 © by Paulovich |
03/10/2009
En mi calendario de celebraciones está escrito que ayer fue el Día del Árbol, acontecimiento que fue olvidado casi por todos, hasta por los masistas que deberían haber sido los más festejantes porque el árbol más hermoso que tenemos en el país es el árbol del Poder, al cual el Dr. Paz Estenssoro (Q.E.P.D.) comparó con un peral que no da suficientes peras para tantos peristas.
Parafraseando una fábula popular, dije anoche a mis amigos que rodeaban la mesa presidida por mi amigo el yatiri Titirico en el naiclú Malena de la ciudad de El Alto que estaba repleto de dirigentes vecinales de esa ubre, perdón, urbe: “A un peral lleno de peras, cien mil masistas acudieron y casi todos quedaron presos de patas en él...”.
La noche en el “Malena” fue anunciada como un homenaje al Día del Árbol y “estuvo lleno la gente” —como dijo un amigo chumeño—, y mientras unos celebraban estar en el árbol, otros festejaban su próximo ascenso al peral, pues figuraban en las listas de candidatos que Evo entregó a la Corte Electoral. También habíamos unos cuantos que no estábamos en el árbol, como mi tío Huevastián, y éste su orgulloso sobrino.
Los que se hallaban encaramados en el árbol empezaron a pedir bebidas de acuerdo con el rango que les correspondía en la administración del Estado, algún viceministro pidió champaña francesa que no había en la bodega del “Malena” y tuvo que invitarnos un “champú” chileno de baja calidad y que todos bebimos alegremente a los gritos de a votre santé, monsieur. Funcionarios de menor rango administrativo invitaron whisky escocés marca Juancito el Caminante, etiqueta roja, y los funcionarios de menor nivel nos invitaron ron y también Singapur, bebida boliviano-asiática que no es otra cosa que Singani Puro, aunque también hubo chuflays. Con trago tisgra, como los cholos llamamos a la bebida gratis, hubo abrazos y respeto democrático, pues en honor de los desplazados se cantó y también se bailó ese aire nacional cuya letra dice: Todos quieren hacer leña de un árbol que está caído; apuesto que no lo harían de un árbol que está florido..., que hizo derramar lagrimones a algunos movimientistas que también recordaron otro aniversario natal del Dr. Víctor Paz Estenssoro, mientras uno de ellos decía llorando sobre mi hombro: “Doctor Paz, doctor Paz, por qué te has muertoooo”.
Una de las artistas del elenco estable del “Malena” me dedicó una canción que dice: Arbolito en miniatura que con locura cuidaba al verlo tierno y florido, vino el invierno y me lo secó... Agradecí la dedicatoria en nombre de todos los arbolitos bonsái que brindábamos por el Día del Árbol.
Fue una hermosa noche de viernes, tanto que no reparé en que mis amigos los yatiris Titirico y Calimán se habían escapado para celebrar la fecha con los capos del Gobierno actual.
Excelente
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