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¡GLORIA A SACCO Y VANZETTI!

PAULOVICH © Paulovich

COMO LES DIJE AYER, MI INTENCIÓN ERA DEDICAR TODA mi jornada del 1º de Mayo a practicar mi deporte favorito que es el "rasquetbol", pero al final se impuso mi conciencia sindical y salí de mi casa para unirme a la manifestación organizada por la Central Obrera Boliviana que encabeza mi líder Jaime Solares. Al notar mi esposa que yo mostraba muy mala facha me preguntó dónde me dirigía vestido de manera tan huachafa, pues llevaba un traje negro, camisa roja y zapatos amarillos, respondiéndole muy ufano: "Voy a la manifestación del 1º de Mayo y visto traje negro en señal de luto por Sacco y Vanzetti, la camisa roja en señal de solidaridad con los mártires de Chicago y de la masacre de Catavi, y los zapatos amarillos en repudio al oro del capitalismo".

Me preguntó también con cuál sindicato marcharía por las calles de La Paz y le dije muy orgulloso que iniciaría mi desfile con los poderosos choferes del Sindicato 1° de Mayo por ser el día tradicional de los "choferes koskosos" como los llama una canción folclórica, y que algunas cuadras las recorrería con la Federación de Gremiales a la cual me honro en pertenecer, y que también desfilaría con el Sindicato de Trabajadores Sexuales por la simpatía personal que siento por ese gremio incomprendido y sacrificado. Mi esposa me despidió con un beso y me aconsejó que me cuidara mucho si se produjeran violencias y disturbios y que procurase mantenerme alejado de los petardos, las matasuegras y los dinamitazos porque -según ella-hago mucha falta en mi hogar y en la revolución colla que se está gestando en Achacachi desde hace mucho tiempo.

Al llegar a la zona de la concentración pregunté dónde podría encontrar a mi ídolo Jaime Solares, Secretario Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, y un compañero me dijo "¿ves ese ñatito que está levantando su puño amenazante? Ese es, pero no le digas que tú eres Paulovich porque podría sacarte la huanana". Y me fui hacia él.

Sin decirle quién era yo estreché su noble mano de trabajador minero de Huanuni y le di un abrazo emocionado, mientras le decía con expresión compungida: "Mi más sentido pésame, hermanito, no pude conocerlos personalmente pero sus parientes me contaron que fueron buenos tipos, cariñosos padres y esposos ejemplares...".

Jaime Solares quedó paralogizado ante mis palabras de pésame y me dijo: "perdóname, hermanito, pero esto no es un entierro sino una concentración y marcha en honor del 1° de Mayo, no entiendo a qué vienen tus palabras de pésame".

Entonces puse mi cara de cojudito, que es la que más me gusta, y le dije: "Mis palabras de pésame te fueron dichas en recuerdo de Sacco y Vanzetti, ¿es que no te acuerdas de ellos en este 1° de Mayo? Justamente hace 136 años que murieron exigiendo la jornada laboral de ocho horas...".

Al notar que Jaime Solares derramaba unas furtivas lágrimas en recuerdo de los dos italianos, se acercaron otros dirigentes de la COB preguntándome por qué había hecho llorar al máximo dirigente y para ahorrarme mayores explicaciones di mi más sentido pésame a todos y me retiré gritando con energía:

"¡Compañeros, gloria a Sacco y Vanzetti!" y todos respondieron "¡Gloria!", menos uno que comentó valientemente que yo era un cachondo.

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