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La Paz - Bolivia, Jueves, 1 de octubre de 2009
"En el Campeonato Mundial de Corrupción ocupamos el honroso puesto 102 entre 180 países que intervienen anualmente en este torneo mundial”, me dijo mi tío Huebastián, quien vino a visitarme después de mucho tiempo para invitarme a formar parte del Comité Pro Liberación de Santos Ramírez, ex presidente de YPFB.
Abracé cariñosamente a mi pariente y le dije: “Tío Huevas, eres el más limpio e inocente de la familia”, cortando mi elogio bruscamente con estas duras palabras: “No me vuelvas a llamar tío Huevas porque mi nombre completo es Huebastián y se escribe con b larga, con b de burro, con b de bolas”. Le pedí perdón por mi abreviación cariñosa y mi falta de ortografía y continuamos conversando.
Retrocedí al tema inicial de nuestra charla y le pedí que me proporcionara mayores detalles acerca del Campeonato Mundial de Corrupción en el que Bolivia ocupa el puesto 102 y Huebastián me contó que existe una organización mundial llamada Transparencia Internacional que se ocupa, entre otras cosas, de organizar anualmente este campeonato con el fin de luchar contra ese flagelo universal llamado corrupción que ataca por igual a países ricos y a países pobres, a los países industrializados y a los primitivos como el nuestro, a los anglosajones y a los mestizos, a los aymaras y a los quechuas, y también a los países negros del África.
Al escuchar que la corrupción es un flagelo, no pude resistir la tentación y mostrándole mi espalda y mi potito pregunté a mi pariente si en esas partes de mi cuerpo yo tenía huellas de haber sido azotadas por ese flagelo de la corrupción, respondiéndome mi tío Huevas: “Parece que de joven fuiste algo corrompidillo pero a la edad que ahora tienes ya no tienes huellas de haber sido flagelado por la corrupción”.
Pregunté a mi pariente si el puesto 102 en el ránking de corrupción nos acercaba al campeonato o nos alejaba del título, respondiendo mi tío Bolas, digo, Huevas, digo Huebastián: “Bolivia está por encima de la mitad y se acerca más a los 180 puntos que ostenta Venezuela, pero como nuestro Gobierno es tan amigo del presidente Chávez no sería raro que imitemos su juego y su técnica para estar más cerca de ese país tan admirado por algunos”.
A punto de concluir nuestra conversación, le pregunté a mi tío Huebastián si conocía personalmente a la ministra de Transparencia de Bolivia, la señora Nardi Suxo, obteniendo esta respuesta: “Es una meritoria ciudadana que debería ganar diez veces más que el Presidente de la República porque hay demasiada corrupción en el país, en la Administración Pública y Privada y mucho más ahora que ingresamos en la época electoral. Es una lástima que le falten ojos y tiempo para sancionar a los corruptos oficialistas, opositores y sabemos que si ella quisiera sancionar la corrupción oficialista la echarían de su cargo”.
Como comprenderán, esta última parte no la tomé muy en serio porque al fin y al cabo mi tío Huevas es mi tío Huevas aunque él siempre insistirá en que se llama Huebastián.
Excelente articulo
ResponderEliminarque pelotudo...!
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