamar “Dios de la abundancia”) por la falta de elementos indispensables en la despensa de mi hogar, llegó a mi casa mi comadre Macacha para comunicarme que iríamos a felicitar a los tres nuevos ministros de Estado recién designados por el presidente Evo. Yo me negué a acompañarla aduciendo que no me gusta esa ceremonia de besamanos, pero ella insistió alegando que lo cortés no quita lo valiente y deberíamos estrechar esas manos ministeriales para que nos transmitieran su buena suerte y su ingreso en el mundo de la abundancia.

Cuando la cholita cochabambina me dijo con tono amenazante:

“Si usted no me acompaña a cumplimentar a los nuevos ministros, deberá atenerse a las consecuencias y le ruego no olvidar que se acercan los carnavales y se encuentra usted completamente ‘yesca’”.
Sus duras palabras me hicieron recapacitar y monté en mi motocicleta Hardley Davidson, cuyo motor ya estaba encendido partiendo con dirección a un ministerio.

Al desembarcar junto a la puerta principal del edificio, unas 200 personas que nos antecedieron nos impidieron entrar manifestándonos a gritos que ellas habían madrugado para felicitar a la nueva autoridad y que no permitirían que unos “coladores” como nosotros ingresemos antes que ellas. La cochabambina se encaró con los madrugadores y, sacando de entre sus polleras su credencial de periodista que le entregué como “prenda” de un pequeño préstamo que me hizo, les dijo:

“El señor es periodista y yo soy su secretaria, y ambos tenemos que entrevistar a la nueva autoridad para conocer y luego divulgar sus planes de Gobierno”.
Sus palabras no convencieron a los ciudadanos que querían felicitar a la autoridad recién designada y luego pedirle “pegas”, como es norma cuando un ministro comienza sus importantes y trascendentales tareas de Gobierno. Eso sí, pidió que nos dieran paso y respondiendo a las palabras de mi comadre, de mi secretaria, empezaron a gritar:
“¡Fuera coladores! Qué va a ser periodista ese enano y qué va a ser su secretaria esa chola cochabambina. ¡Fuera coladores!”.
Ante la decisión del gentío tuve ganas de marcharme avergonzado porque yo no sentía ningún deseo de felicitar a la nueva autoridad y menos pedirle una pega, hallándome a punto de abandonar a mi comadre Macacha que me incitó a venir. ¡Pero las cochabambinas no se rinden! Mi comadre se fue hasta mi motocicleta y descargó dos escobas que había traído para obsequiar al nuevo ministro y pedirle que con ellas barriera a todos los incapaces que ocupan cargos técnicos en esa repartición por el sólo hecho de ser masistas y recomendados del presidente Evo o el vice Álvaro. La cochala comenzó a blandir su escoba contra los buscapegas y se abrió paso mientras yo seguía utilizando mi escoba como escopeta.

Cuando quisimos entrevistarnos con la nueva autoridad, su secretaria nos dijo: Lamentablemente no podrá recibirlos porque se encuentra enfermo y está pensando en su familia”, dos cosas que el presidente Evo prohibió a sus ministros.

El Ekeko nos defraudó


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, domingo, 23 de enero de 2011

Mañana comienza la Feria de Alasita, tradicional evento anual que se realiza en la ciudad de La Paz, donde se exhiben artesanías en miniatura y se honra al Ekeko, un ídolo al que fantasiosamente se le llama el dios de la abundancia, siendo un fetiche pequeño de estatura cargado de alimentos.

Ante tal hecho, pregunté a mi comadre Macacha si asistiría a la mencionada feria y ella me respondió que lo haría como todos los años y que además me llevaría con ella en sus brazos y que me festejaría por ser yo su compadre de más baja estatura y quien le trajo más suerte en sus operaciones económicas.

Halagado y agradecido por sus conceptos, le pregunté si en verdad yo le había transmitido buena suerte en sus operaciones mercantiles, respondiendo en forma efusiva y tratando de cubrirme de besos, luego de decirme que yo era su Ekeko de la buena suerte, pues pensando en mí había financiado la actividad de muchos artesanos que participarán en la feria. “Petizos como usted, y no me arrepiento de ello, porque los petizos me han dado grandes satisfacciones en todo terreno”, agregó mi generosa comadre cochabambina.

Sin embargo, no me envanecí con las palabras de mi pariente espiritual y rehuyendo sus caricias y piropos le dije con la serenidad que me caracteriza: “Para mí, el tal Ekeko es una huevada porque se hace llamar ‘el dios de la abundancia’ y resulta que este año y los anteriores estamos los bolivianos sufriendo carestía de todo: de pan, azúcar, arroz, carne de res, carne de pollo y hasta carestía de cholas, porque cada día los pantalones vaqueros sustituyen a las polleras en forma creciente”.

Mi sinceridad molestó a mi comadre Macacha, quien, palmeándose el trasero, me dijo alzando la voz: “Eso sí que yo no haré jamás, porque yo estoy muy orgullosa de mis polleras y si a usted, compadre, no le gustan, búsquese otra comadre que lo cuide, que lo mime, que lo ayude a escribir todos los días y que algunas veces le preste algún dinero”.

Le expliqué suavemente a mi comadre cochabambina que no quise ofender a sus polleras, sino hacerle comprender que el tal Ekeko, dios de la abundancia, nos había defraudado este año más que en años anteriores y que me parecía una aberración honrarle a partir de mañana cuando en muchísimas casas no hay nada para comer ni vestir, ni harina, ni azúcar, ni arroz, ni pollos y también nos faltan cemento y otros productos.

La comadre reconoció que yo tenía algo de razón, pero que la carestía de productos esenciales no era por culpa del Ekeko, sino de los políticos que manejan el Gobierno actual que son elementos improvisados carentes de sabiduría económica y administrativa y también incapaces de prever problemas de producción, mercados y abastecimiento. Al final decidimos ir mañana a la feria de Alasita, yo para despotricar contra el Ekeko, dios de la abundancia, y ella para festejarme porque sigue creyendo que soy su compadre más petizo, pero que le he brindado y le brindo las mayores satisfacciones, espirituales claro está.

Hoy es el Día de San Evo


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, sábado, 22 de enero de 2011

Ayer, como de costumbre, vino a recogerme mi transportadora oficial montada en mi motocicleta Harley Davidson y me dijo muy cortés: “A sus órdenes, compadre Paulino, estoy lista para conducirlo al naiclú Malena de la ciudad de El Alto, donde nos esperan para celebrar otro ‘viernes vernacular’”. Iba a decirle que no tenía dinero, pero ella se anticipó y me dijo: “No se preocupe del dinero porque eso es una vulgaridad…”.

Me agarré de su cintura y partimos a cien por hora espantando perros y llegamos a nuestro destino en un tris tras, aunque tengo la impresión de que nos “cargamos” a dos o tres feriantes de Alasita que trataban de instalarse con alguna anticipación en las calles del centro paceño.

Grande fue nuestra sorpresa al ver en el frontis del Malena una pancarta que decía “Viva San Evo”, preguntándome Macacha si en el santoral católico había algún santo de ese nombre, lo que negué rotundamente porque conozco la Historia de la Iglesia y nunca lo vi entre las almas que llegaron a la santidad.

Dentro del local había centenares de fotografías del presidente Evo Morales, unas tocando en una banda de música en Oruro, otras de cocalero en el Chapare, otras cuando fue diputado, otras como futbolista y las más imponentes cuando fue coronado como Apu Mallku en Tiwanaku por un yatiri que resultó narcotraficante y muchísimas fotos del personaje repartiendo dólares a sus alcaldes y dirigentes más apreciados. Quienes seleccionaban y colgaban las mejores fotografías del presidente Evo eran mis amigos yatiris Calimán, Titirico y Wayruru, también apodado “el My Way” por algunas chotas de la urbe alteña. Interrumpiendo ese arduo trabajo, pregunté a los yatiris de qué se trataba la exposición fotográfica y el enorme letrero en el frontis del Malena “¡Viva San Evo!”, respondiendo Calimán: “¿Es que no te has enterado, periodista despistado, de que mañana (hoy) los movimientos sociales celebramos el Día de San Evo y que por eso es feriado con suspensión de actividades públicas y privadas en todo el territorio nacional?”.

Mi comadre Macacha me miró absorta y me dio un pellizco en el trasero para infundirme valor, respondiendo al yatiri: “No te calientes hermanito, pero quiero decirte que no existe San Evo en el santoral católico y los que dicen lo contrario están cayendo en idolatría, igual que los que adoran al Ekeko y a la Pachamama. San Evo no existe y te desafío a que me enuncies algunos de sus milagros que podamos comprobar.

Entonces habló el yatiri Wayruru y nos dijo que San Evo nacionalizó el petróleo, aunque seguimos comprando gasolina y diésel en el extranjero; San Evo nos dijo que mejoraría la vida de los bolivianos pobres y lo hizo, claro que ahora estamos en poco fregados porque cada día la vida sube y la plata no alcanza para cubrir las necesidades elementales, pero la cambió. San Evo hizo el milagro de subir las reservas del Banco Central, aunque tuvo que subir la deuda externa y la deuda interna…”.

Tuve que decir al Wayruru: “Ya no sigas, hermanito, porque lo vas a desprestigiar a San Evo.

Guerra santa contra Coca-Cola


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia,viernes, 21 de enero de 2011

Un alto funcionario gubernamental anunció que “no le temblará la mano” para anular la licencia de funcionamiento a la empresa que produce la Coca-Cola en nuestro país, que elevó el precio del popular refresco. Conocida la animadversión que siente el presidente Evo Morales hacia la bebida norteamericana, no me parece lejana una guerra santa entre Bolivia y ese símbolo universal del capitalismo norteamericano.

Así se lo dije a mi comadre Macacha la otra tarde cuando sorbíamos un reconfortante vaso de mok’ochinchi, bebida popular que ella degusta diariamente porque, según dice, le hace recuerdo a mí por mok'o y por chinchi; su asociación de ideas no me hizo gracia, pero tuve que disimular intentando una sonrisa.

La guerra santa contra la Coca-Cola ya ha comenzado —me dijo la cochabambina—, pues las oficinas y la planta embotelladora ya fueron invadidas por los ejércitos fiscalizadores gubernamentales que en estos momentos revisan prolijamente sus documentos contables y legales en busca de cualquier irregularidad, lo cual no dejó de sorprendernos.

Macacha se encargó de abrirme los ojos cuando me dijo: “¿Es que usted, compadre, no se da cuenta de que el hermano Evo siempre quiere estar en guerra con alguien para desviar la atención del pueblo para que nos olvidemos de la crisis en la que vivimos y que la vida encarece más cada día…? Ahora inventarán sus asesores la guerra santa contra la Coca-Cola, símbolo del imperialismo norteamericano”.

Quedé maravillado por la perspicacia de mi comadre cochabambina y hasta llegué a pensar en que debería ser ella la columnista que escribe en los periódicos y yo convertirme en administrador de sus cuantiosos bienes materiales. Así se lo propuse, pero ella negó terminantemente esas posibilidades diciéndome: “No, compadre, mi platita la administraré yo solita y usted seguirá escribiendo sonseras en los periódicos”.

Volvimos a la guerra santa contra la Coca-Cola y Macacha me contó que se había carcajeado al saber que los inspectores gubernamentales estaban tratando de averiguar, entre otras cosas, la lista de los socios accionistas de la gigantesca empresa norteamericana, manifestándome que no sería raro que exigieran a la empresa embotelladora la fórmula secreta de la Coca-Cola para fabricar el producto en nuestro país.

Felizmente —me aseguró la cochabambina— esta guerra santa contra la Coca-Cola y el imperialismo norteamericano no será librada con ametralladoras ni con cañones, sino con armas pacíficas, contándome que se había enterado que un boliviano, imaginativo y audaz, se halla montando en El Alto una fábrica que elaborará un refresco con hojas de coca, que sustituiría a la Coca-Cola en caso de que el Gobierno suspendiera la licencia y la empresa embotelladora.

Macacha se asustó ante la posibilidad de “pichicatearnos” un poquito bebiendo inocentemente un refresquito para apagar nuestra sed.

Mientras tanto, Macacha seguirá tomando mok’ochinchi porque tiene sabor a mí.

Cossío, refugiado en Paraguay


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, jueves, 20 de enero de 2011

La otra noche, después de haber cumplido con mis obligaciones de dar clases de tango a señoras y señoritas de la alta sociedad alteña, me reuní con mis amigos yatiris y otros representantes de la intelectualidad alteña para pasar revista a la situación por la que atraviesa el país con el utópico afán de salvar a la patria, comenzando por salvar nuestra difícil situación económica.

El yatiri Calimán me dijo atrevidamente que yo me quejaba sin motivo, pues tenía a mi lado a mi comadre Macacha, quien es mi baluarte económico porque me repitió repetidas veces que mientras ella estuviera conmigo, absolutamente nada me faltaría.

Todos envidiaron mi situación sin darse cuenta de que el apoyo de mi pariente espiritual era simbólico y también sintético, y que yo me encontraba a punto de buscar refugio en la patria de mis mayores y de mis menores como es España. Fue en ese momento que llegó al naiclú “Malena” un intelectual chumeño, quien nos informó que el señor Mario Cossío, ex gobernador de Tarija, podrá permanecer en Paraguay como refugiado, por decisión de las autoridades del vecino país.

El anuncio del intelectual chumeño fue recibido con aplausos por todos los clientes del “Malena” como expresión de la nobleza que anida en el corazón de la mayoría de los bolivianos que siempre nos ponemos al lado de los perseguidos por la justicia de la cual sospechamos siempre.

La orquesta espontáneamente comenzó a interpretar las notas del himno nacional y del himno a Tarija, el primero fue entonado por todos los concurrentes y no así el himno a Tarija, cuya letra era desconocida para la mayoría. Al finalizar los himnos, hubo gritos de viva Bolivia, viva Tarija, viva el Bolívar, viva Mario Mena, viva Chingolo Orozco y viva Enriqueta Ulloa, no faltando vítores a Jaime Paz Zamora, su hermano Mario Paz Zamora y a Víctor Paz Estenssoro.

Pasada la euforia por la decisión de las autoridades paraguayas, busqué a mis amigos yatiris Calimán, Titirico y Wayruru sin poderlos hallar hasta que una de las bailarinas del elenco estable me dijo que se habían marchado del local al estar en desacuerdo con nuestra alegría espontánea de saber que un perseguido político había burlado a sus captores y había encontrado refugio en un noble país hermano.

Una de las bailarinas del “Malena” me preguntó si yo había combatido en la Guerra del Chaco, respondiéndole que en esos años yo era muy niño, pero que mi tío Pelópidas había asistido a tal campaña saliendo ileso de ella porque estuvo en el Fortín Te Awaitearé, mientras que mi tío Huebastián fue herido en el Fortín Corrales, donde lo mordió un chancho.

Al salir del “Malena” escribí esta crónica donde trato de describir la alegría de unos por la hospitalidad que recibió el señor Mario Cossío, ex gobernador de Tarija, el desacuerdo y el fastidio que sintieron otros, como mis amigos yatiris.

Álvaro se fue a Cuba


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, miércoles, 19 de enero de 2011

La agencia noticiosa Cuba Libre envió a mi periódico Achacachi Times el siguiente despacho referente a la presencia del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, en la isla de Cuba. El señor Vicepresidente del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico de Bolivia arribó al aeropuerto de La Habana y fue recibido por autoridades de la isla y centenares de “fans” que lo vitorearon y trataron de conseguir autógrafos del político boliviano que leyó el mayor número de libros en el mundo.

Según informaron las autoridades cubanas, Álvaro fue invitado a Cuba para participar de las actividades de la prestigiosa institución “Casa de las Américas” que concede anualmente premios a los escritores del Continente, y se dice que será consultado para la concesión de los galardones correspondientes a este año.

Consultado por la agencia de noticias “Cuba Libre” acerca del récord mundial que ostenta Álvaro, declaró con sencillez: “No puedo ver un libro en un escaparate porque quiero comérmelo inmediatamente sin importarme su precio ni su contenido, soy un comilón de libros y, como todos los comilones, a veces sufro de indigestiones”.

Sin embargo, la actividad de García Linera allá en la isla no se limitará a su accionar literario, sino que se extenderá a la valoración de algunos cambios políticos que ya se advierten en Cuba después de 52 años de gobierno comunista liderado por el legendario Fidel Castro desde el año 1959, cuando Álvaro todavía no había nacido y ni siquiera estaba en proyecto de wawa.

Como es sabido, Álvaro García Linera suele afirmar que es el “bolchevique” de la revolución boliviana que dirige el presidente Evo Morales, recordando a los bolivianos la importancia que tuvieron los bolcheviques en la revolución rusa, que nació, se desarrolló y murió en el siglo pasado.

El Vicepresidente boliviano afirmó al respecto que él es el autor de la ideología que impulsa el Gobierno actual de Bolivia y que se llama “marxismo katarista”, o sea, la combinación del socialismo marxista y el comunitarismo indígena de Túpac Katari, un aymara rebelde del siglo XVIII.

Lamentablemente, la sociedad cubana actual le mostrará al erudito andino que Cuba ya está cansada del socialismo que impulsaron y financiaron los soviéticos hasta que la URSS se derrumbó. Cuba impulsa hoy una débil vuelta a la empresa privada incipiente luego del fracaso estatal.

Mientras tanto, en Bolivia se experimenta hoy al revés: García Linera y los suyos quieren conducir a Bolivia hacia una organización estatal donde hasta los alimentos sean distribuidos por organizaciones estatales, como Emapa.

Para atenuar su desencanto, Álvaro sugirió a sus anfitriones que le fueran presentadas las últimas reinas de belleza cubanas para compararlas con las bolivianas.

Justificación del satélite


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia,martes, 18 de enero de 2011

Dejé de escribir durante una semana perseguido por mis acreedores y tuve que vivir en la clandestinidad refugiado en una de las casas que posee mi comadre Macacha en la ciudad de El Alto, en Villa Satélite, donde los vecinos piden ser la sede de la Estación Espacial boliviana desde la cual se controlará el funcionamiento del satélite espacial Túpac Katari que los técnicos chinos construyen “a todo chancho".

En vista de la cercanía al naiclú “Malena", acudí varias noches al local donde alternan intelectuales y científicos alteños, y un pensador chumeño, mis amigos yatiris Calimán, Titirico y Wayruru, complementando el cupo de belleza doce artistas de varieté encabezas por Frufrú, bailarina franco-cochabambina.

En la última reunión, donde tratamos temas importantes como la elevación de precios no sólo en los artículos alimenticios, de bebidas refrescantes, material escolar, pensiones escolares, alquileres y absolutamente todo, hablamos también del satélite espacial Túpac Katari aprovechando la presencia de dos chinos que son propietarios de una chifa en Ciudad Satélite, que nos sorprendieron cuando uno de ellos dijo que no sólo fabrican riquísimos platos chinos (escuela pekinesa), sino que ellos habrían podido construir un satélite espacial para Bolivia en Ciudad Satélite a un precio mucho menor a los 380 millones de dólares que Bolivia acaba de contratar.

Ante una propuesta tan interesante abrimos los ojos, mientras los chinitos de la chifa no pudieron hacerlo, y el yatiri Calimán preguntó al chinito si tenía experiencia en la materia y algunos certificados que acreditaran sus conocimientos técnicos. Los chinitos en cuestión nos invitaron a todos los presentes a dirigirnos a su chifa en Ciudad Satélite, importante zona de la ciudad de El Alto.

Todos nos dirigimos al lugar, donde los chinitos dijeron que primero deberíamos degustar un pato pekinés con arroz chaufa para luego ir a conocer el satélite que habían construido en el patio, y pasamos al Satélite Espacial de tamaño modesto y complicada tecnología. Desde una de las pantallas observamos el firmamento, las estrellas de varias dimensiones y magnitudes, los astros a lo lejos y una luna que a muchos románticos nos hizo suspirar.

En eso vimos una especie de cohete que cruzó veloz el firmamento y se posó en una estrella. Preguntamos al chinito qué fue ese cohete tan veloz e iluminado; el chinito mayor nos dijo:

"Acaban de vel un cohete conducido pol una cholita boliviana llevando azúcal boliviana y también lleva aloz, cemento y galafas de gas que antes estaban sus plecios pol las nubes y ahola están llegando a estlellas más lejanas...".
Quedamos maravillados del pequeño satélite que habían construido dos chinos en Ciudad Satélite de El Alto. Calimán nos dijo: “Por lo menos el satélite Túpac Katari nos avisará a qué altura han llegado los precios de los artículos bolivianos".

Agregando yo:

“También nos dirá en qué país se encuentran refugiados los opositores bolivianos".

Su propia medicina


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, martes, 11 de enero de 2011

Evo Morales tuvo que dar marcha atrás y “escuchar al pueblo". Si no lo hacía, el pueblo le daba las espaldas y le retiraba su apoyo político. ¿En qué momento en su cabecita se le ocurrió que su popularidad en las encuestas iba a permitirle salirse con la suya y decretar un aumento en el precio de la gasolina de 72%, como nadie había jamás osado en el pasado?

El problema con el poder es que puede cegar a aquellos que no saben manejarlo y que dejan que, como la espuma de la cerveza, el poder se les suba a la cabeza. Es el caso de Evo Morales, que ha perdido contacto con la realidad del país, en parte por esa soberbia que viene pareja con la borrachera del poder, y en parte porque no escucha a quienes lo rodean, o los escucha mal, o escucha a los que no debe. Al final, no nos engañemos, el único responsable es él, nadie más toma las decisiones.

En cualquier caso, la importancia del gasolinazo y del retroceso presidencial radica en una constatación obvia: se acabó la luna de miel, el presidente Evo Morales ya no puede confiarse en ese apoyo afectivo del que ha gozado hasta ahora. De aquí para adelante sus medidas serán miradas con ojo crítico, porque la gente ya se dio cuenta de que el líder puede intentar otra vez darles gato por liebre.

Las razones del gasolinazo pueden ser válidas. No cabe ninguna duda de que el combustible barato de Bolivia es muy apreciado por los traficantes. Bolivia pierde mucho dinero con ese contrabando, que solamente beneficia a unos cuantos pillos, pero la manera de lanzar un paquetazo del más del 72% no fue ni la más inteligente ni la más apropiada para las fechas de Navidad. Lo inteligente y lo lógico son aumentos progresivos, que en un plazo de uno o dos años permitan estabilizar los precios de los carburantes al nivel de los de países vecinos, y que esto suceda también en el marco de una homologación del poder adquisitivo al nivel promedio de los países vecinos.

No es ningún secreto que muchos de los contrabandistas de gas y gasolina son afines al Gobierno, incluso ocupan cargos en los pueblos fronterizos donde el contrabando se realiza con la complicidad de alcaldes y dirigentes locales. Todos ellos se creen protegidos desde el poder por su afiliación al MAS, como sucedió hace unos meses con el “narcoamauta", el guía espiritual que entronizó a Evo como presidente.

El doble discurso presidencial tocó fondo. A partir de ahora los sectores sociales saben que hay una distancia entre el discurso presidencial y las medidas reales que toma el Gobierno, que no necesariamente van a favor de los más pobres, aunque el Gobierno se ufane de que las arcas del Estado están llenas.

Evo Morales acaba de probar su propia medicina, aquella que él recetaba a los gobiernos anteriores cuando desde la oposición mostraba su intolerancia.

Ni pan ni circo


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, domingo, 09 de enero de 2011

Ante la inauguración del Año Judicial, mi transportadora oficial, la señora Macacha viuda de Racacha, me dijo en un tono insolente:

“Siento comunicarle, compadre, que no le acompañaré a ese evento importante porque no me gustan los circos y porque me dolería la barriga al escuchar decir en solemnes discursos que hay independencia de Poderes y que debemos inclinarnos ante la majestad de la Ley".
Rogué a mi motociclista que me llevara a Sucre, sede de la Corte Suprema de Justicia, porque allí conoceríamos a algunos magistrados probos, pero la cochabambina se entercó y no dio brazo a torcer, hasta que me calenté y le dije que era una tozuda. Al escuchar ese vocablo, ella reaccionó, respondiéndome: “No le voy a permitir que me diga cojuda" y me echó en la cara las llaves de contacto de mi bella motocicleta Harley Davidson.

Nunca había visto tan airada a mi comadre Macacha e instantáneamente pensé en los graves perjuicios que yo sufriría si mi comadre me abandonara. ¿Quién me conduciría en mi moto a los sitios más lejanos del país y, sobre todo, quién me socorrería en mis momentos de angustia económica?

Traté de aproximarme a Macacha, pero ella dio un paso atrás y me dijo a gritos: “¡No se me acerque compadre luego de haberme insultado con esa palabra tan fea terminada en ‘uda’! No sabe cómo podría reaccionar contra usted una descendiente de las Heroínas de la Coronilla”.

Desde una distancia prudente, le expliqué que la palabra tozuda no era ningún insulto y que por favor me perdonara, y que siguiéramos hablando de mi pedido para que me transportase a Sucre en mi motocicleta, y que en esa bella ciudad le presentaría a algunos jurisconsultos más insignes de Bolivia.

Macacha, empecinada, me dijo:

“No le llevaré a Sucre porque estoy segura de que allí se dirán discursos hipócritas, y yo soy una chola cochabambina sincera y conocedora de lo que es la Justicia en Bolivia y de la judicialización de la política. ¿Acaso usted, compadre, no es testigo de que el señor Leopoldo Fernández, ex prefecto de Pando, está en la cárcel de San Pedro cerca de tres años preventivamente? Yo le he dicho muchas veces compadre cómo se ha perseguido en nombre de la Justicia a varios alcaldes y gobernadores opositores que triunfaron legítimamente en las últimas elecciones. Y yo le he contado muchas otras cosas más".

“No me da la gana de ir a Sucre, a la inauguración solemne del Año Judicial, que más bien debería llamarse año jodicial".

Ante palabras tan vehementes, no me quedó más remedio que desistir de mi proyectado viaje a la ciudad de Sucre y decirle dulcemente a mi comadre Macacha:
“Entonces, comadrita Macacha, vámonos a Cochabamba en mi motocicleta conducida por usted y nos dirigiremos al Bar Comercio, donde notables pensadores greco–cochabambinos presididos por Aristóteles Giorgiadis Quiroga debatirán acerca del aumento de precio del pan, tema importantísimo que preocupa al pueblo boliviano y en especial a Cochabamba."
Macacha sonrió en señal de aceptación.

Desafortunada esposa de Fortún


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, sábado, 08 de enero de 2011

La esposa del señor Guillermo Fortún fue arrestada por orden de un fiscal por un supuesto delito que tendría conexión con los Fondos Reservados que manejó su esposo cuando fue Ministro de Gobierno del presidente Hugo Banzer Suárez. No sería extraño que las autoridades judiciales dictaminen su encarcelamiento preventivo para igualar su situación con la que sufre su esposo, quien está encarcelado injustamente desde hace tres meses.

Quien me dio esta noticia fue mi comadre Macacha, quien ingresó en mi domicilio llorando y me dijo:

“Compadre, acaban de detener a la señora Martha Taborga, hija del héroe de Boquerón, el general Alberto Taborga (entonces Mayor), considerado como uno de los más valientes defensores del Chaco".
Sorprendido por los conocimientos históricos de mi comadre cochabambina, le dije que conocí y respeté mucho al mayor Taborga, que algunos fiscales y jueces actuales no conocen nuestra historia ni saben de nuestros héroes, pues creen que Bolivia nació hace seis años y que el sol nace en Orinoca.

Después de deplorar que el odio político continúe siendo la fuerza motriz de algunos políticos y que se siga creyendo que los opositores políticos importantes tengan que ser encarcelados o huir del país, Macacha me señaló que por experiencia propia la que menos sabe de los “gastos reservados" que maneja un Ministro de Gobierno es su esposa, y quien dude de esto que le pregunte a la mujer del actual Ministro de Gobierno y a las esposas de los anteriores, por lo que le parece un abuso de autoridad encarcelar a esas esposas.

Quiso saber mi comadre si yo había tenido alguna vez gastos reservados, contestándole que siempre los tuve, como la mayoría de los esposos en Bolivia y en Cochabamba. Ella tomó en cuenta lo que le dije porque luego me manifestó sus preocupaciones al respecto.

Dijo mi pariente espiritual:

“Ahora que el Gobierno está encarcelando a las esposas de los políticos opositores ¿no sería raro que algún fiscal despistado quiera encarcelarme creyendo que yo tengo algún vínculo sentimental con usted, y que sé mucho de sus gastos reservados?”.
Me apresuré a decirle que nunca tuve ningún vínculo con ella ni sentimental ni de otra clase, pero que algún fiscal envidioso la podría encarcelar para saber algo más de mis “gastos reservados”.

Esta nueva muestra de abuso de poder espero que prevenga a todos los ciudadanos que no son socialistas kataristas y sobre todo a las esposas de éstos, o a sus novias, o a sus amantes, que en cualquier momento podrían ser encarceladas por orden de algún fiscal que suponga en forma simplista que las mujeres están enteradas de los gastos reservados de sus maridos.

Para prevenir cualquier arresto o encarcelamiento abusivo declaro públicamente que la señora cochabambina Macacha viuda de Racacha no tiene vínculos sentimentales conmigo, ni tampoco vínculos de otra clase.

No al cambio de ministros


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, viernes, 07 de enero de 2011

Después del terremoto que sacudió al país el “maldito” Decreto conocido como “el gasolinazo” por el cual seguimos temblando a pesar de que fue derogado a los tres días de haber sido dictado, nadie reconoce personalmente su autoría, aunque el presidente Evo tuvo que dar la cara. Sin embargo, el pueblo, por una reacción natural, echa la culpa del error a algunos ministros y pide que sus preciosas cabecitas sean cercenadas del gabinete.

Este importante asunto fue considerado anoche en uno de los salones del naiclú “Malena” a solicitud de los yatiris Calimán y Titirico, amigos y partidarios del presidente Evo, contando con la invalorable asistencia de notables intelectuales alteños, un pensador chumeño, algunos fervorosos seguidores del Alcalde de la ciudad de El Alto, las bailarinas del elenco estable del “Malena” y este modesto profesor de música y canto que también “labura” de periodista y gremialista vende coca.

El yatiri Calimán nos dio su versión sobre los hechos acaecidos al final del año pasado, defendió a rajatabla el decreto primero y también el abrogatorio repitiendo la frase de Lenin utilizada por el moscovita García Linera sobre la necesidad de dar un paso atrás para dar dos adelante, lo que empujó a las bailarinas a bailar una cumbia estilizada dando un paso atrás y dos adelante que entusiasmó a los asistentes, que aprendió pronto el ritmo del nuevo baile del cual no participé.

El yatiri Titirico hizo una apología del gabinete del presidente Evo comenzando, naturalmente, por el ministro de Relaciones Exteriores, el señor David Choquehuanca, de quien dijo que no conocía el decreto del gasolinazo pero que estuvo de acuerdo con su contenido, aunque también estuvo de acuerdo con su abrogación, dándonos un ejemplo de sus dones diplomáticos. Dijo Titirico que Choquehuanca nunca podría ser removido del gabinete.

Volvió a tomar la palabra Calimán, quien nos convenció acerca del ministro de Economía, señor Luis Arce Catacora, autor del “milagro económico boliviano” que ha conseguido donde “a mayor pobreza” y mayor encarecimiento de la vida, el boliviano es más feliz y brinda mayor apoyo a su gobierno socialista y katarista. También elogió las personalidades del ministro de Hidrocarburos, señor Vicenti; del presidente de YPFB, señor Villegas, y de las ministras Achacollo y Rodríguez.

La verdad es que todos los que asistimos anoche al naiclú “Malena” quedamos convencidos de que no es necesario cambiar a ningún Ministro del presidente Evo. Al bailar con Frufrú la cumbia estilizada del Gasolinazo, dando un paso atrás y dos adelante, la chica nacida en Sacaba (Cochabamba) me dijo en la oreja este profundo pensamiento:

“Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Que continúen en sus carteras (ministeriales) los brillantes y desconcertantes ministros actuales”. También me dijo al despedirnos una frase que no puedo reproducir por no incurrir en flagrante racismo: “Un ministro nuevo sería la misma señora de pollera pero con diferente pollera”.

Reyes Magos contrabandistas


ALFONSO PRUDENCIO CLAURE Paulovich
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La Paz - Bolivia, jueves, 6 de enero de 2011

Dice la Biblia en el Nuevo Testamento que tres reyes del Oriente guiados por una estrella llegaron hasta Belén para rendir pleitesía al hijo de Dios, Rey de Reyes, y le hicieron regalos de oro, incienso y mirra. Recordando este hecho, niños de todo el mundo reciben hoy obsequios, menos en Bolivia porque fuimos un país republicano que hoy se ha convertido en un Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico.

Al llegar esta festividad y como nunca vi un camello y al único rey a quien le di la mano fue al rey Pelé, mi comadre Macacha se compadeció de mi alma de niño y me dijo:

“Vamos a dar una vuelta por la frontera con Perú, ya sé que allí no veremos camellos pero veremos llamas (parientes de los camellos) y allí conoceremos a reyes magos contrabandistas…”.

leA falta de pan blanco, buenos son los ch’amillos —me dije— y montamos en mi motocicleta Hardley Davidson que ella condujo por los caminos al Desaguadero en un raid al que llamamos “Polleras al viento en busca de nuevos reyes magos”.

Al llegar al río Desaguadero pedí a mi comadre cochabambina que detuviera la máquina por unos momentos y que cerrara los ojos porque me entraron ganas de desaguar influenciado por el nombre del hermoso río, omitiendo relatar a mis lectores las necesidades biológicas que cumplo ritualmente cuando llego a las orillas del lago Titicaca.

La frontera con Perú es ancha y ajena, como diría el escritor peruano Ciro Alegría, así que la recorrimos libremente, mientras las llamas, las vicuñas y los guanacos huían al escuchar el potente rugir de nuestra motocicleta conducida por una poderosa cochabambina empeñada en conocer y hacerme conocer a los únicos reyes magos que convierten en oro la gasolina, el diésel y el gas licuado. Llevado de mi fantasía le dije:


“Aquello que viene debe ser un camello y seguramente trae en su interior a varios reyes magos”,

respondiendo la cochala:

“No sea usted crudo, compadre, eso que viene no es ningún camello, es un camión cisterna boliviano que va hacia el Perú con cientos de litros de gasolina”.

Sintiéndome un hombre de negocios, propuse a mi pariente espiritual comprar unos dos o tres camiones–cisterna para trasladar gasolina a los países vecinos y hacernos más ricos aún de lo que somos, propuesta que fue desechada por ella cuando me dijo:

“Dentro de nuestra amistad y parentesco espiritual, compadre, la única que sabe de negocios soy yo, usted lo único que sabe es escribir medianamente y por eso está fregado”.

Ante semejante verdad preferí callar, hasta que vi aparecer tres morenitos montados en sendas llamas que cargaban cuatro garrafas de gas licuado boliviano. Nos bajamos de la motocicleta y nos pusimos a conversar, uno se llama Gaspar, otro Baltasar y el tercero Melchor. Eran los reyes magos contrabandistas que vendían cada día esa pequeña cantidad de garrafas de gas en territorio peruano. Nos abrazamos, intercambiamos regalos y dimos vítores a los Reyes Magos, a la Aduana Nacional, al COA, a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional.

Al retornar, me dijo Macacha que ella continuaría siendo mi reina maga venida de Cochabamba.

Capacitarán a diputados



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La Paz - Bolivia, miércoles, 5 de enero de 2011

Hace unos días, leí en un periódico local que la Universidad Andina Simón Bolívar y la Cámara de Diputados suscribieron un acuerdo para que los diputados oficialistas y opositores sean capacitados en esa Casa de Estudios para cumplir mejor las tareas parlamentarias. Esta noticia me pareció estupenda y así se lo dije a mi comadre Macacha, quien reaccionó con escepticismo porque ella no alcanzó una formación universitaria, diciéndome con su peculiar estilacho: “Yo me he formado en la escuela de la life y podría dar lecciones al mismo ministro de Economía, señor Arce Catacora, y al presidente de Yacimientos Petrolíferos y a otros ministros sobre cómo se manejan las finanzas de un país…”.

La felicité por el master que ella había obtenido en la escuela de la laif y traté de explicarle que la capacitación que se propone la Universidad Andina sólo se refiere a los diputados titulares y suplentes, aunque hubiera sido de desear que también los ministros asistan a estos cursos, con excepción del Presidente, que es Doctor Honoris Causa de alguna Universidad extranjera y también de la UPEA, que es la Universidad de El Alto.

Mi pariente espiritual que pasó por la Universidad de San Simón en Cochabamba pero no entró en ella me dijo: “Yo he pasado muchas veces por la Universidad pero no he ‘dentrado’ nunca, como muchos profesionales bolivianos que nos cuentan jactanciosamente ‘yo he pasado por la Universidad de Harvard’ y sólo han pasado sin estudiar en ella, o ‘yo he pasado por la Universidad de Yale y soy diestro en arreglar cerraduras’”.

Pese a sus argumentos, sigo sosteniendo que el convenio me parece magnífico porque de esta manera mejorará la actuación parlamentaria de muchos diputados que seguramente tienen ideas para mejorar sus distritos y el país en general pero no pueden expresarlas por carecer de conocimientos en varias disciplinas.

Luego de lamentar que este convenio no comprenda a senadores, ministros, viceministros, directores generales, mi comadre siguió incrédula acerca del éxito del plan, diciéndome: “Se olvida usted, compadre, que esta capacitación de los diputados debe ser pagada a la Universidad Andina y no creo que los diputados lo hagan de sus propios bolsillos, y si lo hace la Cámara de Diputados, me parecería mal porque los diputados ya son hombres grandes y ganan mucho dinero y no creo que el Estado tenga que pagar su capacitación, porque yo, una madre viuda, he tenido que pagar colegio y universidades a todas mis wawachas”.

Escuché a la inteligente cochabambina y cuando quise modificar su oposición, me dijo malhumorada: “Además, compadre, le digo que ya está bien dar bonos a las wawachas que van a nacer, a las wawas que van a la escuela y también a la secundaria, el Bono Dignidad que se da a las personas mayores, bono para gastos de entierro y ahora la pobre vaca del Estado tendrá que dar de mamar a los que llamamos “padres de la patria”. Si ellos pagan a la Universidad Andina, me parecería bien. Además, muchos van a decir: “Yo sé mucho más que los Catedráticos de la Universidad Andina”.

Buenos propósitos para el 2011



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La Paz - Bolivia, martes, 4 de enero de 2011

La primera llamada telefónica que recibí desde el exterior en el año que comienza fue de mi esposa, quien se encontraba en Valladolid en casa de su prima Maricarmen, y la conversación fue tierna y muy educativa porque en ella desgrané mis buenos propósitos que espero cumplir en este período anual que empieza.

—Hola, quisiera hablar con Alfonso Prudencio, mejor dicho Paulovich, aunque ahora se hace llamar Paulino Huanca y algunas birlochas de Cochabamba le dicen Paul Anka...

—Tesorito mío, hablas con él.

—Pues tu voz ha cambiando mucho y la escucho más ronca, seguramente has fumado mucho despidiendo al año viejo.

—Solamente hasta que dieron las doce campanadas y a partir de ese instante ni un solo “pucho”.

—Me alegro mucho, cholito mío, porque el tabaco es muy malo para la salud y con el tiempo podría hacerte daño...

—No sé con qué tiempo, porque ya tengo 83 pirulos, pero una vez más he dejado el cigarrillo.

—¿Qué otros propósitos has hecho para este nuevo año?

—También dejaré de beber, porque un curita de pueblo dijo en su sermón que “San Agustín, luego de convertirse, salía por las calles y decía a los pecadores: desde este año ya no más chicha, ya no más cholas...”

—¿Y cuáles son tus propósitos en materia profesional?

—Seguiré escribiendo, porque nuestra comadre Macacha me ha dicho que este año crecerá el número de situaciones disparatadas en Bolivia y que se multiplicará el número de giles tanto en el Gobierno como en la oposición.

—Hablando de nuestra comadre Macacha, ¿ya le pagaste la deuda que contrajiste con ella para ir a carnavalear a Oruro el año pasado?

—No le he pagado aún y no pienso pagarle, más bien pienso en endeudarme más con ella siguiendo los pasos del presidente Evo, quien es un personaje muy inteligente al que cada día admiro más.

—¿Qué tiene que ver el Presidente con tu decisión de endeudarte más con nuestra comadre Macacha...?

—Él me ha enseñado que lo mejor es endeudarse a 30 años plazo, porque otros tendrán que pagar tus deudas y en mi caso tendrán que ser mis bisnietos o mis tataranietos.

—Eso me parece irresponsable.

—No, tesorito mío, es inteligente, y por eso en este momento se está prestando 300 millones de dólares de China para que los chinos se encuentren construyendo un satélite espacial. Y también se está prestando una porrada de millones de dólares de Rusia para adquirirles armas, aviones y helicópteros.

—No te prestes más plata de nuestra comadre Macacha, porque es una buena mujer y ha trabajado mucho para hacer su fortuna...

—Me seguiré prestando plata de nuestra comadre porque yo siempre he sostenido que mujer que no te da plata trae mala suerte.

—Bueno, cholito mío, te deseo suerte en este año que comienza.

—Gracias, tesorito mío, recibe un beso de este indiano que te ama.

Año Nuevo, vida nueva



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La Paz - Bolivia, domingo, 2 de enero de 2011

Al comenzar el año 2011 y al verme con las mismas pilchas del año pasado, mi pariente espiritual Macacha me dijo: “Compadre, mire y admire la vestimenta que acabo de estrenar, ayer lucía prendas de color rojo pasión y hoy estoy vestida de amarillo de la cabeza a los pies, incluidos mis calzones”. Astutamente le respondí: “No le creo, no le creo, ver para creer, como dijo el apóstol Santo Tomás”. La virtuosa cholita cochabambina respondió fastidiada: “Qué me importa si no me cree”. Luego ingresamos a mi domicilio para conversar sobre ese adagio mentiroso que repetimos siempre en esta fecha: “Año Nuevo, vida nueva”, sabiendo que nuestra vida seguirá siendo igual si es que no se convierte en peor.

Ella, que también sabe mucho de la vida, me pidió que no fuera tan pesimista y que creyera en mejores días porque ella estaba segura de que la empresa periodística me aumentaría el sueldo por lo menos en un 20 por ciento como Evo aumentó a los militares y policías. Sonreí ante su buen deseo y le confesé mis dudas al respecto. “Además —le dije— ¿de qué me serviría un 20 por ciento de aumento si la vida en el año que comienza ya ha subido en un porcentaje mucho mayor?”.

Ella continuó diciendo en mis orejas: “Año nuevo, vida nueva” y se puso a bailar ante mí luciendo sus polleras amarillas para luego preguntarme si yo había estrenado los calzoncillos amarillos que me obsequió en Año Nuevo, respondiéndole negativamente, a lo cual repuso algo amoscada: “Pero, compadre, algo tiene usted que hacer de su parte, si no se pone los calzoncillos amarillos que le he regalado, ¿cómo quiere usted que le sonría la fortuna? ¡Vaya a su dormitorio y cámbiese de calzoncillos!”

Obedecí a mi comadre y volví al living más contento y optimista.

Convencido de que la felicidad y optimismo dependen del color de nuestros calzoncillos, dije a mi comadre cochabambina: “Ha comenzado un nuevo mes y un nuevo año y sé que en estos días debería pagarle los intereses por el préstamo en dólares que usted me concedió el año pasado para que fuéramos a bailar al Carnaval de Oruro, ¿me aceptaría usted, comadrita, que le pague todo el próximo mes…?”. La comadrita que tiene un gran corazón aceptó mi propuesta y me abalancé sobre ella para darle un abrazo respetuoso.

Después de eso cambié de visión ante el año 2011 y me dije que en el nuevo año no podía estar más jodido, perdón, que en el pasado, que no podría producirse otro gasolinazo y otro tarifazo, que podría gozar de aumento en el Bono Juancito Pinto que cobro fraudulentamente y que con la ayuda de algunos amigos podría estar cobrando dos aguinaldos, también podría ser que en un posible reparto de casas podría tocarme una con la “muñeca” de mi comadre Macacha y hasta podría suceder que mi comadre se convierta en mi madrina y me regale un camión para que lo trabajemos juntos, ella de camionera y yo como “voceador”.

Año Nuevo, vida nueva y calzoncillos amarillos para ser felices.

Feliz Año Nuevo, hermanito



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La Paz - Bolivia,sábado, 1 de enero de 2011

El ancianito Año Viejo, luego de disculparse por todas las barbaridades que sucedieron en los 12 últimos meses y acusar a los bolivianos de ser los autores de las mismas, especialmente a los que conducen la “nave del Estado” que ya hace aguas por todas partes, me propinó un rodillazo en mis dindirindongos y desapareció para siempre. Aullando de dolor di tres vueltas por la pista para luego echarme en brazos de mi comadre Macacha, quien me preguntó quién me había dado el rodillazo en mi cristalería, explicándole que fue el Año Viejo, quien antes de irse me agredió igual que a todos los bolivianos con su decreto del “gasolinazo”; Macacha, compadecida, quiso acariciar mis partes doloridas pero yo le dije: “¡Nada de caricias en esa zona porque el Diablo nunca duerme!” La virtuosa cholita me explicó que sus palabras no tuvieron malas intenciones.

Mi recorrido por la pista del “Malena”, aullando de dolor y agarrándome las cachinas a raíz del rodillazo que me dio el Año Viejo, fue seguido por centenares de danzantes que creyeron que se trataba de un nuevo baile folklórico y todos los danzantes comenzaron a bailar El Gasolinazo, una danza parecida al tinku, donde varones y damas ejecutan sus pasos aullando, mientras los primeros se agarran las cachinas y las mujeres sus traseritos, emitiendo todos aullidos cual si fueran lobitos apaleados por órdenes superiores. Toda la noche y una parte de la madrugada, el estribillo del nuevo baile inventado espontáneamente por el público dolorido del “Malena” dijo así: El Gaso, el Gaso, el Gasolinazo aaauuu aaauuu bailamos aaauuuu…

La viborita que se armó fue encabezada por mi comadre mientras yo me sujetaba a su cintura, siguiéndonos mis amigos yatiris acompañados de dos señoritas vestidas de ñustas que decían ser Vírgenes del Sol, seguidas por personajes de la intelectualidad alteña y un pensador chumeño que ejerce ilegalmente la medicina en Sopocachi, siguiendo las chicas del elenco copadas por los seguidores más entusiastas del alcalde alteño, señor Patana, quien parece ser el único alteño no afectado por el gasolinazo ni el tarifazo.

El programa de la fiesta del Año Nuevo contemplaba la degustación de la tradicional picana alteña y del especialísimo fricasé, que fueron eliminados a raíz de la crisis económica que atraviesa esa ciudad y el resto del país. Los platos mencionados llegarían a costar 150 bolivianos, precio inalcanzable para los clientes del “Malena”. En vez de esos manjares, el naiclú ofreció a cada asistente una bolsa de pasankallas y un helado de canela.

Sin embargo, debo decir a mis lectores que hubo mucho entusiasmo a pesar del Gasolinazo, siendo éste el tema musical que dominó la noche y la madrugada, donde todos cantaron aullando de dolor pero sin perder la esperanza en que el Año Nuevo sea mejor que el año que concluyó. Macacha me sacó de la fiesta en horas de la madrugada y me condujo a la casa en mi motocicleta preguntándome al despedirse si mis dindirindongos me seguían doliendo después del rodillazo que recibieron del viejo Año 2010 que ya se fue.

La verdad es que me siguen doliendo como a todos.

Entrevista al Año Viejo



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La Paz - Bolivia, viernes, 31 de diciembre de 2010

Fui al periódico a cobrar mi sueldo y abrazar a las secretarias y una de ellas me dijo: “El Director quiere hablar con usted”. Lleno de malos presentimientos dije para mis adentros: “Seguro que me va a despedir” y me hice anunciar temeroso y cuando ingresé me ordenó con amabilidad: “Paulino Huanca, le ruego entrevistar al Año Viejo que se va dentro de unas horas; me han dicho que podrá usted encontrarlo en un night club que funciona en El Alto, muy cerca de un motel que se llama Devórame Otra Vez”. Sonriendo le respondí: “No se preocupe, haré lo posible por cumplir sus órdenes”.

Con mi sueldo en el bolsillo fui a buscar a mi comadre Macacha, quien me esperaba con su hermoso traje de chola cochabambina compuesto de rojas polleras, blusa blanca de seda y manta de seda roja. Sin malicia alguna le pregunté de qué color eran sus calzones y ella me contestó con coquetería “mis calzones son rojos como mi pasión, pero a usted le cuento que debajo de ellos llevo otro calzón amarillo que significa riqueza…”.

En medio de la fiesta de Año Nuevo, que será descrita en crónica aparte, recordé la orden que me dio el director del periódico de entrevistar al Año Viejo en la última noche de su vida y lo busqué entre las personas más viejas que se divertían en el salón principal del naiclú Malena, ancianos que apellidaban Diez, aunque varios viejitos apellidaban Diez de Medina como unos bien conservados que respondían a los nombres de Ramiro, Marcelo y José, al que apodaban Pato. Sin embargo de mi búsqueda, un viejito apellidado Diez no aparecía por ninguna parte.

Colaborado por mi comadre Macacha seguimos buscando hasta que por fin vimos a un viejito bastante simpático que bailaba alegremente una cumbia con Frufrú. Macacha, que es muy diestra y perspicaz, me dijo en la oreja: “Aquel viejito que baila con la Frufrú tiene el cabello teñido y por eso no muestra ni una sola cana, además me he dado cuenta de que el bigote negro que luce es postizo”. Invitamos al viejo maquillado a nuestra mesa, y Macacha le echó un cubo lleno de agua en la cabeza mostrando sus cabellos blancos, ante lo cual confesó ser el Año Viejo y que se iba para siempre dentro de una hora.

Al saber que yo era periodista, me rogó que contara a todos que él no tiene la culpa de todo lo malo que pasó durante los últimos doce meses y que los únicos culpables en Bolivia somos los hombres que vivimos estos 365 días y especialmente los que dirigen el país, aunque también son culpables los demás por haber permitido tantas barbaridades como otro año del encarcelamiento del Prefecto de Pando Leopoldo Fernández, la Ley Antirracismo contra la libertad de expresión, el cese en sus funciones del alcalde de Potosí señor Joaquino, el cambio del Alcalde de Sucre que había triunfado en las elecciones, el golpe de Estado contra el gobernador de Tarija señor Cossío, el encarcelamiento del señor Guillermo Fortún ex Ministro del Interior del General Banzer y al final el gasolinazo que fue impuesto a todo el pueblo de Bolivia. “Yo no tengo la culpa de esos hechos —me dijo el Año Viejo—, los culpables son ustedes”.

Y el Año Viejo desapareció y se hizo pepa.

Predicciones de los yatiris



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, jueves, 30 de diciembre de 2010

C
uando hablé con mi comadre Macacha a cuyo cuidado
estoy por instrucciones de mi esposa hispanoparlante y le conté que una gitana rusa me ofreció sus trabajos de adivinación, la cochabambina se alarmó y me dijo que no me metiera con ninguna rusa porque todas son muy bellas y que lo mejor sería que yo recurriera a nuestros yatiris porque, si bien ellos no tienen comunicación con los astros, se hallan en contacto permanente con algunos ministros del Gabinete del presidente Evo y ese hecho les permite saber algo de lo que sucederá en nuestro país y lo que podría sucederme durante el próximo año. Inteligente como es la cholita cochabambina, me propuso conducirme hasta los yatiris en mi motocicleta Hardley Davidson, consultaríamos los dos y pagaríamos una sola consulta. Y así fue, bautizando nuestro raid como “Polleras al encuentro del 2011”.

Saludamos con afecto y respeto a nuestros amigos yatiris Calimán y Titirico en su Consultorio Político y Sentimental situado en la ciudad de El Alto, cerca del naiclú Malena y a la vueltita del motel “Devórame otra vez”, y al ingresar fue mi comadre Macacha quien pagó por adelantado la cantidad de 500 dólares, nueva tarifa que rige por culpa del “gasolinazo” que desembuchó mi comadre, mientras yo buscaba esa cantidad en todos mis bolsillos sin encontrarla.

Macacha le dijo a la recepcionista que eran unos ladrones y ésta la respondió que le reclamara al presidente Evo o al vicepresidente García Linera por ser los autores del gasolinazo.

Los yatiris actuaron muy profesionalmente comenzando por Macacha, a quien luego de preguntarle por sus ingresos y egresos consultaron con las hojas de coca haciéndolas caer al suelo desde lo alto de una escalera, del escritorio del yatiri y también desde el inodoro, escrutando el mensaje para luego decirle: “Macacha: el próximo año será muy bueno para usted porque mucha gente acudirá a usted en busca de préstamos y también le ofrecerán casas y vehículos a precios muy favorables. La coca también dice que sólo un préstamo no le será devuelto puntualmente”.

Casi el mismo procedimiento utilizaron conmigo y Calimán leyó la coca con el mismo cuidado para luego leer en conclusiones lo siguiente: “Señor Paulino Huanca: Dice la hoja sagrada que el próximo año de 2011 será muy duro para usted pues tendrá que trabajar el doble para ganar la mitad. La gasolina para su motocicleta le costará un 70 por ciento más y tendrá que pagar más caro el whisky Johnnie Walker etiqueta negra, y también una negra sin etiqueta que se cruzará en su camino; también los cigarrillos Derby serán más caros porque subieron los impuestos. La coca dice que una persona le ayudará con el dinero que necesite, es mujer y procede de Cochabamba. Todos sus amigos le darán la espalda porque no tendrá usted plata. Tendrá usted mejor clima porque en el año 2011 Bolivia se parecerá mucho más a Cuba y Venezuela”.

Menos mal que no creo mucho en los yatiris.

Balance con saldo en contra



© by Paulovich



La Paz - Bolivia, miércoles, 29 de diciembre de 2010

Mis amigos ricos (ricos tipos) del Bar Chuma me aconsejaron que hoy debía tirar mi balance correspondiente a la gestión 2010 como hacen todas las empresas serias, los bancos y las personas serias como yo. Como no tengo mucha idea acerca de esta práctica contable, le pregunté a mi comadre Macacha si ella realizaba tal ejercicio anual. Con toda humildad le pregunté si ella quería “balancearse conmigo”, respondiendo la cochabambina que ella no se balanceaba con ningún hombre desde que murió su marido.

Al ser malinterpretado, le expliqué haberme propuesto ejecutar un balance de mi situación económica correspondiente a la presente gestión que finaliza, a lo que accedió colaborarme porque ella realiza un balance diario de su economía y que con sólo apretar una tecla de su computer sabía cuál era su saldo, pero que mi balance anual sería más difícil.

La cholita cochabambina me pidió algunos documentos que acreditaran mis ingresos y mis egresos y le entregué unos papeles que me dejó mi esposa y que estaban muy ordenados, diciéndome Macacha que me faltaban muchas facturas por consumo de comidas y bebidas, facturas por los regalos que le entregué durante este año que finaliza, manifestándole que me parecía poco elegante entregarle esas facturas porque mis caseras de la Huyustus nunca me las dieron. Entre los papeles o documentos que le entregué, Macacha miró complacida un recibo suscrito por mí y que se refería al préstamo que ella me otorgó el mes de febrero de este año y que no había sido pagado.

Le sugerí que anotara ese recibo de 5.000 dólares en la casilla de “Cuentas por Pagar”, pero ella que sabe de estas cosas me dijo que lo pondría en la cuenta de “Documentos en Ejecución” porque lo entregaría a su abogado.

En la cuenta de “Donaciones” se encuentran inscritos unos papeles de Remesas que recibí de España, Suecia y Alemania, países donde viven mi esposa y varias tías mías.

Como buena contable anotó en la cuenta “Otros bienes que posee” el valor aproximado del 50% de mi lecho conyugal, mi motocicleta Harley Davidson, mi máquina de escribir, mis libros, la guitarra que me regaló mi amigo Pedro Shimose y una bacinica de plata que gané en juego a un amigo chuquisaqueño.

Cuando estableció la diferencia entre el Debe y el Haber, mi comadre se puso a llorar, me abrazó y me dijo: “Está usted quebrado, mi querido compadre, por la vida alegre y romántica que lleva y me parece que ingresará a la Gestión 2011 con un déficit considerable y quiero advertirle que el próximo año será mucho peor que ahora porque he sabido que en el año 2011 el Gobierno aprobará medidas más serias para llevar a Bolivia al Socialismo, lo que quiere decir que nuestra situación se acercará más al modelo cubano, venezolano y nicaragüense.

Yo creo en lo que me dijo mi buena comadre y le agradezco porque al firmar mi balance por esta gestión me dijo: “Sin embargo, compadre, no se desespere porque mientras yo esté a su lado nada le faltará…”.

El Día de los Inocentes



© by Paulovich



La Paz - Bolivia,martes, 28 de diciembre de 2010

Por un descuido, o por falta de imaginación, la Constitución del Estado Plurinacional, Multicolor y Folclórico no estableció que el 28 de diciembre (Día de los Inocentes) fuera el Día Nacional de nuestra Patria, porque los inocentes formamos una mayoría aplastante. Note el lector de esta columna que este astuto periodista no se refiere a los “santos inocentes”, como les llama la Biblia, y es que el término de santos no es el más apropiado para nosotros, ya que somos inocentes “mañudos”, o “mañosos” para decirlo más correctamente.

Macacha, mi inocente comadre cochabambina que es algo menos mañuda que yo, vino a saludarme esta mañana vestida de blanco, cual si fuera una inocente cholita, e intentó hacerme una inocentada al contarme que algunos hampones desconocidos nos habían robado mi motocicleta Hardley Davidson de su garaje.

Al escucharlo casi me dio un soponcio y le dije, jalándole de sus trenzas (pichicas): “¡No puede ser, comadre, que le hubieran robado mi motocicleta, si le he dicho mil veces que la guarde al lado de su cama y junto a la bacinica!”.

Cuando me puse a llorar, Macacha, sonriendo, me dijo: “Que la inocencia le valga, compadre, porque su motocicleta está en la puerta”.

La abracé por ese gesto de buen humor y luego ella me contó que quiso hacerle una inocentada al presidente Evo porque son amigos y ambos tienen katos de coca vecinos en la zona del Chapare. La inocente cholita me contó: “Fui a la casa presidencial para hacerle una inocentada y un guardia me contó que el pobre presidente Evo tuvo que viajar a Caracas para pasar la Navidad con el presidente venezolano Chávez llevándole como regalo varias toneladas de arroz y vituallas para los venezolanos que fueron perjudicados por las lluvias”. Con su habitual inocencia, me dijo Macacha: “¡Pobrecito nuestro Presidente, porque en Año Nuevo tendrá que estar sufriendo en Brasilia celebrando a la nueva Presidenta do Brasil Brasileiro”.

Cuando le pregunté qué le había parecido el gasolinazo dispuesto por el Presidente en ejercicio, señor García Linera, mi inocente paloma cochabambina doble pechuga me dijo: “Evito quería hacer el anuncio de esa terrible noticia, pero como debía viajar para atender asuntos internacionales, por eso lo tuvo que hacer don Álvaro García Linera”.

Aproveché que hoy es el Día de los Inocentes y le pregunté acerca de la elevación del 70 por ciento en la gasolina y la elevación del precio de los transportes, del coste de la vida en general, entonces Macacha se transformó en una blanca palomita que del cielo bajó, con sus alas doradas y en el pico una flor para decirme: “No se preocupe, compadre, el próximo año nuestro presidente Evo regresará al país y nos aumentará sueldos y salarios, y todos seremos felices, y en vez de pollos comeremos perdices”, y como yo soy un gilipollas, además de inocente palomo, le creí y le aseguré un gran fiestón en el naiclú “Malena” de la ciudad de El Alto, otra ciudad con muchísimos inocentes.

 
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