© Paulovich AL SABER QUE LOS CAMINOS DEL PAÍS SE ENCUENTRAN expeditos y que sólo existen amenazas de bloquearlos en cualquier día y momento, le propuse a mi esposa pasar unas vacaciones invernales en Achacachi y celebrar allí el Día de la Madre, y cuando esperaba su aceptación entusiasta me mandó a la eme con todas sus letras.
Sorprendido, quise conocer el motivo de su reacción tan grosera y ella se disculpó diciendo: "perdona que te hubiese remitido al estiércol pero me fastidió que quieras llevarme a esa capital aymara si existe el anuncio de que podrían producirse bloqueos en esa zona, ¿y quién podría viajar ante esa posibilidad? El daño al turismo en nuestro país ya está hecho". Quise convencerla de lo contrario y le hablé de las bellezas de esa metrópoli aymara situada en las cercanías del lago más alto del mundo que es el Titicaca, y ella tapándose las narices con sus dedos, opinó: "será el lago más alto del mundo pero lleva el nombre más cochino...", palabras que me impidieron hablarle de las aguas límpidas del mítico lago por temor a que me hiciste recuerdo de las playas de nuestra Copacabana.
Con el ánimo de pasar unos días invernales en la actual capital de los aymaras le mentí diciendo que el futbolista argentino Pablito Aimar, jugador estrella del Valencia puntero del torneo español, me confesó una vez que su verdadero apellido es Aymara y no Aimar y que se sentía orgulloso de pertenecer a la raza del Mallku.
La española me dijo que no la provocara contándole tonterías porque podría remitirme al estiércol por segunda vez, rogándome que no insistiera en mis argumentos de llevarla a Achacachi, o cualquier otra zona del país, y que cambiara mi proposición por otra que nos llevase a cualquier playa española. Sus palabras me alarmaron y le manifesté que mi herida por el atentado terrorista en la Estación de Atocha en Madrid se hallaba aún abierta y que Europa continuaba temerosa de nuevos atentados por parte de extremistas musulmanes, concluyendo mi argumentación con estas sentidas palabras: "Bolivia sigue siendo un país seguro para los turistas y te propongo unas vacaciones invernales en la zona altiplánica en un hotel de cinco estrellas de Achacachi con excursiones a Sorata donde podremos saborear las mejores chirimoyas del mundo, a Tiawanacu, capital arqueológica del Ande, y a Viacha que es cuna de los antecesores de Marilyn Monroy Block.
No hubo manera de convencerla a pesar de que le dije que los bloqueos son emocionantes y mucho más si no han sido anunciados y te los encuentras de improviso, y tienes que dormir en una flota abrazándote a las cholas para no morir de frío. La española continuó impertérrita y me dijo: "No conseguirás llevarme a ninguna parte en las próximas vacaciones invernales porque la amenaza de bloqueos continúa y el daño al turismo ya fue causado. Será mejor que nos quedemos en La Paz y que tú continúes apoyando a los comerciantes informales, también llamados gremialistas, entre los que te mueves con toda libertad".
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